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El FIT se consolidó como segunda fuerza

El Frente de Izquierda que conformamos junto con Izquierda Socialista y el PTS, se posicionó como principal opositor a la Liga en las elecciones a Centro y claustro estudiantil de principios de abril con 715 votos, dejando atrás al PRO e incluso a la DEMO K, que mientras agitaban la campaña en la UNLaM contra el ajuste, sus dirigentes aprobaban en el Senado la entrega a los buitres de la deuda en complicidad con el macrismo. La Liga, agrupación peronista y funcional al rectorado, continuará siendo la conducción del Centro y mayoría en el claustro estudiantil como hace 22 años. Una vez más se valen de maniobras fraudulentas para seguir dirigiendo: llenando de trabas burocráticas a las agrupaciones que se quieren presentar (¡piden más avales que para presentarse a Gobernador de Buenos Aires!); dando sólo 4 días de campaña para que las políticas y propuestas lleguen a los 50 mil estudiantes, y colocando más de 100 mesas de votación a lo largo del predio que impide la transparencia en la fiscalización y recuento de votos.

 Durante la campaña, no sólo desenmascaramos el rol de la Liga que se perpetúa en el Centro para seguir lucrando con el millonario negocio de la fotocopiadora y la oferta de paquetes turísticos, sino que además denunciamos su complicidad con el Rector Daniel Martínez para aplicar el ajuste macrista en la Universidad como el que actualmente sufren en la carrera de Medicina, donde echaron a 6 docentes por pensar distinto, redujeron horas a 30 profesores y los estudiantes ven como se va vaciando su carrera. Esto se suma a la larga lista de docentes despedidos por diferencias ideológicas, a los cientos de estudiantes que son precarizados a través de convenios de la Universidad con grandes empresas y ministerios, a los recortes de los planes de estudio arbitrarios y a la apertura de cada vez más cursos y carreras privadas.

Pese a que las elecciones ya pasaron, seguiremos dando la pelea por un centro democrático e independiente de las autoridades y el Gobierno, con delegados por curso y con asambleas en cada turno para que todos podamos participar y decidir con qué plan enfrentar el ajuste en la UNLaM y el brutal ajuste del PRO con despidos y tarifazos como el del transporte que tanto nos afecta para poder seguir estudiando. Sólo con la más amplia unidad de los estudiantes y de la mano de los trabajadores pondremos freno a este ataque, en defensa de la educación pública y gratuita.