Este pasado 1º de Mayo, se realizaron muchos actos y manifestaciones obreras en todo el mundo. Francia ocupó seguramente el lugar más destacado.
Una gran jornada de lucha que continuó la durísima resistencia de los trabajadores y la juventud franceses contra la reforma de la edad mínima para jubilarse (aumenta de 62 a 64 años) que el gobierno de Emmanuel Macron y la burguesía francesa quieren imponer a toda costa.
Este proyecto del gobierno de Macron comenzó hace varios meses atrás, fue rechazado firmemente por los trabajadores franceses y generó una larga serie de huelgas generales y manifestaciones que incendiaron el país y pusieron al gobierno contra las cuerdas. Esta situación hizo que Macron no pudiese aprobar el proyecto de ley en el Parlamento y lo implementase a través de un “decreto presidencial” (un mecanismo antidemocrático presente en la constitución francesa).
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En ese marco, los trabajadores franceses no han bajado los brazos aún porque no aceptaron el “dictamen institucional” y volvieron a salir a luchar este Primero de Mayo: el propio Ministerio del Interior informó que en todo el país “se realizaron 300 manifestaciones convocadas por los sindicatos, de las que participaron 782.000 personas”. Los organizadores estiman que la cifra total de manifestantes superó los 2.000.000. Una vez más, este 1º de mayo la represión cayó violentamente sobre el movimiento social, decidido a luchar a pesar de todo. Muchas personas resultaron heridas y fueron detenidas una vez más.
De esta forma, la clase obrera francesa se mantiene como una de las referencias centrales de las luchas de los trabajadores en el mundo contra los ataques de gobiernos y burguesías. Es un ejemplo a seguir.
(Extracto de nota publicada en página de la LIT-CI. Ver completa: https://litci.org/es/francia-la-clase-obrera-francesa-muestra-el-camino-de-lucha/