En primer lugar, felicitamos al pueblo de Cataluña, que con su coraje y determinación ha desafiado la brutal represión del Estado, defendido con uñas y dientes el referéndum, votado en masa e impuesto una derrota espectacular al régimen.
La jornada de hoy muestra que para vencer no hay más garantía que nuestras propias fuerzas, la autoorganización desde abajo de los jóvenes, trabajadores y sectores populares
Nos congratularnos de las importantes muestras de solidaridad, de enorme importancia política, recibidas del resto del Estado: del País Vasco, Madrid, Sevilla y muchos sitios más.
Por si no hubiéramos tenido suficiente hasta ahora, este 1 de octubre, ha demostrado sin ningún género de dudas que este régimen monárquico que sufrimos es un régimen heredero del franquismo, absolutamente irreconciliable con las libertades y con el derecho legítimo de un pueblo a ejercer su derecho de autodeterminación.
Denunciamos desde aquí a aquellas fuerzas que, diciéndose de izquierda, como el PSOE-PSC, han dado apoyo político a Rajoy y han permitido esta brutal intervención del Estado.
Denunciamos igualmente la actuación vergonzosa de los gobiernos e instituciones de la UE, así como del gobierno de los EEUU, que no han dudado a alinearse con la represión contra un pueblo decidido a votar.
Las brutales escenas de represión, completamente indiscriminadas, afectando a la gente mayor y a los pequeños, a personas de todas las edades, con más de 800 heridos y contusionados, exigen una respuesta masiva y inmediata.
Por eso, llamamos a todo el mundo a participar masivamente en la HUELGA GENERAL DEL DÍA 3, convocada por la izquierda sindical, con el apoyo de los movimientos sociales y las organizaciones de izquierda. El hecho de que se hayan añadido también CC.OO y UGT, que hasta ahora se oponían, es un éxito de la jornada y muestra la fuerza de la movilización
Es hora de que la clase trabajadora salga con fuerza a la lucha contra la represión y por las libertades y lo haga con voz propia, incorporando también sus propias reivindicaciones (como por ejemplo la derogación de las reformas laborales, poner fin a la precariedad, unas pensiones dignas garantizadas por los presupuestos o revertir los recortes)
Siguiendo el camino de la autoorganización hoy emprendido, preparemos la huelga general desde abajo, con asambleas masivas y coordinando los sindicatos con los comités de defensa del referéndum, representantes de los trabajadores de las empresas, de los estudiantes, los barrios y los movimientos sociales.
Se hace igualmente necesario que se organice sin tardanza una Jornada Estatal de Lucha contra la represión y en defensa del derecho de los pueblos a decidir. He aquí una tarea fundamental y urgente para las Marchas de la Dignidad.
El levantamiento popular que ha tenido lugar hoy, el hecho de que venciendo una enorme represión haya votado una clara mayoría del censo y los propios resultados de la votación, exigen del Govern de la Generalitat y del Parlament la proclamación inmediata de la República catalana. Esa es la voluntad popular. Se ha acabado el tiempo de contemporizar. No debe haber ningún paso atrás. No hay ninguna vía para un referéndum pactado, como dicen Ada Colau o Pablo Iglesias. Ellos lo saben perfectamente. No hay posibilidad alguna de decidir el futuro nacional y social de Cataluña si no se rompe ya con este régimen heredero del franquismo.
Sólo si proclamamos la República catalana tendremos la posibilidad de decidir libremente nuestra relación con el resto de pueblos del Estado. La unión libre que defendemos sólo puede ser fruto de un acuerdo entre pueblos libres.
La proclamación sin demora de la República catalana tiene que ir acompañada de la apertura de un proceso constituyente democrático y popular, donde el pueblo trabajador, que somos la gran mayoría, definamos la Cataluña que queremos.
Corrent Roig, 1 de octubre de 2017