Tras un 2020 en el que vimos a los diferentes gobiernos seguir incrementando políticas represivas, a funcionarios represores iniciar sus carreras electorales en base a palos y gases, a luchadores y luchadores perseguidos y encarcelados mientras muchos genocidas siguen libres, y a instituciones policiales manchadas de sangre, es evidente que no se puede “pasar de página” (como pidió Alberto el año pasado). Sino que hay que luchar para terminar con la impunidad de los asesinos que integraron e integran esa maquinaria represiva que nunca dejó de atacar al pueblo trabajador.
Basta con recordar la brutal represión en Guernica. O el rostro de Facundo Castro, Luis Espinoza y tantos otros desaparecidos o asesinados por la policía. O saber que el genocida Fernández Garello sigue ocupando las altas esferas judiciales mientras Daniel Ruiz y César Arakaki continúan procesados y Sebastián Romero sigue preso. O ver la impunidad con la que hacen campaña Sergio Berni, Patricia Bullrich, Massoni y tantos otros represores. O ver que uno de cada cinco femicidas son uniformados, protegidos por las fuerzas a las que pertenecen como demostró el caso Úrsula, fuerzas que tampoco hacen nada para frenar esa ola cada vez más grande de femicidios: sin “ni una menos” no puede haber “nunca más”.
Venimos de un año en el que la falsa cuarentena sirvió de excusa para que las fuerzas represivas mostraran nuevamente su rostro asesino, y todo indica que esa represión se irá recrudeciendo conforme vaya avanzando la crisis económica. Tenemos que luchar por justicia por quienes ya no están, y para frenar la represión asesina que está por venir.
Copemos las calles
Sobran los motivos para salir este 24 de marzo. Pero desgraciadamente un sector importante de los organismos de DD.HH. (Abuelas, Madres Línea Fundadora, H.I.J.O.S. Capital, CELS) llaman a no marchar, excusándose en la pandemia, tal y como fue el año pasado.
Nosotros entendemos perfectamente la necesidad de cuidarse del Covid-19, y desde el inicio de la pandemia venimos exigiendo medidas reales para combatirlo. Pero, creemos que es urgente ocupar las calles, con los protocolos y las medidas correspondientes, para decir presente en los principales lugares públicos del país, y dejar en claro que la impunidad y la represión no serán toleradas.
Por eso, este 24 de marzo, saldremos a la calle a demostrar que no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos: invitamos a quienes quieran seguir peleando por memoria, verdad y justicia a marchar junto al PSTU.