Las elecciones entran en la fase final con el balotaje. Sergio Massa y Javier Milei disputan en una búsqueda desesperada los votos de los que quedaron afuera como Bullrich, Schiaretti y Bregman, además de quienes no fueron a votar.
En ese contexto es que por un lado Milei recibió el apoyo de Macri y Bullrich -lo que provocó la implosión de JxC- y se muestra más tolerante, menos gritón. De hecho, la “intervención” de La Libertad Avanza (LLA) por parte de Mauricio Macri es una jugada de sectores empresariales nacionales y multinacionales para dar más certezas y solidez a su propuesta. Y Massa “tira centros” a los radicales, entre otros.
Massa viene haciendo campaña con que va a llamar a un Gobierno de Unidad Nacional a todos los sectores políticos de la Argentina. Estos llamados amplios de unidad tienen un solo objetivo: garantizar la gobernabilidad del régimen ante lo que preparan, frente al aun mayor ajuste que tienen que aplicar, ordenado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). El actual Ministro de Economía teme la reacción del movimiento obrero y de masas ante ese ajuste, y para eso intenta fortalecer su posible futura gestión.
Con funcionarios al servicio de las patronales
Una muestra clara de eso es el anuncio de que el próximo Ministro de Economía no será del oficialismo, y salen nombres como Roberto Lavagna, ex Ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, o Martín Lousteau, Ministro de Economía de Cristina Fernández y actual miembro de Juntos por el Cambio (JxC). Es así como varios gobernadores de JxC llaman a votar por Massa, como Maximilano Pullaro de Santa Fe o Claudio Poggi de San Luis.
Un futuro Gobierno de Unidad nada tiene que ver para defender los intereses de los trabajadores y el pueblo, de hecho esta posible unidad no es nueva. Ha sido utilizada en distintos momentos para frenar potenciales procesos de lucha que cuestionen los planes capitalistas. El proyecto de Unidad Nacional incluye a reaccionarios “gorilas” completos, como el Gobernador de Jujuy y ex candidato en las PASO a vice presidente de Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales. Este personaje viene de una represión brutal al propio pueblo de su provincia, tanto a docentes y estatales como a las comunidades originarias, para garantizar una Reforma Constitucional que favorece la explotación y saqueo del litio y otros minerales. Un cambio a medida de los intereses de las mineras norteamericanas, canadienses y chinas que se disputan las riquezas. Para lo cual ofrece quitar a los pueblos originarios sus territorios ancestrales, además de cercenar el derecho a la protesta social. ¿Qué tipo de beneficio para los trabajadores puede traer una “Unidad” con este radical antiobrero? Pero todo tiene sentido, en tanto los legisladores jujeños pertenecientes al Frente Renovador de Massa votaron a favor de esa Reforma.
Será una Unidad Nacional a favor de las multinacionales y el ajuste para pagar la Deuda Pública fraudulenta. No es casual que la propuesta haya salido “por primera vez el 22 de agosto de 2022, pero de boca del embajador de EE UU, Marc Stanley, quien en el Consejo de las Américas sugirió, tanto al oficialismo como a la oposición, hacer una coalición ahora y no para la elección de 2023”. (Tiempo Argentino – 29-10-23)
Los CGT subidos al tren de la Unidad Nacional
Los sindicatos rápidamente se pliegan a la Unidad Nacional listos para entregar a los trabajadores por un pedazo en la repartija, señalando como favorable y necesaria la unidad para que el país pueda salir adelante frente a la crisis. Lo que no dicen es que Massa ya se pronunció a favor de una Reforma Laboral. De manera más delicada que Milei, Massa habla de “nuevas leyes modernas que se adapten a la necesidades productivas que el mundo nos impone”.
Lo único que le interesa a la burocracia sindical es garantizar su caja, principalmente la de las obras sociales y para eso están dispuestos a entregar todo como ya lo hicieron en la década menemista de los ‘90.
La verdadera unidad tiene que ser la de los trabajadores y el pueblo
El ajuste se profundiza día a día, con múltiples expresiones: cada vez más trabajadores precarizados, salarios por el piso, la imposibilidad de una vivienda propia. Ahora ni soñar con alquilar siquiera. El nuevo Gobierno viene por los derechos que quedan y que tanto costaron al pueblo trabajador: salud, educación, derechos laborales entre otros.
Desde ya, se profundizaría la entrega de los recursos naturales a mineras y petroleras y toda la riqueza del país a través de la continuidad del pago de la estafa de la Deuda.
Deberemos defender todo eso en las calles, con la lucha. La unidad que necesitamos es justamente la de la clase trabajadora. Prepararnos en cada fábrica, barrio, escuelas y coordinar desde abajo la defensa de nuestros derechos, movilizándonos y peleando contra las fuerzas represivas del Estado. Una unidad de acción por la liberación e independencia de Argentina en relación a todos los imperialismos. Unidad de todos los sectores perjudicados por la política de entrega que Massa -al igual que Macri y Milei- llevarán adelante.