Nos muestran el plan laboral como algo nuevo, para combatir la informalidad y la desocupación. Sin embargo, es un calco de las medidas tomadas en la década del ’90 por Menem-Cavallo, con los mismos falsos argumentos y, con seguridad, con los mismos terribles resultados.
El 13 de noviembre de 1991, bajo el gobierno Menem, el Congreso sancionó la Ley 24013, (Ley del Empleo) para “objetivo de proteger y crear empleos y combatir el trabajo en negro” (“ante el siglo XXI”).
Bajo el objetivo de “promoción y defensa del empleo y protección de los trabajadores desempleados” marcaba entre sus fines: “Art. 2: b) Prevenir y regular las repercusiones de los procesos de reconversión productiva y de reforma estructural sobre el empleo, sin perjuicio de salvaguardar los objetivos esenciales de dichos procesos; y f) Promover el desarrollo de políticas tendientes a incrementar la producción y la productividad”, es decir, igual que ahora.
Y avanzaba: “Art. 24: e) Implementación de las modalidades de contratación previstas en esta ley”, y luego reglamenta los contratos eventuales (“basura”). Además, instituye el “procedimiento de crisis” que obligó a los sindicatos a negociar bajas de conquistas y salario cuando una empresa se declara en crisis, disminuyendo el monto de las indemnizaciones que las empresas debían pagar por despidos.
¿Cuál fue el resultado?
Según el diario Clarín (coincidiendo con todas las estadísticas de la época), “El total de desocupados que deja el gobierno menemista se mantiene en 1,9 millón de trabajadores. Con estas cifras se confirma que en sus 10 años de mandato el menemismo duplicó la desocupación. Hace una década la Argentina tenía (octubre de 1989) 7,1% de desempleo, y ahora Menem dejará el gobierno con una tasa del 14%.También durante la última década se elevó el nivel de personas subocupadas. En el INDEC se proyecta ahora a una tasa del 15% (cuando Raúl Alfonsín se fue, el subempleo era del 8,6%). Esto afecta a 1.980.000 trabajadores. Entre desocupados y subocupados hay casi 4 millones de personas con problemas de empleo. Esto es, uno de cada tres argentinos”(1).
Bajo De La Rúa y con las mismas leyes, creció a 5 millones, más un 40% de trabajo en negro. Todo culpa de la Ley de Empleo, junto a las privatizaciones y la recesión y cierre de empresas (que se aprovecharon del “procedimiento de crisis”).
Esa dura realidad para los trabajadores y el pueblo argentino, estuvo en la base de la gran crisis, y el argentinazo del 2001, y el derrumbe de De la Rúa. Cualquier obrero que vivió esos momentos, puede dar testimonio de lo que estamos diciendo acá. ¿Será ese el fin de la película que ahora Macri quiere volver a proyectar, vendiéndola como estreno?
(1) 5.-12-1999, -Marcelo Bonelli-.