El pasado 4 de septiembre, una patota del gremio petrolero dirigido por el “Loma” Àvila desalojó en forma violenta un piquete de docentes y estatales de las rutas de Comodoro Rivadavia. Alineados con el gobernador Arcioni y su ajuste intentaron derrotar la lucha. El hecho provocó el repudio generalizado y hasta obligó a la CTERA a convocar a un paro nacional, como así también al gremio de los camioneros de la zona.
Lejos de representar a la base petrolera, al día siguiente se realizó una movilización multitudinaria en repudio a la patota y en apoyo a la lucha.
El PSTU viene participando activamente de esta pelea, y publicamos algunos testimonios que puedan reflejarla. Y a su vez, llamamos a redoblar la lucha y exigimos a la CTERA, CTA y CGT que no dejen solo a los trabajadores chubutenses y convoquen a medidas contundentes de solidaridad. Porque si ganan los estatales de Chubut, ganamos todos los trabajadores.
Avanzada Socialista pudo entrevistar a Marion Pérez Barrías, profesora de Nivel Inicial y Vicedirectora de Escuela Domiciliaria y Hospitalaria Nº 301. Ella pudo narrarnos en primera persona lo vivido:
Eran las 03:33 horas, me encontraba dentro del auto, ubicada con balizas en el semáforo que confluye a la estación de servicios Action. Entre llantos, sintiendo miedo y desesperación advierto a los que posteriormente serían los autores del terror vivido. Intento llamar por teléfono a mi querida compañera Claudia Catalán, temblando, entre la angustia y el llanto invocando a Dios para que nos proteja y me de fuerza para actuar en consecuencia.
-Ahí van… ahí van Claudia,… salgan de ahí ya!!! Van con palos y con las caras tapadas
Nos van a matar a golpes, son muchos. Me responde: “Los vemos, están llegando” con una voz desgarradora.
Recuerdo lo pactado por todos los presentes esa madrugada, no confrontar si es inevitable nuestra retirada lo haremos pacíficamente como siempre han sido nuestras luchas.
Celulares cargados para las evidencias… Y eso hago!!!
Filmo…filmo mirando el grupo de hombres que van camino a la rotonda de 3 y 26. Camionetas y autos particulares, camionetas que decían “sindicato de petroleros”.
No podía comprender la situación. No estaba en nuestro ideario, esperábamos un escribano, las fuerzas policiales y los trabajadores petroleros en sus respectivas camionetas dispuestos a subir a trabajar…
No. Una patota, encapuchados ellos, con palos y otros elementos.
En el recorrido me detengo ante una camioneta, allí iban más o menos diez de estos hombres tomando alcohol y tirando las latas sobre la ruta. Mi sentimiento de impotencia estaba en el punto máximo. Ansiosa corrí para ver cómo se encontraban mis compañeros presentes en el lugar.
La patota se ubicó frente de la fila de docentes, la mayoría mujeres que esperaban para dialogar. Empujones, atropellos, gritos, amenazas, tirones, violencia de un grupo hacia otro. Nos “pasan por arriba” como había amenazado el Sr. Avila, cumpliendo con su cometido.
Inmóviles ante la situación violenta, siguen los agravios.
-¡Anda a lavar los platos!
-¡Anda a enseñar a mis hijos conchuda!
-¡Que lloras si tu marido te mantiene, vaga!
-¡Queremos laburar! ¡Rajen de acá, rajen que se la vamos a dar!
Cuerpos que gesticulan manifestando sus intenciones, sus ojos intimidan y demuestran actitudes de justicia por mano propia.
A nuestros compañeros varones los provocan para pelear.
Inmediatamente me dirijo al patrullero preguntando:-“Ustedes no hacen nada?”-“No hacen nada?”.
Observo el camino a Rada Tilly y veo como se iban, en contra mano, dos patrulleros.
Concluyo: “Esto es zona liberada”.
Vuelvo al centro de la situación observando como queman nuestras cosas, la comida, ranchos, reposeras, tiraban el agua… Y se apaga la luz… seguían llegando más patoteros… zona liberada… Un impulso!!! ¿Voy a buscar ayuda? Salgo raudamente a la seccional tercera donde recibo la nada misma.
Los policías no actúan como servidor público…como lo digo en el video: no puedo comprender como dejan que nos avasallen de esa manera siendo que somos la mayoría mujeres. Violencia institucional. No podemos permitir que un policía no cumpla con su deber.
Quiero detener mi relato para agradecer a quien publicò en su Facebook:
“Hoy nos recibimos de carneros” Palabra tan utilizada en la jerga policial. Lo cual confirma que esa madrugada fuimos entregadas en bandeja a la patota del Sr. Ávila quien está al servicio del ministro de seguridad, Sr. Massoni y al Sr. Gobernador Mariano Arcioni, responsable de que hoy nos manifestemos en las calles y rutas.
Repudiamos y exigimos una investigación seria y profunda con responsables a fin de esclarecer los hechos de los autores intelectuales de la misma para evitar la instalación de una situación de impunidad en nuestra provincia.
Solicitamos la renuncia del ministro Massoni y que se realice una mesa de dialogo basados en el espíritu y en los principios de igualdad para que de una vez se solucione este conflicto responsabilidad del Sr. Gobernador.
¡Queremos estar en el aula! ¡Nuestro lugar es en el aula, y no en las rutas!
¡LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA! ¡NI UN PASO ATRÁS!