Este 24 de marzo no será uno más. No sólo porque se cumplen 40 años del inicio de la Dictadura Militar, sino que este aniversario nos encuentra en una situación en la que el
gobierno de Macri, los gobiernos provinciales y las patronales quieres descargar la crisis sobre nuestras espaldas con despidos y sueldos que alcanzan cada vez menos y para hacerlo no dudan en reprimir la movilización. Esta cuestión no está solo en la Argentina, ya que la crisis económica es mundial y por ello, no casualmente, el presidente yanqui Barak Obama estará de visita en nuestro país para dar apoyo a los planes de Macri, que tanto lo benefician.
El ajuste del gobierno…
Desde que el Gobierno anunció la salida del cepo y liberó el dólar, la devaluación ya llega a un 60%. Esto tiene un impacto directo en el bolsillo de los trabajadores, ya que la devaluación, al igual que la inflación, es una de las vías que tienen los empresarios de rebajar el salario. Como todo aumenta, con el mismo salario podemos comprar menos que antes.
Además, con más represión y el Protocolo Antipiquetes en la mano, el Gobierno busca imponer techos salariales por debajo del 30% para cerrar las paritarias a la baja, mientras avanza con los despidos en el Estado y el sector privado. Según cifras de consultoras, entre enero y febrero se perdieron 100 mil puestos de trabajo. La UOCRA, por su parte, anuncio que desde noviembre se perdieron más de 50 mil puestos de trabajo en la construcción. La razón principal es la paralización de la obra pública. Esto quiere decir, además, que mientras se favorece a las grandes constructoras que realizan fabulosos negocios inmobiliarios, la inversión del Estado en obra pública e infraestructura para construir viviendas y mejorar la calidad de vida de la población no existe. Mientras aplican tarifazos en los servicios públicos, nos cortan la luz y nos inundamos lluvias fuertes.
… con la complicidad de la burocracia sindical.
Por supuesto, para todo esto el Gobierno cuenta con la complicidad de la burocracia sindical de las centrales, que se borran completamente y dejan a los trabajadores peleando y defendiendo sus puestos de trabajo solos.Así hizo la CTERA, que cerró la paritaria docente nacional como quería el Gobierno, abandonando a las provincias que aun están peleando en forma aislada por romper el techo que les quieren imponer. Por su parte, la burocracia de Comercio, SMATA y otros gremios cerraron aumentos que no superan ni el 20%, una suma que además de no tener en cuenta la inflación del verano, tampoco cubre la inflación proyectada para los próximos meses.
Moyano, Caló, Barrionuevo, Micheli y Yasky, en el mejor de los casos, solo se limitan a alguna declaración o a sacarse fotos mostrándose unidos, pero ni se les ocurre convocar a una movilización o paro para enfrentar los despidos y pelear por salario. Por eso, la gran movilización de los estatales del pasado 24 de febrero quedo sin continuidad.
Todos estos ataques que sufrimos los trabajadores en nuestro país, son los mismos ataques que vienen sufriendo los trabajadores en nuestro continente. Son los planes que tienen los gobiernos latinoamericanos que se someten a los dictados imperialistas para saciar su sed de ganancias.
El triunfo de Macri en nuestro país envalentonó a las multinacionales que comenzaron a despedir y a extorsionar a los trabajadores para que resignen su salario.
Y envalentonó al imperialismo, que en la figura de Obama visita nuestro país, nada menos que el 24 de marzo, para apoyar al gobierno antiobrero de Macri y los CEO´s (gerentes de empresas).
A 40 años del Golpe: unidad para enfrentar el ajuste y la represión.
Frente a esta situación que constituye un verdadero salto en el ajuste, saqueo y represión, los trabajadores necesitamos la más amplia unidad.
Por eso, este 24 de marzo, tenemos que marchar todos a Plaza de Mayo y a todas las plazas del país en una marcha unitaria de todos los que estemos dispuestos a pelear contra los planes de Obama y Macri. A 40 años del Golpe de Estado, tenemos que movilizarnos para exigir juicio y castigo para los militares y cómplices civiles del Golpe y para enfrentar los planes de ajuste que quieren imponer hoy, al igual que en la época de la Dictadura Militar, para beneficiar a los empresarios, las multinacionales y el imperialismo.
Esta necesidad del conjunto de los trabajadores y sectores populares de golpear de manera unificada, no puede verse condicionada a las diferencias políticas y estratégicas de las distintas organizaciones que marcharan.
Nuestros lectores pueden ver muy claramente en nuestras páginas las profundas diferencias que tenemos con todos los sectores kichneristas y las polémicas que tenemos con los otros partidos de izquierda. Sin embargo nada de ello nos impide confluir en una convocatoria unitaria que repudie y exija juicio y castigo para los responsables del Golpe y los 30 mil desaparecidos, el repudio a la venida de Obama y el llamamiento a enfrentar los despidos y romper los techos salariales del gobierno de Macri. Esa es la mejor manera para homenajear a los 30.000 desaparecidos, aprovechando esta oportunidad para enfrentar en la más amplia unidad los planes de ajuste, saqueo y represión.