¡Justicia por Micaela!
El sábado nos conmocionó la peor noticia, Micaela Ortega, la niña de 12 años que se había ido de su casa, apareció asesinada en un descampado. Sus familiares y amigos la habían buscado desde el primer día y se movilizaron incansablemente. Sus compañeras del Colegio y de patín asistieron a cada marcha, la angustia crecía.
Jonathan Luna, condenado por robo en Río Negro y que gozaba de libertad condicional, confesó el asesinato cuando por fin se allanó su domicilio, tras el acceso por parte de la justicia a la cuenta de Facebook de la niña: “la maté porque no quiso tener relaciones sexuales”, dijo
¿Por qué hubo que esperar 34 días para acceder a la cuenta? La mama de Micaela insistía en su reclamo, convencida de que en el chat encontrarían alguna pista.
¿Por qué esa información que no llegó a tiempo invade hoy las pantallas de los programas de TV? ¿Es más respetable la privacidad del Facebook que la intimidad de la víctima y su familia?
Hoy Luna se negó a declarar. ¿Qué hay detrás de un joven de 26 años que engaña niñas a través de las redes? Escuchando las declaraciones en la TV de una especialista sobre el perfil psicopático del femicida pensaba: “¡que clara la tiene!, lástima que tarde”. ¿No hubo pericias al otorgarle la libertad condicional?
Mucha gente planteaba hoy que debe ser condenado a prisión perpetua y no faltó quien hablara de pena de muerte. ¿Muerto Luna se acabó la rabia?
Hace un año del linchamiento en Monte Hermoso de Juan Carlos Canini González a manos de los vecinos, tras el femicidio de Katherine Moscoso terminó obstruyendo la posibilidad del esclarecimiento.
El domingo 29 de mayo, la marcha por Micaela en Bahía fue multitudinaria, la indignación mucha, unas decenas de vecinos llegaron hasta la casilla de Luna y la quemaron ante la impotencia de la policía que custodiaba el lugar.
Estamos cansadas de que nos maten todos los días. La inoperancia del estado nos enfurece y nos empuja a situaciones límite. Pero tenemos que luchar por soluciones de fondo, contra las políticas que provocan exclusión y marginalidad, que colocan a las mujeres en un escalón inferior, como un objeto para el sexo, como un artículo descartable.
En Bahía Blanca otra niña no regresará a su casa. Macri, el gobierno provincial y el municipal, la justicia, la policía, son responsables de que haya, otra vez, una menos.
El 3 de Junio tenemos que seguir marchando, por Micaela y por todas. ¡Ni una más tiene que morir! Debemos movilizarnos para que haya justicia para las víctimas, para terminar con los femicidios y toda violencia, para que se declare una Emergencia Nacional y haya un aumento sustancial de presupuesto, para que se destinen los fondos necesarios a nuestras urgencias y no a la avaricia de los buitres de la deuda externa.