En la madrugada de este jueves 12 de mayo, el Senado aprobó por 55 votos contra 22 la continuidad delimpeachment. Era necesario apenas mayoría simple para la aceptación del proceso. Con la decisión, Dilma queda alejada por un plazo de hasta 180 días, cuando una nueva votación en el Senado sellará o no el impeachment.
Aun cuando no está confirmado el impeachment, pocos creen que Dilma volverá a la presidencia. Para todos los efectos, a partir de ahora, Temer, el vice escogido por el PT para la lista presidencial y ex articulador político de Dilma, se torna el Presidente del país.
Una vez más, un show de hipocresías
La votación del Senado no tuvo el mismo espectáculo grotesco de la Cámara de Diputados, con parlamentarios dedicando sus votos a los hijos, o con homenajes a torturadores. Pero no por eso fue menos hipócrita. Si en Diputados la votación fue comendada por el corrupto Eduardo Cunha (PMDB-Rio de Janeiro), en el Senado el proceso fue tocado nada menos que por el corrupto Renan Calheiros (PMDB-Alagóas), visto como aliado del Planalto [Casa de Gobierno]. Y contó con escenas como la del senador Fernando Collor (PTP-Alagóas), el primer presidente que sufrióimpeachment y que responde hoy a innumerables denuncias de corrupción, votando en otro proceso de impeachment. El mismo Collor que hasta ayer era aliado de Dilma.
Si el Senado intenta pasar un aire más serio y solemne que Diputados, los corruptos son los mismos, solo están en menor número. Nada menos que 49 de los 81 senadores electos son investigados por algún crimen, según un relevamiento de la Transparencia Brasil. Gran parte de ellos, así como Collor, componía la base aliada de Dilma y formaba parte de su gobierno, como el senador Romero Jucá, ex líder del gobierno en el Congreso y que ahora es líder del gobierno Temer en formación.
Temer viene a continuar el trabajo de Dilma
Si Dilma no tenía ninguna legitimidad para gobernar, mucho menos Temer. Dilma mintió a los trabajadores y a la población, dijo que no atacaría los derechos y fue justamente lo que hizo. Pues bien, Temer también es parte de esa farsa. Y también fue electo con el dinero de las mismas contratistas que irrigaron la campaña de PT y cuyos dueños están o estuvieron tras las rejas.
Temer está siendo llevado a la presidencia por este Congreso Nacional y parte de la burguesía que hasta ayer estaba con Dilma, para dar continuidad a la política de ajuste fiscal y ataques realizados por el gobierno del PT hasta cuando pudo. Su plan de gobierno prevé la reforma de la Previsión, la laboral, y aún más rebajas, exactamente lo que Dilma venía haciendo. Hasta el propio ministro de Hacienda anunciado por Temer, Henrique Meirelles, era el preferido por Lula para comandar la economía. Así como el PT, Temer gobernará para los banqueros, los grandes empresarios y los hacendados.
Pero no será un gobierno sin crisis. La economía solo empeora, la crisis política está lejos de terminar y hasta incluso la burguesía y el imperialismo son escépticos en cuanto a la posibilidad de que Temer consiga gobernar y mucho menos imponer las medidas que exigen.
Huelga general para sacar a todos ellos
La votación del impeachment, tanto en Diputados como en el Senado reafirma aún más el repudio de la población a este gobierno y a este Congreso Nacional. Dilma sufre el justo repudio de la clase trabajadora y Temer no consigue ni andar por la calle sin ser provocado. El pueblo, los trabajadores y la clase obrera, no quieren a Dilma ni a Temer, y ni a este Congreso.
El PT, por su parte, que ensayó una férrea oposición al gobierno Temer, ya está cambiando su discurso. “No esperen de nosotros gestos incendiarios”, llegó a decir el líder del PT en el Senado, Humberto Costa. Se especula aún una aproximación entre Lula y Temer en un futuro próximo. En las elecciones municipales de este año, el PT está liberado para hacer alianzas con el “golpista” PMDB.
Ya el día de la huelga general anunciada por el PT para este 10/5 fue un rotundo fracaso, reduciéndose a algunos cortes de rutas sin ninguna manifestación de las masas. Hecho bastante previsible, pues es simplemente imposible movilizar a los trabajadores en defensa de un gobierno traidor y repudiado. Que lo diga la dirección del Sindicato de los Metalúrgicos del ABC que, al intentar defender a Dilma en las puertas de las fábricas, fueron silbados y rechazados por los obreros.
El PSTU reafirma su llamado a la dirección de la CUT, de la CTB, del MTST y de las demás organizaciones y entidades de los trabajadores para que rompan definitivamente con la defensa de este gobierno y vengan, junto con la CSP-Conlutas y demás entidades del Espacio Unidad de Acción, a construir una Huelga General que pare este país. No una Huelga General para que salga Temer y vuelva Dilma. Sino una Huelga General para sacar a todos ellos: Dilma, Temer, Aécio y este Congreso Nacional, y derrotar esta política económica que pretende arrojar en las espaldas de los trabajadores los efectos de la crisis.
El PSTU alerta, sin embargo, que solo conseguiremos de hecho cambiar este país e imponer las conquistas que precisamos a través de un gobierno socialista de los trabajadores, apoyado en Consejos Populares construidos en las luchas. En tanto no tenemos esos Consejos, exigimos elecciones generales ya, para todos los cargos. No le reconocemos ninguna legitimidad para que este Congreso corrupto saque o ponga a quien quiera que sea. El pueblo es quien debe elegir quién entra en lugar de Dilma. Pero elecciones con otras reglas, sin financiamiento de las contratistas ni la participación de los corruptos, con tiempo igual de televisión y mandatos revocables, sin ningún privilegio y con salario igual al de un obrero o un profesor.