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FRENTE A LA VISITA DE ALBERTO FERNÁNDEZ A CHILE

Ni la pandemia del COVID-19 fue capaz de terminar con la Revolución Chilena. El estallido que comenzó el 18 de octubre de 2019 sigue firme.

El Gobierno de Sebastián Piñera fue parte de lo que varias corrientes como el kirchnerismo e incluso partidos de izquierda llamaron “avance de la derecha” u “onda conservadora”. Temer y luego Bolsonaro en Brasil, o Macri en Argentina reemplazaron a gobiernos “populares” y aplicaron ajustes brutales sin ningún tipo de doble discurso, sin ninguna careta.

Chile a su vez venía sufriendo décadas de saqueo y desigualdad, disfrazado de “desarrollo” y “crecimiento”. 10 familias, entre ellas la de Piñera, acumulan un patrimonio de más de 90 mil millones de dolares. Y son estas familias quienes, junto a las empresas multinacionales, controlan los rumbos del país vecino.

El Gobierno no escatimó en reprimir las movilizaciones. Hay 34 muertos (confirmados). Los presos se cuentan en más de 2 mil. Todo en el contexto de la pandemia, con cárceles superpobladas y siendo foco de contagios del COVID-19.

¿De qué lado está Alberto Fernández?

Alberto ganó las elecciones con un discurso de recuperar lo perdido, cuestionando el ajuste macrista. Sectores, no solamente de la Argentina, sino del resto del continente, lo vieron con buenos ojos frente a los Bolsonaro y similares. Junto a otros mandatarios como López Obrador (México).

Pero las expectativas no coincidieron con la realidad. Alberto Fernández no solamente continúa gobernando la Argentina para los empresarios, las grandes multinacionales, el FMI. Ahora demuestra que no tiene ningún reparo en apoyar a gobiernos como el de Piñera.

«A veces los medios se esmeran por ver cuáles son las diferencias entre dos hombres que conducen los países y, en verdad, nunca miran cuáles son las coincidencias, que tal vez son muchas más que las diferencias«. Así se refirió Fernández a Piñera durante la declaración conjunta que realizaron a los medios después de reunirse.

Alberto Fernández no solamente se iguala a un gobierno ajustador cualquiera, se iguala a un gobierno asesino y represor. Un gobierno al que el pueblo chileno ya dijo y sigue diciendo basta.

Y esto es porque sacando las diferencias de discurso, o de matiz, Piñera y Fernández, junto a todos sus otros pares, rinden cuentas a los mismos jefes. El FMI, el Banco Mundial, las multinacionales y las grandes empresas. Son ellos quienes dictaminan los planes de ajuste que cada Gobierno aplica con su color o matiz favorito. Y es ahora de suma importancia para ellos que se calmen las aguas en Chile, como en el resto de Latinoamérica.

Los trabajadores y el pueblo argentinos no podemos hacer como Alberto Fernández. Él ya se colocó en la trinchera contra la revolución, nosotros tenemos que apoyar a quienes luchan hoy en Chile. Muchas compañeras y compañeros todavía confían en este Gobierno, pero ven con mucha simpatía el estallido en Chile. Llamamos a que rechacen estas declaraciones del presidente y organicemos juntos acciones solidarias con la revolución que está en marcha del otro lado de la cordillera.