El único voto contra el FMI es al FITU

Faltan pocos días para las elecciones presidenciales, pero el resultado ya sabido por la contundencia que tuvo el de las PASO, hace que la efervescencia electoral poco se sienta en las calles. Es que la transición de un gobierno a otro ya empezó a tal punto que, desde el FMI y los empresarios, etc. se preocuparon en estos meses por negociar con Fernández. Porque hay algo que está claro, el anhelo de millones se cumplió: Macri ya fue, y es una realidad a la que no hay operativo mediático que pueda revertir. 

El odio a Macri y su gobierno que tenemos millones de trabajadores y trabajadoras es más que justo: son responsables del hambre de cientos de miles de familias obreras, de la desocupación y la gente viviendo en las calles, de que los jubilados no puedan pagar sus remedios, del aumento de los asesinatos laborales, de que siga aumentando la violencia machista y los femicidios, de que luchadores como Daniel Ruiz haya estado más de un año preso y Sebastián Romero esté hace 22 meses perseguido, etc. 

Alberto Fernández y el Frente de Todos, el casi inevitable futuro gobierno, dicen ser el opuesto a Macri, ¿Pero es realmente así?

 

¿Opuesto o moderado?

Alberto Fernández habla de “Argentina de pie” pero propone renegociar la Deuda con el FMI, es decir ganar más tiempo para pagarla, con el objetivo que el ajuste a aplicar sea menos brutal, pero ajuste al fin. 

Alberto Fernández dice que no va a proponer la ley de Reforma Laboral, pero que  impulsará el cambio de los convenios por rama, es decir aplicar la reforma, pero por sector. 

Alberto Fernández dice que hay que tender a la legalización del aborto, pero lleva en sus listas a reconocidos pro aborto clandestino como Manzur, en cuya provincia se obligó a parir a una nena de 11 años violada.

Alberto Fernández dice ser contrario al “ajuste de Macri”, pero los gobernadores e intendentes que lo apoyan aplicaron y aplican el ajuste, como por ejemplo, el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, que paga en cuotas a los estatales mientras se aumenta el sueldo propio y de su equipo.

Alberto Fernández dice defender a los que trabajan y a las mujeres, pero lleva en sus listas a lo más podrido de la dirigencia sindical traidora, como Santa María (Secretario General del SUTERH), responsables de que Macri haya avanzado con su ajuste como lo hizo, por no enfrentarlo realmente a pesar de la disposición de los trabajadores a pelear.   

Alberto Fernández propone el Pacto Social, que no es más que la paz social, sacar de las calles a los trabajadores, para que las patronales junto con los dirigentes sindicales traidores, avancen con sus planes, al servicio de eso es que se reunifica la CGT (ver página 6). 

 

El opuesto a Macri es el FIT-U

Entre las candidaturas a presidente que hay hoy, una sola tiene un programa realmente opuesto por el vértice al de Macri: es el FIT-U, que propone una salida de la crisis al servicio de los trabajadores, las trabajadoras y el pueblo pobre. 

EL FITU no propone “renegociar la deuda” sino no pagarla para poder con esa plata responder a las necesidades de los millones que hoy viven en la indigencia. 

No propone Reforma Laboral, ni total ni por partes, sino que trabajemos todos y todas las horas necesarias, garantizando un salario que nos permita vivir.

El FIT-U defiende los derechos de las mujeres trabajadoras en una dimensión más amplia y contundente, porque los derechos de las pobres y trabajadoras no se terminan con la legalización del aborto, que es una pelea fundamental  que debemos seguir dando, sino que tenemos derecho a trabajo digno, a dejar de ser esclavas del trabajo doméstico (con guarderías, jardines maternales y hogares de ancianos Estatales y de calidad); a vivir sin miedo de ser víctimas de la violencia machista. 

En las listas del FIT-U hay luchadores y luchadoras de todo el país, algunos de ellos emblemáticos de las principales luchas que lograron el desprestigio de Macri, como nuestro compañero Daniel Ruiz, candidato a Diputado Nacional por la provincia de Chubut, símbolo junto a Sebastián Romero de la pelea que dimos miles y miles de trabajadores y trabajadoras contra la Reforma Previsional,  que marcó el principio del fin del gobierno de Macri, quien acaba de salir de la cárcel producto de la movilización después de estar 13 meses preso (ver página 3). El voto al FIT es también un voto para fortalecer la construcción de una nueva dirección del movimiento obrero. 

 

El voto útil, el voto por la Revolución

Muchos compañeros y compañeras que quizá coinciden con muchas de las propuestas de la izquierda, vieron en el “Frente de Todos” la herramienta para sacarse de encima a Macri y eso fue contundente. En estas elecciones generales ya no está planteada la posibilidad de que Macri gane. La trampa del voto útil solo fortalece al “menos peor”.

Desde el PSTU no creemos que sea con las elecciones que podamos lograr el programa que el FIT-U propone. Aprovechamos este momento para decirle a los miles y miles que están discutiendo cual es la salida para el país para decirles que acá no se trata de votar al patrón menos malo, que somos los trabajadores y trabajadoras los que tenemos que gobernar y construir un mundo sin explotación y sin opresión, un mundo socialista. Y que para eso tenemos que hacer una revolución, como se hizo en 1810 para liberarnos de España, pero esta vez encabezada por los trabajadores y trabajadoras. Para hacer la Segunda y Definitiva Independencia que rompa los lazos con el FMI, y comience a organizar la sociedad en función no de la ganancia de unos pocos, sino de las necesidades de la mayoría de la población. Creemos que todas las fuerzas del FIT-U deberían decir esto claramente. 

Te proponemos con tu voto fortalecer esta propuesta, que no es más ni menos que fortalecer las luchas que están, como la de Kimberly Clark y los docentes de Chubut, y las que inevitablemente, más tarde o más temprano, vendrán y tendremos que dar juntos.