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Iglesia ¡fuera de nuestra educación!

El pasado 9 de julio en la localidad santiagueña de Suncho Corral, el Bachillerato San Miguel Arcángel realizó un desfile junto con otras escuelas por el Día de la Independencia. Sin embargo, lejos de realizar esa actividad, esta escuela decidió pronunciarse en contra de la legalización del aborto haciendo que alrededor de 300 estudiantes, que tienen entre 4 y 18 años de edad, marcharan con el pañuelo celeste bajo la conocida consigna de “Salvemos las 2 vidas”, de una forma casi militar.

Como siempre, la educación se encuentra en disputa, y la Iglesia no pierde el tiempo. Juan Cruz Fariña, el cura representante de la institución, comunicó como si fuera un logro educativo: “Somos un colegio pro vida, esta es una ciudad pro vida y los que manifestamos que estamos a favor de las dos vidas hicimos todo esto. Estamos orgullosos”. Ante esto, no podemos más que repudiar y denunciar las acciones de esta escuela sobre los estudiantes. 

 

Esto no es enseñanza, imponer una única visión de la realidad cotidiana, diciéndoles que es lo que deben pensar, es la Iglesia obligando a los estudiantes a defender su ideología.  Se están aprovechando de su incidencia en estas escuelas para adoctrinar a los jóvenes y de ninguna manera se puede seguir permitiendo.

Lamentablemente, este es solo uno de los tantos casos en los cuales la Iglesia busca imponerse. Por ejemplo, en algunas instituciones hasta han sancionado a jóvenes que llevan el pañuelo verde. En el Senado hace lobby para introducir la objeción de conciencia institucional. Médicos católicos, aprovechando el retroceso de permitir en el proyecto votado la “objeción de conciencia”, fomentaron la campaña #nocuentenconmigo que promueve no acatar la ley si resultase salir adelante, confiando en gozar de la misma impunidad para pisotear nuestros derechos, que la Iglesia, los ricos y los milicos genocidas y en abierto desafío a la lucha que ha impuesto la agenda de los derechos femeninos.

Por si fuera poco, en la Basílica de Lujan  se celebró una misa multitudinaria donde se reunieron 50 arzobispos y fieles para rechazar el logro de la media sanción. Todos estos hechos justifican la importancia y necesidad de la separación de la Iglesia del Estado. La misma Iglesia que sostenemos con la plata de nuestros bolsillos es la que quiere privar a las mujeres de decidir sobre su cuerpo, que hablan de cuidar la vida pero, que con esta actitud de negar la realidad, fomentan la muerte en miles de abortos clandestinos.

 

Los estudiantes salimos a la calle una y mil veces por el aborto legal, y acompañamos este proceso. Desde el PSTU llamamos a la movilización y organización en todos los sectores, desde el trabajo, ámbitos educativos y centrales sindicales llevando estas consignas, sin dividir las luchas en unidad de fuerza, para que no sólo le arranquemos la media sanción restante al Senado este 8 de agosto, sino para exigir una educación laica bancada por el estado, educación sexual en las escuelas donde se garanticen espacios de discusión e información para padres, alumnos, docentes y no docentes y la quita de los subsidios a la Iglesia y a la educación privada .

La salud y la educación no son un negocio de la Iglesia ni de nadie, son derechos de los trabajadores.