En Felfort, como en muchas fábricas de la alimentación, la mayoría son mujeres, muchas solas y con hijos, con montones de problemas para resolver. Muchas sufren en silencio violencia al llegar al hogar… y vuelven a trabajar. Pero en Felfort, desde hace unos años, hay una Comisión Interna con delegados que se dieron cuenta de que para lograr la unidad y defender los intereses de los trabajadores era necesario, además de la consulta permanente y el respeto a la decisión de los compañeros, conocer la situación de las mujeres.
De ahí iniciaron una campaña y reclamos por los derechos de las compañeras, para que cobren las categorías que corresponde (en más de cien mujeres maquinistas solo una cobra la categoría de oficial, algunas con más de 20 años en la tarea), para que se paguen los días cuando faltan por tener hijos enfermos, por cobertura total del gasto por guardería, por el día femenino. En cada conflicto con paros y cortes en la calle, las trabajadoras estuvieron en primera fi la, luchando junto a sus compañeros varones por aumento de salario, mejores condiciones de trabajo, exigiendo que se cumplan las normas de seguridad, contra el fraude laboral.
Los obreros con su Comisión Interna a la cabeza obtuvieron la efectivización de muchos compañeros de agencia y otras conquistas. Se denunciaron en el Ministerio y por los medios, casos de maltrato, acoso laboral, sexual, persecución gremial. Un encargado y una encargada fueron despedidos por esos motivos, logrando así mayor respeto hacia el trabajador, principalmente hacia las compañeras. Luego de una campaña de la Comisión Interna, se frenaron los despidos de embarazadas. Ahora, aunque son tiempos más duros, con despidos y amenazas, saben que juntos van a seguir peleando por todos los reclamos.
Pero falta algo fundamental
A las compañeras les cuesta dar el paso de ser parte de la organización de los trabajadores para luchar, no solamente afiliándose para poder votar en las elecciones sindicales, sino postulándose como delegadas. Participar en la Comisión Interna y pelear para que haya Secretarías de la Mujer en el Sindicato sino en la fábrica, con cobertura gremial, para trabajar junto a la Comisión Interna. Pegar el salto y ocupar un rol activo y decidido como lo hacen en otros aspectos de sus vidas.
Cristina K, Macri, Massa o los demás opositores patronales, los empresarios como la “familia Fort” que se guardan el “toco”, junto con la burocracia atornillada en los sillones del Sindicato, alientan y se aprovechan de la ideología machista para explotar a las compañeras en la fábrica y después mandarlas a trabajar a la casa, sin permitir que se les cruce por la cabeza la idea de organizarse con sus compañeros y pelear por sus derechos.
Es por esto que muchas compañeras no sienten que la lucha sea un lugar para ellas, todavía piensan que la actividad sindical o política es cosa de hombres, que ellos lo hacen mejor, que a la salida de la fábrica su deber es ir corriendo a atender su casa, buscar sus hijos, no llegar tarde porque el marido se enojaría o porque tienen que ocuparse además, de resolver conflictos familiares, afrontar enfermedades, desalojos. Por el contrario, en Felfort la Comisión Interna alienta a las compañeras a unirse a la lucha, a que participen en la organización, porque no habrá conquistas duraderas ni cambios de fondo sin la determinación y la fuerza de ellas.