El pasado sábado 19 de noviembre, el Rector Hugo Juri (UCR) quiso realizar, junto a sus decanos y a la Franja Morada, la Asamblea Universitaria, a pesar de que el pabellón estaba tomado. Habló de democracia y consenso ante los medios, pero más de 800 estudiantes, docentes y no decentes, se lo impidieron.
Como mencionamos en el AS n121, en la Asamblea Universitaria (constituida por consejeros directivos y decanos) se votarían dos puntos: elección de autoridades unipersonales (rector y decanos), continuando con la mayoría docente, aunque con ponderación de todos los claustros, e impidiendo el voto –en esta asamblea- de las facultades recientemente creadas (Comunicación Social y Ciencias Sociales) ; y la integración al Consejo Superior de miembros del Consejo Social Consultivo, compuesto por empresarios, organizaciones feministas afines al rectorado, burócratas sindicales y representantes de organismos de derechos humanos kirchneristas.
El resultado de la lucha fue una importante victoria, aunque parcial, porque si bien la toma del Pabellón Argentina logró su objetivo inmediato, esto es, impedir la Asamblea Universitaria, el rectorado va a usar toda su fuerza política para realizar la sesión fallida, el próximo 15 de diciembre en el interior de la provincia, en una cede de la Facultad Agronomía.
Una nueva conducción que ¿pasó la prueba?
Pero muchos de los activistas se fueron ese día con un trago amargo, porque dos integrantes del Frente Agustín Tosco (Bisagra- Mella-Libres del Sur) que dirige la FUC hace unos meses, (decimos dos, porque Libres del Sur se negó a acompañar el conflicto para “negociar” con el rectorado), junto a los docentes k, usaron su mayoría en la asamblea, para levantar la toma y negarnos la posibilidad de integrar -a todas las fuerzas e independientes- la Comisión mandatada para dialogar con el Rector.
Los estudiantes, después de dos noches de toma, y luego de tirar por tierra los planes del rector, experimentaron cómo se comportan las dos fuerzas que dirigen la FUC.
Sumado a esto, el martes 22, se realizó la reunió la “mesa de diálogo” donde los “representantes” estudiantiles salieron sin ninguna garantía de nada.
A seguirla con delegados por curso y exigiendo plan de lucha a la FUC.
La mayoría de los estudiantes, actualmente, está con la cabeza puesta en los exámenes finales. Lo que nos queda es retomar la práctica de los delegados por cursada, para llenar las asambleas, y terminar con las conducciones burocráticas de los Centros y en la Federación.
No podemos evitar mencionar que el FIT no estuvo presente en esa lucha importante que dimos el 19 de noviembre, porque se había ido al acto electoral que hicieron en Atlanta.
Es importante que cada uno de los que participamos en este conflicto, llevemos nuestra experiencia a cada compañero, mostrando lo que se consigue con la lucha, pero también quienes son los que traicionaron. Por eso necesitamos retomar nuestro método histórico de las asambleas democráticas, sin maniobras, y llevando la lucha hasta el final.