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En memoria de la Polaca

Hace pocos días, tuvimos una pérdida muy grande, la querida Polaca nos dejó. En nuestra página web se pueden ver los saludos que nos llegaron de los distintos partidos de la Internacional y las imágenes del humilde homenaje que con mucha emoción hicimos en el Cementerio de Olivos. Reproducimos aquí el saludo del compañero Ángel Luis Parras de Corriente Roja, nuestro partido de España, haciendo nuestras sus palabras.

A la familia de Elzbieta, a los compañeros y compañeras del http://nuevo.pstu.com.ar/wp-content/uploads/2014/09/trotskyarchivo.jpg argentino

Acabo de ver la nota enviada donde se informa de la muerte de Elżbieta, nuestra querida Polaca. Poco hay que añadir a la nota del Secretariado de la LITci, al homenaje y condolencia por la pérdida de una compañera tan querida.
Tuve el honor y el privilegio de conocer a Elżbieta, en un momento muy difícil de nuestra vida militante.
Eran los años donde el vendaval oportunista campaba a sus anchas y la LIT-ci vivía amenazada por todas las partes. Los acontecimientos de Este europeo habían hecho caer no pocos pedazos del muro sobre la cabeza de la izquierda mundial y en la propia LIT-CI buena parte de sus dirigentes sucumbían a ese aluvión propagandista de que el “socialismo murió”. En ese momento diezmados de fuerzas, sin apenas recursos, un pequeño grupo, apenas una patrulla, de abnegados militantes comenzaron la ingente tarea de construir en el este de Europa la LIT-CI, reconstruir una organización trotskista, eso que el estalinismo nos había negado a sangre y fuego durante décadas.
Y allí estaba ella, La Polaca, ajena a una edad que no era ya para “aventuras”, en medio de una carencia más que notable de medios, intentando abrir paso a unas ideas entre jóvenes y obreros polacos. De su mano conocí Varsovia y Katowice, a los compañeros jóvenes y trabajadores con los que ella desempeñaba sus tareas políticas. Me sobrecogió el ímpetu, el coraje, las convicciones con las que militaba esta ya veterana trotskista. Viví durante unos días en la mas que humilde, por decirlo poéticamente, vieja casa en la que tenia alquilada una habitación.
Desde entonces “la gallega del Este” como ella misma se apodó para recordarme que yo era “el gallego del Occidente”, se me quedó en el recuerdo, en el corazón y en la admiración que siempre he tenido por ella.
No tengo en mi biblioteca ningunas obras completas o escogidas de Elżbieta, pero conservo en mi cabeza y en mi corazón lo que aprendí de esta maestra revolucionaria, que me enseñó a ser inasequible al desaliento, a saber que en la vida nada se logra sin esa capacidad de sacrificio, de abnegación. Tener algunas ideas no es muy difícil, vivir toda tu vida siendo consecuente con ellas, sabiendo que muchas veces hay que hacerlo contra corriente… ¡eso es lo mas difícil!
Conservo algunos de los últimos correos que recibí de Elżbieta. En uno de ellos me decía:

Hola, Gallego del Occidente
Por favor mandame decir como se dice en Gallego, en Catalán y/o en cualquier otra lengua de las que se hablan en el Estado Español “Un muerto que no para de nacer”. Es parte de una canción de protesta. Luego te explico con más detalle para que qué lo necesito. Para que veas, ya la tengo en chino y en guaraní.

Un grandísimo abrazo

Que paradoja de la vida, “un muerto que no para crecer”. Por todo lo que aprendí de ella, porque estaba ahí cuando era muy muy difícil estar, porque no seríamos nada sin militantes, abnegadas/os, internacionalistas, apasionadas/os como Elżbieta, mi eterna gratitud hacia ella.
A su familia, a las compañeras/os del PSTU argentino, en mi nombre y en el de todas/os los militantes de Corriente Roja, nuestro mas sentido pésame por esta pérdida que sentimos como propia.
Chao Polaca, adiós Gallega del Este. Que las generaciones mas jóvenes de revolucionarios del mundo tomen nota de tu ejemplo. Que algún día los trabajadores y los jóvenes polacos, te recuerden y te rindan tributo como lo que siempre fuiste una de ellos/as.

Querida Elżbieta, HASTA EL SOCIALISMO SIEMPRE