Entre los ajustadores modelo K que se van del gobierno, y los ajustadores modelo PRO que llegan, continúan haciendo un gran trabajo en equipo. Cristina y Macri se pelearon por donde entregar el bastón o en qué lugar hacer la ceremonia de traspaso presidencial, pero entre tanta discusión por pavadas lo cierto es que en conjunto se mandaron un ajustazo de fin de año contra el bolsillo de los trabajadores y sectores populares.
Esta inflación no es nuestra” dice el nuevo Ministro de Economía Alfonso Prat-Gay y así se lava las manos de la estampida en los precios de los alimentos de los últimos días. Pero para los laburantes la inflación es “bien nuestra” porque golpea directo a nuestro poder adquisitivo, y vemos como de un plumazo nos roban el 20 o el 30% del salario. Mientras preparan la devaluación para venir por más.
Desde el PSTU denunciamos durante toda la campaña electoral que cualquiera de los candidatos patronales que ganara traería más ajuste, entrega y represión. En ese contexto es que ahora decimos: lo que estamos viviendo es apenas la punta del iceberg de lo que se viene. La profundización del ajuste que ya había comenzado Cristina iba a ser incrementada por el candidato patronal que ganara, se llamara Macri, Scioli o Massa. Finalmente le tocó al primero. Por eso debemos prepararnos para enfrentar el nuevo ajuste contra nosotros, los trabajadores y el pueblo pobre.
El “pacto social” de Macri es más ajuste
El nuevo gobierno asume con complicaciones y debilidades, además sabe que los trabajadores no dejaremos de resistir sus planes de ajuste. Por eso el mismo Prat-Gay dice que ya tienen “en la cabeza las paritarias de marzo” y que van a plantear “a mediados de enero un amplio acuerdo entre sindicatos y empresas…” donde “…cada uno va a tener que poner una parte” .
¿Se imagina compañero a las patronales y los burócratas sindicales como Caló y Moyano negociando nuestro futuro? ¿Y si a todo eso va acompañado por un gobierno que prepara un gabinete de ministros de lo más antiobrero de las últimas décadas? Desde luego que nada bueno para los trabajadores puede salir de ese “pacto” entre explotadores, burócratas traidores y ajustadores.
Si el Gobierno que se va amagó con nacionalizar YPF sacando a Repsol, para luego entregársela a Chevron, y se jactaba de ser “pagador serial” de la deuda externa siendo quien más pagó a los buitres en la historia; el que viene se prepara para ir por más: un ministro de economía que fue hombre de la banca yanky JP Morgan será acompañado en el ministerio de energía (que controla por ejemplo el petróleo y la minería) por Juan José Aranguren, gerente de SHELL. Más pago de la fraudulenta deuda externa y entrega de nuestros recursos a las multinacionales, todo a costa de nuestros bolsillos.
Mientras tanto el ministro de transporte, Guillermo Dietrich, dice que “por ahora” no quitaran los subsidios al transporte mientras prepara un sistema por el cual se viaje “en tren, colectivo y subte, pagando la misma tarifa” … En Buenos Aires el boleto mínimo de tren cuesta $1,10, el colectivo $3,25 y el subte $4,50 ¿Cuál cree usted que será en valor de referencia? Obviamente, el más alto. Es decir un tarifazo en el transporte encubierto. Lo mismo puede esperarse para los impuestos como agua, luz y gas.
Pero al mismo tiempo que empiezan a hacernos el mismo verso de cada nuevo gobierno sobre “la pesada herencia” que reciben, la cual deberemos pagar los trabajadores ajustándonos el cinturón, a los patrones no paran de darles beneficios. Por eso otorgan a los “sojeros” una baja en el cobro de impuestos (las famosas retenciones), y Macri junto a su gabinete se preparan para participar en el encuentro de la UIA (Unión Industrial Argentina) el próximo 14 en Parque Norte, donde también estará presente el titular de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder: ¡“peligro de ajuste” para el bolsillo del laburante!
La resistencia no puede esperar
Tal vez muchos compañeros crean que debemos tener paciencia y esperar un tiempo a ver qué hace el nuevo gobierno. Pero no podemos permitir que avancen con el ajuste para recién allí empezar la resistencia, a nuestros bolsillos no les sobra la paciencia. La carne, la leche y el pan ya aumentaron. Es necesario comenzar a exigir y organizarnos desde ahora mismo contra el ajuste en curso y el que vienen a profundizar.
Tampoco podemos confundirnos con el nuevo discurso de un sector de los kirchneristas, ahora “opositores”, que pretenden presentarse como los líderes de la resistencia al nuevo gobierno. No serán quienes ajustaron, entregaron al país y reprimieron las luchas quienes ahora enfrenten un plan que va en el mismo camino. Debemos ser los trabajadores los que tomemos la resistencia en nuestras manos y propongamos una salida obrera a la crisis.
En cada lugar de trabajo o estudio, en cada barrio y en cada fábrica tenemos que organizarnos haciendo reuniones y asambleas para discutir. Tenemos que exigir la inmediata reapertura de las paritarias para que se otorgue de inmediato un aumento que recupere al menos parte de lo que nos están robando con la inflación, mientras tanto que se pague un bono de fin de año o doble aguinaldo a todos los trabajadores, jubilados y desocupados. En ese camino discutir las medidas para también evitar las suspensiones y despidos y otras reivindicaciones.
Hay que exigir a los dirigentes sindicales que se dejen de “pactos” con los patrones y el gobierno que solo pueden servirles a ellos para seguir explotándonos, que rompan sus compromisos y acuerdos con los políticos patronales y se pongan al frente de un plan de lucha que defienda los intereses de los laburantes. Pero mientras les exigimos sabemos que no podemos depositar ninguna confianza en quienes nos han traicionado más de una vez, por eso tenemos que organizarnos desde abajo, imponiendo nuevos delegados para luchar y en base a la mayor democracia sindical, decidiendo nosotros mismos.
Para avanzar por ese camino será fundamental contar con la mayor unidad. Desde el PSTU pondremos todo nuestro compromiso y esfuerzo para avanzar por ese camino, te invitamos a organizarte con nosotros para hacerlo juntos.