Pánico, caos, indecisión y parálisis gremial
Los mercados mundiales no dejan de sucumbir, la situación económica global no solo altera los planes del imperialismo, sino que deja casi sin margen al propio Gobierno Nacional y con ello condena a las provincias a una situación casi terminal en términos macro económicos.
No solo se puede echar culpas a la gestión de Macri, a la caída del barril, al virus, etc. Acá va quedando en evidencia lo frágil de un gobierno y su discurso. Mientras por un lado carajea al Fondo Monetario y sus laderos, y dentro de los sindicatos y movimiento de masas se “pintan la cara” de combatientes anti imperialistas, la realidad es otra. En los dos primeros meses de este año, la deuda bruta pública interna y externa, en pesos y en moneda extranjera, aumentó a 1.197 millones de dólares. Llegando a US$ 324.374 millones al 29 de febrero, según los datos de la Secretaría de Finanzas.
Las multinacionales resisten a resignar algo de sus fabulosas ganancias
Así como el sector del campo le realizó un paro patronal agropecuario, por otro lado, las multinacionales petroleras quieren volver al precio sostén del barril de petróleo, o sea que el estado subsidie en 50 dólares por cada barril producido. Además de una nueva Ley de Hidrocarburos que no solo flexibilizara los convenios, sino que les dará la potestad de que cada empresa petrolera tenga una cuenta en el extranjero para “cuidar” sus dólares. Para ello tanto el campo, las mineras y las petroleras amenazan con despidos, suspensiones, reducciones y desinversión.
Para los ricos mesas de negociación, para los pobres dengue y coronavirus
Así es mientras en las altas esferas se discute rentas y negocios, en la mesa familiar obrera y popular solo hay lamento y miedos porque el estado de la salud pública y la educación es deplorable. Mientras las clínicas y obras sociales prepagas se hacen las distraídas, solo nosotros seremos los principales afectados. Día que pasa, día que el capitalismo y los patrones muestran su carácter avaro e individualista, vemos como los gremios cierran “por precaución” las Obras Sociales o cierran el sindicato mientras los obreros y obreras están obligados a ir a trabajar. O sea, dejándonos a la intemperie y esperando las bondades de medidas insuficientes del Estado.
El “Yo me quedo en casa” para la mayoría de nosotros y nosotras es hoy un imposible.
Hay otro camino, la organización y la lucha
A pesar de todos los intentos de desmovilizar y confundir, este pueblo sabe de lucha. En las barriadas y escuelas la bronca crece y en algunos casos se ha tornado en organización tomando el problema en nuestras manos los trabajadores, trabajadoras y pueblo pobre. Frente a la insuficiencia de las medidas del Gobierno, que no obliga al conjunto de las patronales a parar la producción de los productos no esenciales, ni provee de los elementos básicos, no tenemos que resignarnos, sino que tenemos que ir con la fuerza popular de la movilización a laboratorios, cadenas de supermercados, frigoríficos a conseguir lo que necesitamos. También a las puertas de los Sindicatos y Obras Sociales para abrirlas a la comunidad y que los dirigentes rompan el Pacto Social y se pongan al servicio de los trabajadores y trabajadoras.
Contrario a esto el Gobierno lanzó una suspensión de actos sindicales (Ver nota online). Esta medida prohíbe por 30 días la realización de asambleas, elecciones y cualquier tipo de evento que implique la movilización de trabajadores. De esta manera intentan atar de pies y manos a los y las compañeros que quieran imponer organizándose en sus trabajos las medidas de prevención del virus.
Las mujeres y la juventud siguen en la lucha
Las jornadas del 8 y 9 de marzo en todo el país (Ver página 7) marcaron de nuevamente que el movimiento por la lucha de los derechos de las mujeres sigue con mucha fuerza, mientras las direcciones van vacilando por sus propias contradicciones. Las jornadas fueron un marco de aliento para continuar la lucha no solo por el aborto legal y gratuito sino por los derechos de los oprimidos y fundamentalmente por terminar con los femicidios. Miles de mujeres y jóvenes recorrieron las calles de todo el país y lo que está planteado es seguirla hasta lograr lo que prometieron, que aborto legal, sea real ya.
Una perspectiva revolucionaria
Así como el coronavirus es una pandemia mundial, el capitalismo también lo es y, por lo tanto, también la lucha contra él y sus efectos. No podemos seguir siempre así, llego el momento de luchar juntos los trabajadores y trabajadoras del mundo y al servicio de eso construir un partido mundial, que pelee y termine con esta malaria que se llama capitalismo, los socialistas del PSTU y de la LIT nos ponemos al servicio de esa batalla que no es otra que la lucha por el derecho a la vida, simplemente es Socialismo u holocausto.
Nuevos anuncios del gobierno
Cada día el gobierno da anuncios, los deshace y da otros. Por un lado, restringe el transporte de media y larga distancia y por otro sigue manteniendo las tareas en fábricas y yacimientos. Sabe que la paralización económica generara aún más crisis por lo tanto lanza una serie de incentivos pequeños en beneficio de algunos sectores como los jubilados de mínima, planes sociales y la AUH.
Todas estas medidas siguen si atacar el problema de fondo, que es que los poderosos que se han beneficiado por décadas con nuestro sudor y sangre sean los que deban poner esas ganancias generadas por los trabajadores para combatir en serio esta pandemia. Desde el PSTU proponemos medidas de fondo para enfrentar esta crisis humanitaria.