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“Esperanza” y Realidad

La Plaza estaba llena. Había mucha euforia y también expectativas, algunos se emocionaron hasta las lágrimas, se terminaba el gobierno de Macri; se iba, después de atacar sin miramientos el nivel de vida de los trabajadores, las condiciones laborales, el empleo, y ni hablar de la educación, la salud y la vivienda. Y como si esto fuera poco los más elementales derechos democráticos, encarcelando y persiguiendo opositores. 

 La verdad que todos esperaban anuncios concretos sobre salarios, tarifas, hambre y la desocupación. Pero Alberto Fernández y Cristina en sus discursos, volvieron a hablar de eso que los trabajadores y el pueblo sabemos y sentimos en carne propia, pero no hubo nada muy diferente de lo dicho en la campaña electoral. Aunque se refirió al problema de la violencia contra las mujeres, no dijo nada sobre el aborto, según él, “un problema de salud pública”. 

Sí habló del “derecho de los jóvenes al primer trabajo”, a través de las pasantías con becas pagadas por el Estado, algo que sí se parece a lo que hoy ya existe, serán los patrones quienes más se beneficiarán evitando pagar los salarios completos. Algunas partes del discurso presidencial obtuvieron muchos aplausos a pesar que aún son simplemente anuncios. Uno fue cuando se refirió a la intervención a la AFI (ex SIDE) una verdadera máquina de corrupción al servicio de empresarios, gobiernos de turno, y políticos, para sobornar, chantajear y subordinar voluntades, quitándoles ahora los fondos “secretos”. Y también habló de un “nunca más” judicial proponiendo una Reforma Judicial, sobre todo en Comodoro Py, por las “persecuciones y prisiones preventivas” discrecionales y causas armadas. Por ahora no parece apuntar a impedir que luchadores como Sebastián Romero dejen de estar perseguidos, ni que los responsables del encarcelamiento de Daniel Ruiz y tantos otros, como la ministra Bullrich, sean acusadas de semejantes delitos. Y tampoco que los responsables de utilizar esos “servicios” en anteriores gobiernos sean enjuiciados. Habrá que exigir que todos ellos vayan presos.

La Deuda y el hombro

  Sin embargo, lo que quedó absolutamente claro, en el discurso de Alberto Fernández y también en la conferencia de Martín Guzmán, el flamante Ministro de Economía, fue que la Deuda Externa será el centro de la política económica.

Algunos compañeros creen que los dichos de Alberto que “para pagar hay que crecer” primero, es una posición dura ante los acreedores y que eso mejoraría la situación de los trabajadores. Opinamos que se equivocan. Más allá de alguna política coyuntural de mejora salarial que difícilmente nos haga recuperar algo de lo realmente perdido, mientras haya que pagar esa estafa, volveremos al punto de partida. En realidad, lo que han hecho los Fernández es reconocer y legalizar las maniobras fraudulentas y esa estafa del gobierno de Macri con los dólares “prestados” por el FMI.

“Pagar después de crecer” solo patea la pelota para adelante. Según todos los informes publicados en los medios, el centro de la negociación con el FMI y los demás acreedores es lograr un plazo de dos a tres años para continuar pagando. Eso quiere decir que “vamos a juntar los dólares para poder pagarles” y ¿mientras tanto? nos ajustaremos el cinturón para poder juntar los dólares.

Por eso los Fernández decidieron no discutir el presupuesto 2020 “hasta tanto no se negocie con el FMI” los plazos y formas de pago. Pero si de verdad la principal preocupación fueran las necesidades populares, sí deberían discutir un presupuesto de emergencia que contemplara un aumento en las partidas para educación, salud y vivienda. Aumentos salariales para todos los trabajadores, las pensiones y jubilaciones. Ampliación de los planes sociales y trabajo genuino, etc. Queda claro que no es así.

Que no nos aten las manos con el “Pacto” que proponen los Fernández

Lejos de esto, Alberto nos convoca “a todos poner el hombro para poner a la Argentina de pie”. ¿Pero a quienes se refiere? ¿A los especuladores? ¿A las multinacionales agrarias? ¿A los que se la llevaron en pala, según Cristina? ¿O se refiere a los trabajadores que deberíamos poner “el hombro “cediendo conquistas, aceptando perder salarios ante la inflación, admitiendo trabajos de inferior calidad y súper explotados?

 Para que “todos” pongamos el hombro los Fernández convocarán a  trabajadores, empresarios y representantes del campo para la puesta en marcha de “acuerdos básicos de solidaridad en la emergencia, para encender los motores de nuestra economía”. 

Todo parece indicar que el “Pacto Social” con los “acuerdos básicos” es congelamiento de precios y salarios, mientras los empresarios ya aumentaron los precios haciendo un “colchón” y los trabajadores “representados” por los Daer y los Caló aceptan ser “solidarios” resignando nuestro nivel de vida, teniendo “paciencia” hasta crecer. A los compañeros que tienen expectativas les decimos que no podemos tener ninguna confianza en este gobierno. Hasta ahora ninguna medida apunta a resolver los problemas de fondo que padece el pueblo. Todas son medidas de “emergencia”. Tendremos que mantenernos alertas y organizados para impedir que con el cuento de ser solidarios nos apliquen las medidas que con duras luchas hasta ahora habíamos derrotado .