El video y las imágenes que muestran a Fernando Andres Sabag Montiel disparándole a la vicepresidenta recorren los televisores, radios y celulares del país y el mundo.
El presidente Alberto Fernandez, en una cadena nacional que dio lástima, repudió el hecho, decretó feriado nacional y junto con los sindicatos y organizaciones sociales y políticas llamaron a movilizar en paz y en defensa de la democracia. El PSTU no comparte el accionar individual de atentados que nada tienen que ver con la estrategia de movilización y acción revolucionaria de las masas obreras y populares. Pero no movilizaremos y queremos explicar por qué. Los debates que se abren son muchos y tienen consecuencias prácticas. ¿Está en juego la democracia? ¿Qué es el discurso del odio? ¿Si no apoyamos a Cristina y al gobierno estamos con la derecha?
La ideología atrás del arma
Una entrevista muestra a Montiel con su novia repudiando los planes sociales, y pidiendo la extradición a los extranjeros. Según los medios de comunicación este hombre sigue paginas como “comunismo satánico”, “ciencias ocultas”. Es decir, el ataque de Montiel va por derecha. No sabemos si la derecha orquestó el ataque. No tenemos manera de comprobarlo. Por eso decimos que es necesario exigir una profunda investigación, pero como no confiamos en esta justicia que sirve a los diferentes sectores políticos patronales, es necesario conformar tribunales populares y comisiones investigadoras independientes.
Es evidente que Montiel expresa algo más grande que él mismo. No es el único que piensa así. Esas ideas tienen referentes claros, como Javier Milei o José Luis Espert, que definen al Kirchnerismo como “zurdos de mierda” y dicen que la izquierda y el comunismo son una ideología genocida. El peronismo no es comunismo, ni socialismo, es capitalismo, pero la derecha nos mete a todos en la misma bolsa. Es importante ver la ideología atrás del arma. Anoche atacaron a Cristina, mañana puede ser que algún otro facho antizurdo anticomunista ataque a los movimientos sociales, o a las organizaciones políticas de izquierda. Por eso también tenemos que organizarnos para enfrentarlos.
¿Esto significa que la democracia está en peligro?
Creemos que no. Puede ser que nos digan que sí porque Cristina fue elegida por el voto y dispararle es dispararle a esa decisión y por lo tanto a la democracia. No vemos peligro de golpe militar por ahora, ni vemos que el fascismo en Argentina tenga la fuerza necesaria para derrocar al gobierno imponiendo un cambio en el régimen, pasando de una democracia burguesa a una dictadura. Si fuera así deberíamos armarnos y salir a combatir a los fascistas y a los milicos, porque la historia ha demostrado que al fascismo no se los derrota en las urnas, sino en la calle y con el pueblo movilizado. Hay una pelea real entre el peronismo y el pro, hay peleas entre sectores patronales, eso es así, pero tanto el pro como el peronismo tienen un acuerdo estratégico que es fortalecer el bipartidismo o bifrentismo, es decir, fortalecer el régimen de la democracia burguesa, dirimiendo las diferencias y peleando por sus proyectos en el Congreso y las elecciones. Pero más aún, su plan económico tiene acuerdos estratégicos, como no avanzar en ninguna expropiación, mantener la entrega de recursos naturales y aplicar un ajuste enorme, que en este momento realiza Massa de la mano del gobierno. Para eso buscan polarizar con el discurso de que si no estas con el gobierno estas con la derecha. Este discurso es muy peligroso, porque, entre otras cosas, le sirve de fundamento al Gobierno para aumentar la represión contra la protesta social.
¿Qué es el discurso del odio?
La CTA autónoma sacó un comunicado repudiando la violencia y la intolerancia. Plantean que el odio no sirve para dirimir las diferencias políticas. Moyano llamo a movilizar contra “los generadores de odio”, y podemos seguir dando ejemplos de cómo el peronismo salió a la cancha por la democracia y contra el odio, en defensa de Cristina Kirchner. Si lo que quieren decir es que repudian la dictadura militar, estamos de acuerdo, pero no dicen eso. Hacen una mezcla de cosas. Por supuesto que repudiamos y enfrentamos al odio de la derecha contra los pobres, contra las organizaciones sociales, contra los sindicatos, contra los piqueteros. Como decíamos mas arriba, hay que organizarnos para enfrentarlos. Pero existe otro odio, el odio que genera no poder comer, no llegar a fin de mes, no tener casa, no tener trabajo. Ese odio es totalmente legítimo. Y esa situación de pobreza y desocupación tienen responsables: los gobiernos. Por eso, decir que si no estamos con el gobierno estamos con la derecha es una trampa en la cual no podemos caer. Corremos el riesgo que cualquier pelea de los trabajadores contra el gobierno sea tildada de hacerle el juego a la derecha. Esa pelea inevitablemente nos enfrenta con Cristina Kirchner que es la Vice Presidenta del país. Y como ocurrió en Guernica, por ejemplo, cuando los trabajadores protestan y pelean, el gobierno manda a las fuerzas represivas para imponer la paz y el orden, que es la paz y el orden de los dueños de las tierras, las fábricas y los bancos.
El peronismo no puede terminar con la derecha, son parte del mismo juego bipartidista. Salen unos y entran otros, alternándose en el poder, conduciendo el descontento hacia las elecciones. No pueden pedir paz en un país con la mitad de la población en la pobreza, no pueden evitar el odio mientras votan recorte en salud, educación y entregan los recursos naturales a las multinacionales mientras pagan la deuda al FMI. Por eso queremos ser claros, el PSTU está a favor de que los trabajadores se organicen para enfrentar la represión del Estado y ajusticien con sus propias manos a todos los políticos que nos han empobrecido, encarcelado, perseguido, secuestrado, enriqueciéndose a costa nuestra. No somos pacifistas. Reivindicamos y llamamos a organizar el odio del pueblo contra los patrones y los dirigentes sindicales y políticos vendidos, y reivindicamos la violencia revolucionaria organizada por los trabajadores y el pueblo. Enfrentar el ajuste y la entrega del país es enfrentar al gobierno y a la derecha. Y el gobierno y la derecha, como han hecho siempre, en última instancia usará las armas para reprimirnos, por eso reivindicamos la organización de la autodefensa y el armamento de la clase obrera contra los patrones, los gobierno títeres de esos patrones y contra la derecha. No para realizar actos individuales, sino para actuar de conjunto como clase social, de manera revolucionaria, organizándonos de manera democrática, directamente en los lugares de trabajo y los barrios, sobre la base de un programa que tenga como objetivo imponer un gobierno obrero y socialista.