Dos tareas para la clase obrera
Al terremoto electoral, le siguió el de los precios, la inflación se profundiza imparable y los golpes que nos sigue descargando Massa, por mandato del FMI. Massa pone en marcha el plan de Milei y Bullrich.
Recibimos palos de todos lados, y las direcciones sindicales y políticas del movimiento obrero y popular no se dan por enteradas. Son cómplices de esta situación que atormenta a millones que trabajan en condiciones de mayor explotación, y que cobran salarios que no alcanzan ni para una semana. Ni hablar de los jubilados, desesperados ante los aumentos de los remedios, además de los alimentos, o de quien necesita alquilar y no puede -de comprarse una casa: ya ni el sueño-.
Tenemos que salir de la parálisis a que nos somete la casta parásita. No solo los políticos y los sindicalistas traidores, sino también los medios de difusión y los verdaderos dueños, los grandes empresarios nacionales e internacionales. A ellos Milei no los denuncia, porque son los que le pagan.
Hay que enfrentar todo esto ya mismo, sin esperar un calendario electoral inventado para hacernos votar cada dos años a quienes se enriquecen hambreando al pueblo y favoreciendo a los grandes capitalistas, banqueros, terratenientes.
Frenar estos planes
Desde abajo, debemos poner en pie un plan de lucha, organizándonos por nuestra propia cuenta en asambleas de fábrica, de escuela, de barrio. Uniendo los reclamos, coordinando y apoyando cada lucha. Tomando el ejemplo del heroico pueblo jujeño. Imponiendo a los dirigentes gremiales y de organizaciones populares la unidad para luchar.
Sabiendo que cada pelea será reprimida, tal como prometen Milei y Bullrich si gobiernan, y como ya hace Massa. Desde cada asamblea tiene que salir el reclamo, y el método de lucha, de acción directa autoorganizada, que tiene que pasar por encima de los obstáculos que nos ponen las leyes e instituciones del Estado patronal. Y preparar desde el inicio la defensa de la movilización y de las compañeras y los compañeros. No podemos permitir que nos peguen, nos encarcelen y repriman como en Jujuy, o directamente nos maten con descaro, como hicieron con Facundo Molares en una movilización pacífica en el Obelisco.
En síntesis hay que enfrentar y derrotar desde ahora la ofensiva brutal de este Gobierno, y que aumentará con el próximo Gobierno. Esta es la primera tarea.
¿Qué país queremos?
La segunda, es enfrentarlos también en la discusión sobre el país que necesitamos, y cómo lograrlo. Los tres candidatos más votados ofrecen ajuste, Reforma Laboral antiobrera, persecución a los sindicatos y delegados honestos, privatización de la salud y la educación. Si los trabajadores resistimos, habrá represión.
Milei y Bullrich lo dicen. Massa dice otra cosa, pero lleva adelante el mismo plan del FMI que defienden los “opositores”.
Ellos quieren rebajar el salario, y nosotros proponemos un mínimo igual a la canasta familiar, indexado mensualmente de acuerdo a inflación.
Ellos se reúnen con el FMI para jurar que pagarán la estafa de la Deuda. Nosotros queremos echar al Fondo, y dejar de pagarla.
Ellos defienden la propiedad privada de los grandes capitalistas y nosotros decimos que esa propiedad y su sed de ganancia deben terminar: ¡Expropiación de los grandes capitalistas de las finanzas, la industria y el campo! Para un plan de desarrollo al servicio de las necesidades populares. Tomar en manos de la clase obrera y la población las fábricas de alimentos, frigoríficos, grandes extensiones agrícolas, laboratorios, energía.
Ellos quieren exportar todo. Nosotros queremos comida y servicios baratos y de calidad para el pueblo. Para eso, monopolio del Estado del Comercio Exterior, y exportar solo lo que sobre.
Ellos quieren seguir con la especulación financiera y cambiaria. Para eso, “cerrar” o “independizar” el Banco Central. Nosotros queremos acabar con toda especulación. ¡Estatización de toda la banca!, dejando un solo Banco Nacional y cerrando los demás.
Ellos entregan a las multinacionales las riquezas: gas, petróleo, minerales. Nosotros buscamos expropiar a esas multinacionales y nacionalizar el suelo y el subsuelo de la Argentina.
Ellos preparan represión para nosotros. Nosotros queremos organizar junto a la clase trabajadora, la represión masiva a todos los que nos estafan, nos roban y nos explotan.
Ellos usan la Constitución, sus leyes, su Congreso, ministerios, policía y Justicia para garantizar su dominación. Nosotros queremos acabar con todo eso, imponiendo un nuevo Estado: un estado obrero y popular, gobernado democráticamente por la clase trabajadora.
Ellos nos declararon la guerra y luchan por una contrarrevolución capitalista contra el pueblo. Es hora de que les declaremos la guerra, porque Argentina necesita una Revolución Obrera y Socialista, para acabar con los capitalistas y la dependencia nacional.