HAMBRE, DESOCUPACIÓN Y SAQUEO DEL CONOCIMIENTO PARA LAS FAMILIAS POBRES

           La pandemia expone crudamente la crisis capitalista en todo el planeta. Durante décadas los gobiernos ajustaron y abandonaron los sistemas de salud pública alentando el negocio privado, al igual que en la educación. La diferencia entre el 1% (los ricos del planeta) contra el 99% (la mayoría de la población mundial) es enorme, mientras unos acumulan cifras incalculables, el resto sufre el hambre, la pobreza y es despojada incluso de las mínimas condiciones de vida. 

            No somos una isla, en Argentina los multimillonarios siguen amasando fortunas y en los barrios la gente la pasa cada peor. La pobreza aumentó en un 40% según las mismas cifras oficiales, es decir que habrá cerca de 800 mil nuevos pobres al llegar a fin de año. La única forma de mantener un nivel de vida digno mientras se realiza la cuarenta, como único medio para combatir esta pandemia mundial, es tocar los intereses de los ricos, es decir de las empresas multinacionales y de los multimillonarios nacionales junto con el desconocimiento de la fraudulenta Deuda Externa. Con eso se podría haber garantizado lo necesario a las familias obreras y trabajadoras en general. Entregando ayuda económica, comida y anulando el cobro de impuestos.

            Nada de eso pasó, los patrones siguieron aumentando sus ganancias, y los que más ganan son los dueños de las empresas de servicios de internet. Miles de trabajadores viajando a sus lugares de trabajo incluso sin ser un trabajo esencial. Lo que esto generó fue el disparo de la curva de contagios. Aunque la operación mediática quiere instalar y hacernos creer que el aumento de casos y muertes solo se debe a la irresponsabilidad individual de no quedarte en casa.  Mientras más casos aparecen, más flexibilizan la cuarentena porque lo que termina predominando es la presión de las empresas, es decir, termina siendo la economía lo que se impone, hemos entrado en la Fase Empresarial.

            las promesas de impuesto a las grandes fortunas no se concretó, lo de Vicentin fue solo un amague y la publicitada soberanía alimenticia se desvaneció. Lo que si se hizo efectivo fue el pago en cuotas de los aguinaldos y el subsidio a miles de empresas y una negociación más beneficiosa para los bonitas acreedores de la fraudulenta deuda externa a pesar de haberse demostrado que el gobierno de Macri tomó deuda para fugar capitales por U$S 86 mil millones.

La virtualidad profundiza la desigualdad

            El sistema educativo nacional ya venía en crisis y ahora termina golpeando de lleno a las familias trabajadoras, a sus hijas e hijos. 400 mil adolescentes ya habían abandonado el sistema educativo antes de que se declarase la pandemia (mil adolescentes por día), abandonan el nivel secundario para poder ayudar económicamente en sus casas y dedicarse al trabajo, por la maternidad adolescente, por la falta de recursos para sostener el transporte público, etc. Calculan datos oficiales que el abandono escolar será del 45% post cuarentena. Durante la pandemia 10.5 millones   de niñas/os y adolescentes dejaron de asistir y de percibir educación estatal, El 70% (7.35 millones) asistían a la escuela pública. El 44% de las niñas/os y adolescentes no tiene dispositivos electrónicos acordes para la educación a distancia o directamente ninguno, y el 18% no tiene conexión a internet. Las trabajadoras/es de la educación tampoco disponen de dispositivos adecuados para poder ejercer la Educación a Distancia, la velocidad de conexión a Internet es un factor cualitativo para este tipo de situaciones. Y para aumentar aún más la desigualdad, a pesar de ser un problema muy fácil de resolver, el Estado jamás liberó el uso de internet para las familias con hijas/os en edad escolar y para las/os docentes. No estableció el wi-fi gratis ni suspendió el pago de los suministros de internet, herramienta esencial para garantizar el proceso virtual.

            EL Estado tiene la responsabilidad de garantizar el acceso universal a Internet y con ello al conocimiento y a los dispositivos físicos necesarios (Ley 27028 «Argentina Digital») para enseñar y aprender. La educación a distancia sólo profundiza las desigualdades de acceso al Conocimiento al servicio de los objetivos de la clase dominante que es reproducir el sistema de explotación capitalista, «que los pobres no aprendan es un objetivo de dominación”.

            Los grandes ideólogos y teóricos de la currículas escolares y del armado sistema educativo centran, obviamente,  el análisis de los problemas en las consecuencias, jamás analizan las causas. Por eso veremos permanentemente los latiguillos como “en este momento hay que acompañar” “hay que tender puentes” “lo importante es el encuentro” etcétera. Pero cuando el debate se centra en las causas, la conclusión es que, lo único que puede resolver esta situación de fondo es la estatización del petróleo, gas, transporte, comunicaciones, bancos, de la producción de alimentos, del sistema privado de salud y de las empresas educativas a las cuales el Estado subsidia y el fin de pagos de deuda externa para poner ese dinero a disposición de la salud y la educación pública. Esta pandemia deja plasmada la imperiosa necesidad de un sistema único de salud estatal que termine con el negocio de las clínicas y laboratorios privados para que la población acceda en forma gratuita y universal. Y en la educación también, un sistema único estatal de la educación que termine con las escuelas y universidades privadas o religiosas, las cuales el 81% reciben subsidios del Estado, no pagan ganancias ni IVA. Ese sería el comienzo de la verdadera soberanía.

            Suspender el ciclo lectivo 2020 para garantizar igualdad en el acceso al conocimiento.

   

            La educación a distancia es más reforma laboral en los hechos. Así como se ha visto incrementada la sobrecarga laboral   de muchas/os  trabajadoras/es de la educación así también se ha generado una mayor desocupación en el sector. Los sindicatos y la CTERA, en un permanente silencio cómplice, aceptan este fraude que profundiza la desigualdad a la vez que dejan correr un año sin aumento salarial. Es necesario suspender este ciclo lectivo para que sea recuperado y así garantizar la construcción colectiva del conocimiento. Las CD opositoras Multicolor tienen que rechazar claramente esta farsa en la cual al gobierno solo le interesa generar “índices satisfactorios” e impulsar la suspensión del ciclo lectivo a favor de las familias trabajadoras.

            Hacer como si nada pasara en medio de una situación mundial que ha puesto en crisis a todos los países, dar por cursado el año y listo, es estirar un elástico que en algún momento se corta. Esta situación es una profundización de la desigualdad de acceso. Retomar el ciclo lectivo en forma presencial no puede garantizarse en pleno, y los protocolos de seguridad son insuficientes e irrealizables en edificios con décadas de abandono, hace pocos días recordamos la muerte laboral de Sandra y Rubén consecuencia de interminables ajustes a la educación pública. La vuelta que planean es sobre los años terminales y con rotación entre lo presencial y lo virtual, es decir que la situación que describimos continúa ante la ceguera del Ministro de Educación y el Gobierno. Quieren así justificar el año y “trasladar los contenidos” al siguiente año.

            Lo que se produce entonces es que, una minoría con acceso a internet y dispositivos electrónicos, adultos que pudieron orientarlos, viviendas con espacios y situaciones económicas estables pasen de año con el conocimiento, y el resto, la mayoría, sin esas condiciones, pasó el año sin haber tenido el derecho a aprender, iniciarían su nivel secundario así, en plena desventaja, o el nivel terciario, o en caso de poder (a través de un gran esfuerzo) el universitario.

            Recuperar este año, repetir la cursada en buenas condiciones es un derecho, y el Estado debe garantizarla para establecer el primer propósito de la escuela laica, pública y gratuita, en este caso es la única garantía de que las hijas/os de la clase obrera y trabajadores en general accedan al mismo conocimiento que los demás tuvieron.

            La cronología no puede prevalecer sobre el proceso de aprendizaje. Cerrar el ciclo lectivo, garantizar su reedición, realizar todas las refacciones y acondicionamientos para el ciclo lectivo 2021, liberar internet y garantizar los dispositivos electrónicos a estudiantes y maestras/os para que en los meses que quedan puedan realizarse apoyos educativos como una herramienta más.

                        Necesitamos la auto organización en las escuelas, un vínculo estrecho con las comunidades para darle solución a los Problemas MÁS URGENTES QUE EL ESTADO NO RESUELVE. Lo que planteamos es que la suspensión del ciclo lectivo no significa cerrar las escuelas. Antes de “generar la presencia bajo protocolos”, las escuelas deben ser centros de consulta pedagógicas, ser comedores barriales provistos por el Estado para que el acceso a la comida no dependa del clientelismo de los punteros. Desde allí necesitamos establecer un centro de conexión y organización barrial mientras solo se utiliza la virtualidad como una herramienta de apoyo.

  • Suspensión del ciclo lectivo 2020 para recuperar y para garantizar igualdad de condiciones. Construcción de escuelas y aulas necesarias a través de un plan de obras públicas para organizar el ciclo lectivo 2021, evitar la sobre población escolar y generar puestos de trabajo.
  • Dos docentes por aula para facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje a la vez que aumentan los puestos de trabajo. Salario inicial para todas/os los docentes que no poseen cargo por la pandemia.
  • Jubilación con el 82% móvil a los 25 años de servicio.
  • Internet gratuita y Wifi libre para estudiantes y docentes para realizar apoyaturas pedagógicas durante los meses que vienen.
  • Que el Estado entregue en forma gratuita los dispositivos electrónicos necesarios y que reconozca los gastos realizados por los docentes.
  • Entrega a las escuelas y centro de estudiantes todas las notebooks que existan en los depósitos de gobierno. Para ser distribuidas.