Enfrentan al gobierno, a los buitres y las petroleras

En la Patagonia se vive un momento de inversiones de capitales para acelerar el saqueo petrolero, gasífero y minero. Por eso se generó y seguirá la pelea entre sectores patronales de las provincias y el gobierno nacional, por la ley Chevrón-YPF de hidrocarburos. Es decir, por el reparto de “torta” de la renta petrolera.
Como contrapartida, esa rapiña capitalista necesita más mano de obra. Impone a los obreros jornadas agotadoras y más horas extras. Por eso en la región petrolera es mayor el empleo y la afiliación sindical es masiva. Pero también el costo de la canasta familiar y la inflación en esas latitudes son mucho mayores que en otras regiones del país.
Desde hace años los petroleros vienen luchando duramente por mejores salarios y logrando aumentos y otras importantes conquistas, como relata el compañero Daniel Ruiz en esta misma página. Pero esos altos salarios chocan con mayores precios en todo y el maldito e implacable “mínimo no imponible” del gobierno. El ajuste del gobierno se hace sentir y la bronca y las luchas van en aumento. Surgen nuevos delegados combativos en muchas empresas. A los ataques patronales se les responde con fuertes medidas de acción directa, cortes y movilizaciones. La solidaridad de la población con la resistencia obrera es muy grande.

Entre las peleas patronales y la presión de las bases

Los sindicalistas tradicionales, siempre conciliaron con los empresarios y los gobiernos de turno. Por eso vemos como se agrupan y realinean cuando se pelean las patronales y sus gobiernos. Pero el arte de mantener el sillón que ocupan, en épocas de rebelión obrera, depende de si logran responder a las presiones sin cuestionar el dominio patronal. En ese marco, el plenario petrolero patagónico es un logro, producto de la combinación de las peleas patronales y los realineamientos sindicales con la enorme y creciente presión de las bases. Tal es la fuerza de los petroleros desde abajo, que el sindicato Santa Cruz que no participó del plenario, tuvo que plegarse al paro convocado por el mismo para no ser desbordado.
Ante más de 700 delegados y mil obreros petroleros presentes, se leyó el documento “En la unión está la fuerza: Los trabajadores, que desde esta Patagonia generan y garantizan la mayor producción de petróleo y gas están cansados de ver cómo el sacrificio de las muchas horas extras, largas jornadas y desarraigo familiar sigue siendo vilmente confiscado por el deplorable e injusto impuesto a las ganancias, por lo que se exige que en forma inmediata se eleve el mínimo no imponible de dicho impuesto”.
A la vez, se marca un antecedente: son las bases que ponen el cuerpo las que deben seguir decidiendo. Si el plan de lucha fue votado en un plenario de delegados, el resultado final de las negociaciones que llevan los dirigentes debe ser refrendado en otros plenarios de delegados similares.

 

¡Que los buitres no nos coman el aguinaldo y las vacaciones! Ni un peso para la deuda externa. ¡Que las multinacionales y otros capitalistas paguen el impuesto! ¡Abajo la ley Chevrón!

Queda claro que el mecanismo usado para destrabar el conflicto petrolero patagónico por el impuesto es para que el gobierno no modifique el mínimo no imponible y cumplir con los pagos a los buitres y otros usureros “buenos”. Pero a la vez, el hecho de que las operadoras petroleras, YPF-Chevrón y todas las otras multinacionales, acepten pagar a sus trabajadores la compensación por parte de esos descuentos y el pago de un bono de fin de año, muestra un camino para otros tantos cientos de miles de trabajadores, afectados por este saqueo al bolsillo y para los millones que sufrimos la inflación que nos roba los salarios a todos. Ahora seguirán las negociaciones con los bancarios y otros gremios. En Chubut los camioneros ya reclaman una compensación como la de los petroleros. La CTA local reclama por alguna compensación, mientras divide el plan de lucha de los petroleros convocando medidas para otro día.

 

Plan de lucha de las CGT y CTA

Es necesario exigir a las CGT y las CTA que dejen de priorizar su pacto con el gobierno y oposotires patronales y sigan el ejemplo del plenario de delegados petroleros patagónicos y convoquen a los delegados de todos los gremios a encarar un plan de lucha por los mismos reclamos. El trámite parlamentario de Caló que propone un proyecto de ley de los diputados metalúrgicos (Gdansky-Martínez) es puro chamuyo. ¡Basta de impuesto al trabajo! ¡Qué todas las empresas que se la “llevaron en pala” lo paguen y no despidan ni suspendan. ¡Bono de fin de año para paliar la inflación! A la vez, llamamos a todos los sectores combativos que a partir del representativo plenario del SUTNA – San Fernando en el 2013 nos movilizamos contra el impuesto, a que unifiquemos iniciativas y convoquemos a asambleas y plenarios que impulsen acciones, tomando el ejemplo de los petroleros patagónicos.

 

6 de noviembre de 2014