La lucha heroica que están llevando adelante los obreros de General Motors Rosario es un ejemplo para el resto del país, y un caso testigo de los tiempos que corren. El ajuste que el gobierno de Macri está aplicando con el apoyo de toda la oposición significa en los hechos (entre otras cosas) lo que está pasando en la planta de Alvear, despidos y suspensiones. Esta lucha, sin embargo, tiene un elemento especial, su enemigo. No estamos hablando de alguna pyme o patronal nacional, ni de una subsidiaria o algo por el estilo, sino que hablamos de uno de los enemigos más grandes de los trabajadores de todo el mundo, la General Motors Company. Decimos mundial porque si nos remitimos a todos los grandes ataques que alguna vez las potencias imperialistas de uno u otro color hicieron contra los trabajadores, siempre vamos a encontrar a GM dando vueltas por ahí.
Buenos Muchachos
La complicidad entre las grandes automotrices mundiales y el imperialismo es una constante desde hace 100 años. Acá en Argentina las listas negras de la Ford para desaparecer trabajadores incluso dentro de la propia fábrica o el “fondo extraordinario” creado por Mercedes Benz para la “erradicación de elementos negativos en la fábrica” durante los 70s son algunos de los muchos ejemplos que podríamos ver.[i]General Motors desde temprano demostró que también tenía “lo necesario” para ser una multinacional líder a nivel mundial. Más allá de las condiciones de trabajo a las que desde siempre sometieron a sus trabajadores, la patronal que hoy trata de rajar a 350 trabajadores acá tiene una constante históricaen acompañar las agresiones imperialistas en el mundo.Ya para empezar, podemos decir que fueron de los principales abastecedores de las tropas fascistas de Franco en la Guerra Civil Española (1936-1939), vendiéndole más de 10.000 vehículos y consolidándose como monopolio luego de su victoria a través de sus subsidiarias y empresarios españoles amigos.[ii]Su ayuda a Franco marcó la cancha sobre cómo se iban a parar durante la segunda guerra mundial, colaborando con el régimen nazi.
Controlando junto a la Ford (otra que sabe de colaborar con milicos) ya el 70% del mercado automotriz alemán en 1939 a través de sus subsidiarias como Opel, GM reconvirtió su industria para garantizar la maquinaria de guerra de las Wehrmacht y su nivel de involucramiento con el régimen nazi llegó a incluir a sus ejecutivos Norteamericanos, que mientras retrasaban la producción bélica en su país natal se reunían con sus pares europeos para planificar la reconversión industrial en Alemania. La historia no acaba ahí, sino que la empresa fue reembolsada por el gobierno yanqui luego de la guerra con 32 millones de dólares por los daños que sus plantas alemanas sufrieron mientras aprovisionaban a las tropas de Hitler, y los detalles más oscuros de esta historia incluyen el uso de trabajo esclavo de prisioneros de guerra y civiles secuestrados de los territorios que Alemania iba conquistando.[iii]
“Lo que es bueno para GM…”
La compañía salió de la segunda guerra mundial con los bolsillos cargados de ambos lados del atlántico, y en 1950 fundó “GM Defense”, una rama de la empresa dedicada exclusivamente al abastecimiento del ejército. Gradualmente desde ese año varias plantas de la empresa se reconvirtieron nuevamente hacia la producción de tanques y vehículos para las invasiones de Corea en los 50s y Vietnam en los 60s gracias al “apoyo” del gobierno norteamericano, que redundo en una ampliación del 24% de su capacidad productiva en América del Norte a principios de los 50s.[iv]Fue por esos años que el CEO de GM, Charles Erwin Wilson, se convierte en ministro de defensa del Presidente Eisenhower durante la época de la persecución Macartista contra obreros y militantes, en 1953. Ya desde la primera guerra mundial, cuando producían motores de avión, GM había producido material bélico para el ejército estadounidense, pero durante la guerra fría se estrecharon aún más los lazos con el gobierno a partir de la consolidación de la industria de la guerra como eje de la economía yanqui. Durante estos tiempos Wilson acuñaría la frase “Lo que es bueno para GM es bueno para el país”.El crecimiento que experimento la empresa lo vemos en que en 1955 fue la primer compañía en la historia en pagar más de un billón de dólares en impuestos, y sus contratos con el Estado fueron claves para darle el liderazgo en ventas y ganancias entre los 60s y los 80s.Lejos de ser algo pasajero, la relación entre GM y el ejército yanqui llegaría hasta las últimas invasiones a Irak y Afganistán.
El corazón del imperio
Existen miles de ejemplos más que podemos citar, como su regreso a Chile en 1974 luego del golpe militar de Pinochet que le abrió las puertas a recuperar sus inversiones afectadas por el gobierno de Allende y cuya apertura económica desde 1976 le permitió exportar a todo Latinoamérica[v], o sus vínculos con el régimen del apartheid sudafricano, cuyo ejercito también armó.[vi]En el caso de la última dictadura militar, General Motors tuvo que enfrentarse a una muy fuerte resistencia obrera que tuvo expresiones en el paro de la planta de Barracas en Abril del 76, cuando obligaron a los militares a liberar a los obreros detenidos (¡A un mes del golpe!) y en los sabotajes que para fin de año dejaron a uno de cada cuatro autos producidos con fallas de fábrica.[vii] La compañía se terminó yendo del país en el 78 y no volvió hasta bien entrada la democracia, y la resistencia a la que tuvo que enfrentarse en sus plantas de Barracas y San Martín es un ejemplo que hoy tenemos que retomar.
La lucha que están dando hoy en Rosario no es una lucha que incumba solo a los suspendidos, ni siquiera es una lucha que solo involucre al conjunto de los obreros de la fábrica. Esta es una lucha contra el corazón del imperialismo, el que vio nacer al fascismo, se enriqueció llevando guerra a todo el mundo y se apoyó en los peores regímenes para garantizar sus ganancias. Hoy la derrota de GM es la victoria de todos los trabajadores en lucha del país, y un ejemplo más para el resto del mundo de cómo se les para la mano, y del único lenguaje que entienden.
[i]Complicidad patronal-militar en la última dictadura argentina: Los casos de Acindar, Astarsa, DálmineSiderca, Ford, Ledesma y Mercedes Benz,Victoria Basualdo, 2006
[ii] http://www.tiempodehoy.com/espana/la-relacion-de-franco-con-la-corrupcion
[iii]http://www.washingtonpost.com/wp-srv/national/daily/nov98/nazicars30.htm
[iv]My year with General Motors, Alfred P. Sloan. Pags451-452
[v]On a global mission, the automobiles of General Motors International Vol. 3.Pag. 1145
[vi]http://www.ipsnoticias.net/2002/11/sudafrica-victimas-del-apartheid-demandan-a-20-grandes-empresas/
https://www.theguardian.com/world/2012/mar/02/general-motors-settles-apartheid-victims
[vii]Oposicion obrera a la dictadura, Pablo Pozzi. Pags71-81