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Hambre al servicio del imperio

La crisis económica no cesa, y el Gobierno corta por lo más delgado: el pueblo trabajador. Mientras nos atacan brutalmente, la oposición patronal, aún la que dice en- frentar al plan “neoliberal”, lo acompañan con el voto en las Legislaturas o se limitan a proponernos que los votemos como salida. Sin ir más lejos, en las paritarias Gobierno y dirigentes sindicales traidores intentan imponer un techo salarial de 20% en cómodas cuotas, Cam- biemos y el FPV acaban de votar el aumento de las die- tas a los legisladores, pasando a cobrar $140.000, más $18.230 por desarraigo. No podemos permitir que nos sigan hundiendo en la pobreza tenemos que construir nuestra propia salida obrera y popular.

 

El primer año y medio del gobierno de Macri nos encuentra con el saldo negativo de cientos de miles de despidos. En la Ciudad de Buenos Aires, el distrito más rico del país, la desocupación creció del 8,6% al 9,4% en el último año. Esto afecta particularmente a los jóvenes de todo el país (ver página 5).

Cada día se ve más gente revolviendo la basura y pidiendo en las calles. Según el último estudio de la UCA, en nuestro país, que produce alimentos para 400 millones de personas, 6 millones padecen hambre y 1 de cada 10 familias no puede alimentar a todos sus miembros.

Los que aun tienen la suerte de tener trabajo, sufren cada vez en peores condiciones, aumentan los ritmos de producción. El sueldo nos alcanza menos mes a mes, con la inflación en aumento (ver página 11) y los acuerdos salariales a la baja, llegándonos a faltar cosas básicas para nuestras familias, calefaccionarse con los precios de la luz y gas se convirtió en un lujo. Los jubilados, además de ganar una miseria, ahora sufren los ajustes en PAMI. Mención aparte merecen las mujeres trabajadoras que, además de todo eso, viven en carne propia el incremento de la violencia machista.

Todo para el amo

Este plan está al servicio de atarnos aun más de pies y manos a los países imperialistas y las multinacionales. Argentina, fue el mayor tomador de deuda del 2016 ¡de todo el mundo! y Macri no pierde oportunidad de en cada gira ofertarnos como si estuviésemos de remate.

El error del acto del 25 de Mayo (en el que pusieron 1816 en lugar de 1810) no es casual. Estamos ante un gobierno que nos entrega abiertamente, que ni siquiera en los discursos quiere hablar de Independencia.

La estación electoral toma fuerza

La bronca y las ganas de expresarla que mostramos en marzo aun continúan. Sin embargo, si hay algo en que coinciden las centrales sindicales y los partidos patronales es en canalizar la bronca contra el Gobierno con el voto castigo. E instaladas las elecciones en el centro de la escena política la discusión de a quién votar empieza a estar presente, no solo en los medios, sino también en los lugares de trabajo.

Todos los reclamos son uno

Aun en esta situación de carrera electoral sigue habiendo luchas: el 3 de Junio volvimos a las calles contra los femicidios (ver página 4), los estatales de San Cruz siguen peleando, los choferes de Córdoba se rebelan contra el acuerdo salarial de la dirigencia traidora (ver página 7), los petroleros de SP Chubut continúan en asamblea permanente (ver página 6) y sigue la lista. Son estas peleas las que deben fijar la agenda de los trabajadores y los partidos de izquierda, poniendo todo al servicio para que ganen. Los jefes sindicales y la oposición patronal le darán la espalda, Nosotros NO! porque acá hay un enemigo a enfrentar y es el Gobierno Nacional y su plan. Para derrotarlo lo fundamental es la voluntad de luchar hasta las últimas consecuencias, y de organizarnos, cuestión que la dirigencia sindical traidora se negó a impulsar.

Por una salida obrera y popular

Desde el PSTU estamos convencidos de que nos es mediante las elecciones que cambiarán nuestras vidas, sin embargo creemos que debemos aprovecharlas para difundir que hay otra salida, que es posible imponer un plan y un programa para solucionar los problemas de los trabajadores y la mayoría de la población. Esto no es lo que nos ofrecen el Gobierno ni la oposición patronal. Ellos nos llaman a votar y movilizar por demandas ajenas a la clase obrera, nos dicen que hagamos acciones en defensa de la industria nacional, es decir que los obreros pongamos el pecho para defender a “patrones argentinos” que no les tiembla el pulso para despedir y cerrar fabricas si no les dan los números.

Nos dicen primero el país pero no toman ni una sola medida de acción contra las multinacionales, los bancos y los terratenientes del campo que se llevan fortunas. En nuestro país pasaron muchos tipos de gobiernos: radicales, peronistas, militares y ahora de empresarios, y en todos ellos los trabajadores padecimos las crisis económicas. Mientras las familias de los empresarios siguen ahí como también las empresas de las potencias extranjeras, consideramos que hay que ir planteando un país gobernado por los trabajadores, justamente para terminar de raíz con tanta desigualdad y esa propuesta es una de las principales que se deben llevar adelante con fuerza.

Los trabajadores tenemos que decir que sí hay otra salida, que así como fue en Rusia de lo cual se cumplen 100 años (ver página 15), los obreros que somos los que hacemos andar el país, podemos gobernarlo en beneficio de la mayoría, rompiendo todas las cadenas que hoy nos atan al imperialismo y las multinacionales. Solo nosotros podemos realizar una Segunda y Definitiva Independencia, imponiendo un plan de gobierno inverso al actual, que comience por resolver nuestras necesidades más urgentes.