other

EXPLOTA REFINERÍA EN PLAZA HUINCUL: ¡BASTA DE TRABAJADORES MUERTOS POR AVARICIA PATRONAL! ¡QUE PAGUEN TODOS LOS RESPONSABLES!

A pocas horas de terminar el turno noche, en la madrugada del jueves 22 de Septiembre, 3 trabajadores petroleros perdieron la vida cuando explotó un tanque de crudo en la refinería New American Oil de Plaza Huincul, Neuquén. Los obreros Fernando Jara (34), Gonzalo Molina (31) y Victor Herrera (58), que se estaba por jubilar ya pasado de edad, fallecieron con la explosión y el posterior incendio. Otros se salvaron por no estar en los camiones cuando éstos también se encendieron. Es el peor incidente de éste tipo en la región. Horas antes el presidente Alberto Fernández alentaba a invertir en Vaca Muerta.

New American Oil es una empresa que lleva 10 años explotando yacimientos de Vaca Muerta y cuenta con la refinería que acaba de explotar y una planta de bombeo. Tiene licencia de exportación propia y además vende servicios de camiones y logística a otras petroleras como XTO, ExxonMobil, Chevron, Baker Hugues GE, Pluspetrol y Halliburton. El boom del precio del crudo empujado por la invasión Rusa a Ucrania y la especulación reactivó con fuerza las exploraciones y el negocio del crudo. ¿Cómo se puede entender que en pleno aumento de la producción, cuánto más recauda la empresa, se den accidentes fatales evitables cómo éste? La respuesta es simple pero cruda: por avaricia patronal. NAO es un ejemplo claro de lo que hace una empresa cuando tiene ganancias extraordinarias, se lleva todo lo que puede y desinvierte en seguridad y salarios. Al momento del accidente se estaba produciendo a máxima capacidad con sólo 4 obreros operadores en la planta y una red de incendios casi inexistente en el predio. Una vez más los obreros ponemos el cuerpo ante el saqueo y la avaricia descontrolada de las empresas y sus socios de los gobiernos y sindicatos.

Luego del incidente empezó el desfile de quienes debían velar por la seguridad de los trabajadores y miraron para otro lado. El gobierno Provincial dió sus condolencias y mandó a Alejandro Monteiro (ministro de Energía y Medio ambiente) y Osvaldo Llancafilo (ministro de Gobierno y Educación) y la Dirección General de Control Técnico de la Subsecretaría de Energía, Minería e Hidrocarburos de Neuquén a dar la cara. También sacaron a la luz que NAO había sido intimada por irregularidades relacionadas con el medio ambiente. Por su parte la Secretaría de Energía de Nación, encargada de las inspecciones, no emitió palabra.

El Sindicato Petrolero que encabeza Marcelo Rucci, continuador de Guillermo Pereyra, lanzó un paro por 24 horas, al que se plegó el sindicato de Chubut encabezado por Loma Avila y el de Santa Cruz, dirigido por Claudio Vidal. La Federación de Pedro Milla se limitó a sacar un comunicado y no convocó a acciones.

Desde el PSTU nos solidarizamos con la familia de los obreros fallecidos y exigimos juicio y castigo a los responsables para que la muerte de los compañeros no quede en la nada. Para eso, es urgente la conformación de una comisión investigadora independiente. Ha quedado demostrado que la empresa, el gobierno con sus ministerios y secretarías y hasta el propio sindicato no son capaces de garantizar la vida en la industria petrolera. Por el contrario son aliados en el saqueo de nuestros recursos al servicio de las multinacionales. Por eso quienes investiguen deben ser los propios trabajadores y el pueblo.
No alcanza con hacer paros después de muertes anunciadas y seguir al otro día como si nada pasara. Se deben hacer asambleas en cada empresa y refinería del país para conformar comités de seguridad de los trabajadores, revocables, para supervisar las condiciones de trabajo y seguridad en cada establecimiento. NAO debe abrir sus libros contables al público para terminar con el secreto comercial. El accidente evitable de la refinería de Plaza Huincul debe sentar un precedente para toda la industria. Todos los bienes de NAO deben ser embargados y puestos a producir de forma estatal y bajo control exclusivo de sus trabajadores. Ésa es la única forma de proteger verdaderamente la vida de los obreros y sus familias. Es el único camino para conquistar la soberanía energética de la industria hidrocarburífera poniéndola al servicio de los intereses del pueblo trabajador y no de accionistas patronales que desprecian la vida.