El paro del 9 tiene que ser un parazo, que no se mueva nada, para que sea un fuerte golpe al gobierno.
Hay que frenarle la mano
Milei aplica una política favorable a los empresarios y al FMI, que es criminal para la clase trabajadora y la Patria. Luego de “licuarnos” los salarios mediante una inflación brutal los primeros meses, dice que “ahora baja”. El consumo popular cayó a niveles históricos. No podemos comprar carne, leche, ni nada. El gobierno anterior hizo todo mal, y Milei está empeorando todo.
Se profundiza la recesión. En la construcción, automotrices y metalúrgicas, aumentan los despidos y suspensiones. Las fábricas trabajan a medias. Destruyen la industria.
El peronismo le hace el juego a Milei. Gran parte de los gobernadores apoya sus leyes. Y el resto (Kicillof, muchos diputados y senadores) levantan la manito en contra, pero no hacen nada más. No podemos confiar en el Congreso, esa cueva de ladrones. Allí arreglan los negocios patronales y solo perjudican al pueblo.
Si se vota la Ley Ómnibus, será peor: quite de conquistas, precariedad, fin de indemnizaciones. Entrega completa del país a las multinacionales, fin de la educación y salud públicas. “Motosierra” con el único objetivo de pagarle al FMI y llenar de plata a los grandes oligarcas. Tenemos que derrotar este plan.
¿Podemos confiar en la CGT?
Después del paro y movilización de enero los dirigentes “pusieron el freno”, permitiendo a Milei recuperar la iniciativa y volver a enviar al Congreso sus leyes antiobreras. Se sentaron a negociar en la Rosada las leyes laborales, para mantener sus privilegios. En muchas fábricas hay una gran desconfianza en los dirigentes. Con razón: con ellos estamos jodidos. Es como pelear con las manos atadas.
Tomar el paro y la lucha en nuestras manos
Pero la solución no es dar la espalda al paro: hay que tomarlo en nuestras manos. Con o sin los dirigentes, debemos poner en pie un movimiento desde las bases. El futuro de nuestras familias, de la clase obrera y de toda la Argentina se juega en esto.
La inmensa movilización en defensa de la Universidad demuestra que están todas las condiciones. Hay paro de Aceiteros, Marítimos, así como de estatales, y muchos sectores. Tenemos que unirnos en un plan de lucha nacional con medidas crecientes, hasta una Huelga General que termine con el plan del Gobierno y el FMI. Esto comienza por asegurar que el paro del 9 se haga, y sea un éxito.
Es fundamental que el activismo obrero, juvenil y popular tome en sus manos la lucha: hacer asambleas, fortalecer la unidad, convencer a los indecisos. Hacer comisiones que visiten otras fábricas, se solidaricen con las luchas, y vayan “calentando el clima”. El día del paro, tenemos que estar desde la madrugada en las calles, frenando a los carneros, enfrentando las apretadas de los patrones y supervisores. Que no se mueva un colectivo, ni un tren, ni nada, utilizando todos los recursos. Desde mover máquinas, colectivos y camiones para bloquear el tránsito y el ingreso a Parques Industriales, Puertos, y nudos carreteros, así como presencia física para “disuadir” a los que busquen entorpecer el paro. Tenemos que retomar la tradición de que los paros se construyen desde cada fábrica, con piquetes y acciones obreras.
En cada asamblea y sindicato, tenemos que prepararnos para una huelga dura. Contra el “protocolo antipiquetes”, necesitamos defendernos de las fuerzas represivas. ¡No tenemos miedo! ¡La fuerza la tenemos los trabajadores!
Por un proyecto obrero contra el plan de Milei
Mientras hacemos esto, debemos hacer un debate. Necesitamos un nuevo proyecto de los trabajadores y una nueva dirección política y sindical para llevarlo a cabo. Romper con el Fondo Monetario, tomar los recursos naturales (petróleo, gas, minerales, agro) a cargo del Estado y bajo control de trabajadores y comunidades, nacionalizar los bancos y el comercio exterior. Para que la población tenga alimento barato y de calidad, salud, educación y vivienda digna.
No alcanza con cantar “La Patria no se vende”: hay que recuperar todo lo que ya está vendido. Lograr la Segunda y Definitiva Independencia, con una nueva Revolución que imponga un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre.
ASAMBLEAS, ORGANIZACIÓN Y PIQUETES PARA QUE SEA TOTAL
PLAN DE LUCHA HASTA DERROTAR AL GOBIERNO Y AL FMI