Macri acaba de anunciar una serie de medidas desesperadas de campaña. Cambiemos viene de ser derrotado en las urnas en La Pampa, Río Negro, Chubut, Neuquén, San Juan y Entre Ríos. El panorama electoral no es alentador para el «mejor equipo de los últimos 50 años». Según una encuesta publicada por el diario Perfil, el 72% de los argentinos desaprueba la gestión de Macri.
Ante esto y los resultados del desastre económico (hoy el consumo llegó a los valores del 2002), Macri pega el manotazo de ahogado. De golpe anuncia un supuesto “alivio” para los trabajadores. Son una burla a la situación que estamos pasando. Nada bueno podemos esperar de un gobierno cuyo ministro de economía confiesa abiertamente que no pisa un supermercado. (ver paginas centrales).
Que el 30 sea un Paro Activo. Por un plan de lucha empujado desde abajo
Si Macri pudo llegar hasta acá es en gran parte porque lo dejaron. La cúpula de la CGT ha sido la primera en sentarse a repartir la torta del gobierno y cobrar millones por las Obras Sociales. A cambio le prometen a Macri la tan necesaria «paz social» que no es otra cosa que mantener a la gente a raya mientras nos ajustan y se llenan los bolsillos. El 4 de Abril llamaron a marchar a ningún lado, sin acto, sin dar la cara. Y ahora los gremios del transporte anunciaron un paro el 1 de Mayo. ¡Un paro un feriado! Parece un chiste pero es la triste realidad a donde nos quieren llevar estos traidores.
Pero los trabajadores ya dijimos basta aquel 7 de Marzo cuando le arrancamos el atril a la CGT y también el 14 y 18 de Diciembre de 2017 cuando Macri aprobó la Reforma Previsional pero no pudo pasar la Reforma Laboral. Ese día también los dirigentes llamaron a «irse a casa» pero fuimos miles los que nos quedamos a resistir y luchar por nuestros viejos y por nuestros derechos.
Moyano, las CTA y varios gremios por su parte llaman a parar el 30 de Abril. Denuncian a la CGT por no lanzan medidas contundentes. No organizan nada por abajo y no se sabe como va a seguir. Los trabajadores sabemos que muchos de ellos tampoco han ido a fondo contra Macri. Pero el 30 tenemos la oportunidad de empujarlos a hacerlo. Tiene que ser una jornada activa con piquetes y movilización a Plaza de Mayo. Y debe ser el inicio de un plan de lucha nacional.
Tenemos que poner un freno a los despidos como hoy sufren los trabajadores de Clarín, Siderar Ensenada, Siam, los trabajadores de los ingenios en Tucumán, PUMA, Gaelle, Motomel y cientos de fábricas en todo el país.
No tenemos tiempo que perder. El hambre y la miseria no pueden espera hasta las elecciones como pretenden los dirigentes. En cada fábrica y lugar de trabajo, en cada escuela y en cada barrio hay que difundir la necesidad de pararle el país a Macri y el FMI. Tenemos que garantizar comida, trabajo, salud, vivienda para todos los hogares obreros y populares. Hay que liberar ya mismo a Daniel Ruiz, milagros Sala, los choferes de la línea Este de La Plata para fortalecer la lucha. No podemos seguir sufriendo con la promesa de que vendrá alguien a salvarnos. Los trabajadores podemos derrotar a Macri y para eso necesitamos un paro general y plan de lucha hasta que se vaya e impongamos un verdadero plan de emergencia obrero y popular.