Terminó la visita técnica de los dos funcionarios del FMI en nuestro país, Julie Kosack y Luis Cubeddu. Apenas regresaron a EE.UU. asistieron a un encuentro organizado por el Bank of America junto a fondos de inversión (buitres), con bonos de la Deuda Externa argentina.
Los técnicos del FMI fueron categóricos sobre la situación económica, financiera y política. “Argentina necesita un plan que no tiene”, sentenció Cubeddu, el venezolano que negocia la Deuda con nuestro país, aludiendo a la “inmanejable brecha cambiara”, que potencia la desconfianza burguesa en el Gobierno.
La máxima condena fue de Kristalina Georgieva, Directora General del FMI: “Argentina enfrenta muy dramáticos desafíos sin soluciones fáciles, una profunda recesión, las condiciones sociales están empeorando, los desequilibrios económicos están creciendo y también el divorcio entre el tipo de cambio oficial y el paralelo se está expandiendo”. Pero ni una palabra para explicar quiénes eran los causantes devaluacionistas, haciendo honor a su ideología especulativa y burguesa.
Pero sí ratificó que, cuando estuvo en Buenos Aires, los Fernández no mostraron un plan serio para salir de la crisis. “La tarea más importante del país es que brinde una hoja de ruta para saber cuál es la dirección que está adoptando y como sabemos que está alcanzando el destino que se busca”, agregó. La exigencia del FMI es como va a hacer el gobierno de Alberto para garantizar el pago de la Deuda Externa, en principio con el organismo con millonarios intereses en dólares.
Bajar el déficit fiscal para “honrar” la Deuda
El FMI pretende que se baje el déficit fiscal presupuestado para el 2021 con pandemia de por medio. Allegados a Fernández comentaron que éste esperaba un tono de mayor comprensión de Georgieva, ya que había dicho que “no venían a la Argentina con la idea de pedir más ajuste en el gasto”, como mostrando una “zanahoria” financiera.
La devaluación está de hecho, más allá del dólar oficial en $82.-, Otro artero ataque a las condiciones de vida de los trabajadores. Profundiza aún más la recesión económica, la baja salarial, el aumento de la desocupación y la pobreza que llegaría a fin de año al 50%. El FMI lo sabe pero lo que maquilla el organismo ante la crisis mundial es achicar el déficit fiscal imponiendo Reformas Laborales, Previsionales, Impositivas, etc. para disponer de recursos para pago de Deudas.
No es casual que en su visita técnica los funcionarios del FMI se entrevistaron con los burócratas de las centrales sindicales y entidades patronales. Y todos ellos, juntos con el Gobierno aplican el ataque: acuerdos en paritarias por debajo de la inflación, postergación y dudas en continuar con el miserable IFE o transformarlo en salario miserable a cambio de una prestación al Estado y a privados, nuevo cálculo de movilidad de jubilaciones y pensiones en base a aumentos de salarios y recaudación, con tendencia a la baja, y cuando en plena crisis capitalista estas variables tienden a mantener una desocupación millonaria que condiciona a los trabajadores en sus reclamos de derechos.
El FMI cuestiona a Fernández por falta de un plan económico. Pero en el fondo, el Gobierno y sus socios vienen satisfaciendo poco a poco sus imposiciones. Recordemos que el reciente acuerdo del FMI con Ecuador impuso aumentos del IVA y reformas laborales y previsionales.