Compañeras y compañeros
A través de una serie de aciertos y logros electorales, el Frente de Izquierda y los Trabajadores se está ubicando como una fuerza nacional implantada en los principales distritos del país. Los aciertos comenzaron con la misma constitución del Frente, lo que ha permitido derrotar una y otra vez la maniobra proscriptiva de las PASO. Y los aciertos siguieron con el mantenimiento del FIT y su propuesta obrera y socialista, más allá de las visibles diferencias entre sus integrantes.
Por esos aciertos, hoy podemos celebrar las buenas elecciones en Salta y Mendoza, los dos nuevos legisladores provinciales conquistados en Neuquén, haber derrotado la maniobra fraudulenta con la que se intentó impedir la presentación del FIT en Santa Fe y superar las PASO también en la ciudad de Buenos Aires.
En cambio, quienes apostaron a alternativas sectarias como la del Nuevo MAS, o las falsas salidas de “centro izquierda”, como el MST o la Unidad Popular de De Gennaro y Lozano, avalada por el papa Francisco, o el difunto proyecto de UNEN como en el caso de Pino Solanas, no han podido superar la trampa antidemocrática del piso del 1,5 por ciento en la Capital.
La realidad ubica al FIT, lo volvemos a subrayar, como la única alternativa de izquierda de alcance nacional. Y por ello mismo coloca al Frente en condiciones de capitalizar el apoyo de millones de trabajadores y mujeres y hombres del pueblo que, rompiendo con el proyecto kirchnerista, rechazan las propuestas de más ajuste y represión al servicio de la entrega de Scioli, Macri y los radicales y Massa-De la Sota.
Pero este hecho aumenta la responsabilidad de quienes encabezan el FIT y de todos los que lo integramos y apoyamos, de ofrecer a esos millones que buscan una nueva alternativa una verdadera salida obrera y socialista.
Podríamos considerar que, si con lo hecho hasta aquí el FIT ha tenido estos logros electorales, basta con seguir haciendo lo mismo para continuar cosechando éxitos. Si pensamos así, quizás se mantengan o incluso aumenten un poco los porcentajes electorales, en la medida que han desaparecido “competidores” por la trampa proscriptiva de las PASO. Pero estaremos muy lejos de aprovechar todas las oportunidades que nos presenta hoy la realidad para hacer más grande al FIT.
La realidad del ajuste, la entrega y la represión nos exigen insistir más que nunca en la salida obrera y socialista a la crisis
Lo primero que nos muestra la realidad es que crece la bronca de los trabajadores y el pueblo por la inflación que hunde los salarios y jubilaciones, por el techo salarial del 25% que quiere imponer el gobierno, por los despidos y suspensiones que imponen las patronales, por el mal llamado impuesto a las ganancias sobre los sueldos, por los crímenes que crecen en los barrios de la mano del narcotráfico y la policía y la gendarmería, por la represión creciente a los trabajadores y todos los que reclaman sus derechos como vemos hoy con la militarización contra mineros y petroleros en Santa Cruz.
La crisis económica mundial golpea más que nunca a los pueblos del mundo y de nuestro país. Y la salida a esa crisis por parte de los gobiernos es que las consecuencias las paguemos los trabajadores.
Por eso han puesto en pie un “pacto de gobernabilidad, ajuste, entrega y represión” que encabeza el gobierno kirchnerista con el apoyo de todos los partidos patronales, los empresarios y los burócratas sindicales. Por ese pacto Cristina se hace cargo de garantizar el pago de la fraudulenta deuda externa que desangra el país y las ganancias de las multinacionales que controlan nuestra economía. Para ello impone el techo salarial, avala los despidos y suspensiones y manda a la policía y la gendarmería a reprimir, con el aval de la nefasta ley anti-terrorista, a quien proteste. Los partidos de oposición evitan cualquier acción que pueda cuestionar la continuidad de Cristina hasta completar su mandato. Y los burócratas sindicales, aunque se vean obligados a llamar algún paro aislado, frenan las luchas y evitan dar continuidad a las mismas con el plan de lucha que se necesitaría para derrotar el ajuste.
El Frente de Izquierda y los Trabajadores es la única alternativa electoral a nivel nacional que enfrenta este pacto de ajuste, entrega y represión. Y cuenta con un programa obrero y socialista como salida a la crisis que entre otros puntos plantea:
• Salario mínimo igual a la canasta. 40% de aumento para todos. 82% móvil para los jubilados.
• Prohibición de despidos y suspensiones. Reparto de las horas de trabajo entre todos sin rebaja salarial.
• Fin de la precarización laboral. Fuera las agencias de empleo.
• Igual trabajo, igual salario para las mujeres trabajadoras.
• Eliminación del impuesto al salario.
• No pago de la fraudulenta deuda externa.
• Expropiación sin indemnización y estatización bajo control obrero de la banca, el comercio exterior, las grandes empresas agropecuarias, la gran industria y las grandes empresas de servicios (luz, gas) y los recursos naturales (petróleo, minería).
• Plan de obras públicas para construir millones de viviendas, escuelas, hospitales, garantizando trabajo genuino para todos
• Fuera Milani y Berni. Basta de represión a los trabajadores y los luchadores sociales. Cárcel a los narcos y todos los corruptos como Boudou
• Paro de 36 horas y plan de lucha para imponer nuestros reclamos
• Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo que aplique estas medidas y avance en la construcción del socialismo.
Hemos visto, sin embargo, que en las PASO en muchos casos se ha insistido más en presentar la “foto” de los candidatos más reconocidos a través de afiches y demás recursos de publicidad, que en defender nuestras propuestas y nuestra salida.
También hemos conocido declaraciones del compañero Altamira y otros dirigentes en el sentido de que para integrar a otras fuerzas al Frente se podría acordar algunos puntos para agitar en las elecciones, en vez de presentar el programa del FIT como salida a la crisis.
Desde el PSTU estamos convencidos, en cambio, de que el programa del FIT es la principal herramienta con la que contamos para agrupar a millones de trabajadores y luchadores obreros y populares, para que además de pelear por obtener diputados y legisladores, el FIT levante un programa político que sea una referencia para los trabajadores que rompen con el gobierno y rechazan el plan de ajuste, llamándolos a organizarse, a sumarse a la campaña en sus lugares de trabajo y a imponer nuestro programa a través de la movilización y la lucha de la propia clase obrera y el pueblo.
La clase obrera y el pueblo necesitan un norte político para imponer sus intereses. La responsabilidad del FIT es ofrecer ese programa político con las medidas de fondo que los trabajadores necesitan, en lugar de rebajarlo o “esconderlo”.
Por eso insistimos en la necesidad de que todos los luchadores obreros y populares del FIT, comenzando por sus tres integrantes “oficiales”, defendamos el programa acordado y hagamos todos los esfuerzos por hacerlo conocer entre los trabajadores y el pueblo, a través de actos, pintadas, volanteadas, agitaciones y todo tipo de acciones en común.
¿Qué nos mostró el acto del 1° de Mayo en la Capital?
La fuerza de esas acciones en común quedó claramente a la vista en los actos del 1° de Mayo del FIT en todo el país.
Por otra parte, el acto central en la Capital mostró que, además de una alternativa electoral nacional, el Frente de Izquierda y los Trabajadores se ha convertido en un polo de atracción para corrientes que tienen real implantación en el movimiento obrero y popular.
Junto a las columnas de las tres fuerzas que encabezan el Frente -el Partido Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS) e Izquierda Socialista (IS)- y de quienes venimos integrando y apoyando el FIT desde sus inicios, como el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), se dio la presencia de los compañeros de la corriente Tupaj Katari que lidera Carlos el “Perro” Santillán, la Corriente Político y Sindical Rompiendo Cadenas, el Frente Popular Darío Santillán, CRCR, CS, Pueblo en Marcha, etc.
Todas y cada una de estas corrientes contamos con implantación, tradición y dirigentes obreros de reconocida trayectoria. Junto a los principales dirigentes políticos y sindicales, como Jorge Altamira, Néstor Pitrola, Christian Castillo, Myriam Bregman, el “Pollo” Sobrero, aparecen compañeros como el ya nombrado “Perro” Santillán, Enrique Gandolfo, secretario general de la CTA Bahía Blanca y de la Corriente Rompiendo Cadenas.
En el caso del PSTU contamos con la presencia de Rodolfo “Cacho” Vidal que encabeza la Comisión Interna de Felfort, los delegados petroleros de la compañía SP de Comodoro Rivadavia, que integran la Lista Verde encabezada por el compañero Daniel Ruiz, delegados metalúrgicos de larga trayectoria como Hugo Navarro que encabezan la corriente Avanzada Metalúrgica y dirigentes docentes como Silvia Martín de la conducción del SUTEBA La Matanza.
Esta presencia de corrientes y dirigentes obreros y populares en la Plaza el 1° de Mayo muestra una realidad: que la conducción integrada sólo por las tres fuerzas que encabezaron el FIT desde su fundación ya no refleja la realidad de la composición y extensión del Frente.
No basta con incorporar algunos candidatos de los nuevos integrantes a las listas o nombrar y leer saludos de esas organizaciones en los actos. Es hora de que se integre a la conducción, a la organización y a las listas de candidatos del FIT a representantes de todas las fuerzas que hoy lo componemos y que hemos aportado con nuestro esfuerzo a todos los éxitos cosechados por el Frente a la par de los partidos fundadores.
No puede ser un argumento en contra de esta integración que se alterarían los equilibrios acordados entre las distintas fuerzas fundadoras, incluyendo el reparto entre esas fuerzas de las primeras candidaturas que permiten acceder a cargos electivos o el reparto del dinero que otorga el Estado a los partidos que participan en las elecciones.
No puede anteponerse los intereses de aparato de las tres fuerzas fundadoras a la imperiosa necesidad de agrandar el Frente, integrando democrática y equitativamente a todos los que con su esfuerzo están haciendo más grande al FIT. El FIT y su crecimiento no pueden quedar trabados por el reparto de cargos electorales y dinero del Estado, porque entonces en vez de ser una alternativa obrera y socialista independiente, sería un rehén de la podrida y corrupta democracia patronal de los Kirchner, los Scioli, los Macri y los Massa.
El PO, el PTS, el IS, todas fuerzas que se dicen trotskistas –lo que significa revolucionarios que no se dejan atar por el estado capitalista- deben dar un ejemplo en este sentido y abrir la conducción, la organización y las listas del FIT a todas las organizaciones obreras y populares que defiendan su programa.
Actuar unidos para plantear nuestra salida y ofrecer una clara alternativa de independencia política de clase
Pero hay otra lección fundamental que surge de los actos del 1° de Mayo. Y es que, a pesar de todas las diferencias, podemos presentar un verdadero frente unido, un polo de atracción para organizar a los luchadores de la clase obrera y el pueblo, basado en nuestro programa común.
Lamentablemente, eso no es lo que ha sucedido a lo largo de estos años con las fuerzas del FIT. Por el contrario, cada una de las fuerzas ha actuado por su lado y, en muchos casos, enfrentándose con distintas políticas en las luchas y en las elecciones gremiales, dejando de lado los acuerdos programáticos alcanzados.
Otra muestra de esta debilidad han sido los plenarios político-sindicales convocados por distintas fuerzas, como el de Atlanta encabezado por el PTS e IS en 2013 o el de Platense que llamaron el Pollo Sobrero y el Perro Santillán o el del Luna Park convocado por el Partido Obrero en 2014.
Ante el freno y las maniobras de las distintas direcciones burocráticas –Caló con sus idas y vueltas en la negociación paritaria y su paro metalúrgico fantasma, ahora levantado por el acatamiento a la conciliación obligatoria del gobierno, los gremios del transporte y Moyano amagando sin concretar su paro de 36 horas- los trabajadores no encuentran ninguna alternativa.
Las fuerzas que integran el FIT, en particular los dirigentes más reconocidos como el Pollo Sobrero, el Perro Santillán, el Poke Hermosilla (dirigente de Kraft), la conducción del SUTNA San Fernando, las conducciones de los SUTEBA y de los sindicatos docentes rebeldes, AGDUBA y la Conadu Histórica, Néstor Pitrola y tantos más, tienen en sus manos la posibilidad de convocar ya mismo a un plenario obrero unificado. Desde allí se podría organizar la pelea en los gremios de todas las centrales para exigir que las CGT y CTA convoquen al paro de 36 horas y el plan de lucha que necesitamos para imponer los reclamos más inmediatos. Como el aumento del 40% y el salario mínimo igual a la canasta, el 82% móvil para los jubilados, la prohibición de despidos y suspensiones, la eliminación del impuesto a las ganancias.
Y al mismo tiempo apoyar unitariamente todas las listas alternativas que enfrentan a la burocracia en los distintos gremios y lugares de trabajo.
Ese mismo plenario podría comprometerse a utilizar las candidaturas y la campaña electoral del FIT para presentar esta propuesta y llevarla a todos los rincones del país.
Un plenario democrático convocado con estos objetivos sería un paso fundamental para consolidar al FIT no sólo como una gran fuerza electoral de izquierda a nivel nacional, sino como un frente que pone a sus candidatos y legisladores al servicio de las necesidades y la lucha de los trabajadores y el pueblo.
Defendiendo el programa común, incorporando a la conducción del Frente a todas las corrientes y dirigentes que lo impulsan y promoviendo un plenario unitario de todas las fuerzas para desde ahí intervenir sobre la CGT y la CTA impulsando la lucha para derrotar al plan de ajuste.
Las PASO no pueden ser el mecanismo para dirimir candidaturas en el FIT
Al cierre de esta edición de AS supimos que se dirimiría la candidatura presidencial del FIT entre Jorge Altamira del PO y Nicolás del Caño del PTS a través de las PASO. Todas las fuerzas del FIT venimos denunciando que las PASO son un mecanismo proscriptivo y anti democrático que implementa la burguesía en contra de las organizaciones obreras y populares, para trabar su participación electoral. Es por eso que consideramos que las PASO no deben ser el mecanismo para dirimir las candidaturas de la izquierda.