El Gobierno dijo que “se formó el mejor equipo de los últimos 50 años” para administrar el capitalismo de nuestro país.Pero la realidad muestra que los trabajadores y el pueblo están cada vez peor y los empresarios, los políticos del partido gobernante, Cambiemos, y de la oposición patronal están cada vez mejor, con abultados ingresos personales por las fabulosas ganancias de las empresas a las que representan. Un Gobierno de CEOs(Directores Ejecutivos de empresas) y patrones ahora bendecidos por el FMI.
Varias investigaciones demuestran que Macri, haciendo honor a su clase patronal, apenas asumido, incorporó como funcionarios a CEOs de grandes empresas y hasta a sus dueños o participantes accionarios. Esta concepción capitalista es la teoríade satisfacer necesidades económicas a través de manos privadas, cediendo el Estado a los representantes y agentes de las grandes empresas y corporaciones de todos los sectores productivos (metalúrgico, agrícola-ganadero, energético, minero, financiero, laboratorios, tecnológicos, etc.). Con dos objetivos claros: aumentar aún más sus ganancias y garantizar el pago de la Deuda Pública a los usureros internos y externos.
Los trabajadores ya estamos sufriendo estas políticas con mayores devaluaciones, inflación incontrolable, despidos, falta de empleo, paralización de la obra pública, permanente caída de la educación, la salud y los recursos para viviendas. Una colosal transferencia de recursos de la clase trabajadora a la clase patronal nacional y extranjera.
Política que se basa en cuatro condiciones: 1. el desprecio por lo estatal y una economía pro-mercado, la ideología de los CEOs y empresarios, acordes con el propio Gobierno; 2. Las deslealtades hacia el Estado de quienes vienen del sector privado, generando conflictos de intereses y susceptibles de las presiones de los actores económicos; 3. las dificultades para cohesionar un cuerpo de administradores estatalescon compromisos políticos fuertes con las patronales pero débiles con los trabajadores; y 4. la aplicación de criterios de organización propios de la actividad privada capitalista a la administración pública, basados en la maximización de ganancias, no en la satisfacción de las necesidades.
Un Gobierno empresarial
En marzo 2017, una investigación de la Universidad Nacional de San Martín reveló que 114 ejecutivos de las principales empresas y estudios de abogadosse nombraron en algunos de los 367 cargos de nuevos ministros, secretarios y subsecretarios del Estado nacional, teniendo en cuenta que luego algunos fueron reemplazados por otros de similar origen.
Dos de los ejemplos más representativos son el de Juan José Aranguren, ex ministro de Energía de la Nación, ex presidente y accionista de Shell, la petrolera anglo-holandesa, artífice de los colosales tarifazos que aún sufrimos, y ejemplo del conflicto de intereses entre la multinacional y su injerencia en el Estado. El otro es Luis Etchevehere, actual ministro de Agro-Industria y es-presidente la Sociedad Rural Argentina, símbolo de la oligarquía terrateniente de nuestro país.
Otra investigación reciente del equipo del periodista Alejandro Bercovich, descubrió que en el Gobierno macrista hay funcionarios públicos que figuran como dueños o dirigiendo empresas privadas.
Según el informe, existen 269 funcionarios que ocupan 890 cargos en empresas privadas. Un 50% en Sociedades Anónimas, un 35% en S.R.L. y un 15% sociedades extranjeras. Se desempeñan como autoridades, socios o representantes en empresasnacionales y extranjeras. Si bien se distribuyen en los veinte ministerios nacionales, gabinete, empresas y organismos estatales y/o reguladores, se destacan cuatro: Energía, Desarrollo Social, Modernización y Producción. El 50% de los ministros nombrados por Macri registran a su vez cargos en empresas privadas.
Un ejemplo contundente es el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley, donde se nombraron 26 altos funcionarios que figuran como autoridades o dueños de empresas privadas. Algo contradictorio para desempeñarse en la coordinación de políticas de niñez y minoridad. El Secretario de Coordinación, Tomás Félix Elizalde figura con 20 cargos en empresas locales y 4 en empresas del exterior, y tres funcionarios de Gestión Territorial se dedican al expendio de comidas y bebidas.
Una muestra más de la política propatronal de Macri, que los trabajadores venimos soportandocon gobiernos militares, radicales, peronistas, aliancistas y kirchneristas. El control del Estado por un gobierno de los trabajadores se hace cada vez más urgente.
CEOsY PATRONES EN EL GOBIERNO (Algunos ejemplos)
MAURICIO MACRI: Presidente de la Nación. Directivo de Minera Geometales S.A. y con intereses en el Grupo Macri y varias participaciones en empresas off-shore.
MARCOS PEÑA: Jefe de Gabinete, heredero de la familia Peña Braun, terratenientes vinculados al genocidio de pueblos originarios y dueños del monopolio de supermercados La Anónima, en el sur.
MARIO QUINTANA: exVice Jefe de Gabinete. Figura con 13 cargos privados. Presidente de Farmacity, y fundador del grupo Pegasus, que controla esa cadena, heladerías como Freddo y barrios privados.
GUSTAVO LOPETEGUI: Vice Jefe de Gabinete, CEO de LATAM, empresa de aviación.
ALFONSO PRAT GAY: Ex Ministro de Hacienda, consultor del grupo financiero JP Morgan.
LUIS MIGUEL ETCHEVEHERE: Productor agropecuario y ex Presidente de la Sociedad Rural Argentina.
PABLO CLUSELLAS: Secretario Legal y Técnico de la Nación. 33 cargos privados: 16 en empresas extranjeras y 17 locales.
GUILLERMO DIETRICH: Ministro de Transporte. Directivo de varias empresas y concesionarias automotrices.
MARIANA HERRERA: Directora del Banco Nacional de Datos Genéticos. Titular de 2 empresas ligadas al negocio de la salud y la Genética (Genda S.A. y Mygen S.A.).
DANIEL PERRONE: Vicepresidente del Enargás. Accionista de dos empresas del sector energético.
MARIANO MAYER: Ex Secretario PYME. Figura en 24 empresas, 9 locales y 15 extranjeras.
HORACIO REYSER: actual Vicecanciller, se registra en 14 empresas, 11 locales y 3 extranjeras.