El 24 de julio se produjo un incendio en la fábrica: 25 compañeros sufrieron principio de asfixia. Se vivieron momentos angustiantes, tratar de organizar a los compañeros para que pudieran salir sin que hubiera accidentados y en medio de la falta total de recursos. Mucho humo y confusión, pero no tanto como para no denunciar públicamente que la empresa es la única responsable de lo que pasó y por causas muy conocidas: no invierte un peso en seguridad e higiene, por un lado y por el otro, continúa con el aumento en los ritmos de producción y velocidades.
Ante el incendio:
– No sonó ninguna alarma anti incendio.
– No se avisó al personal por parlante de lo que sucedía.
– La brigada de incendio formada por nuestros compañeros entró en el humo con máscaras que tenían trapos como filtro y remendadas con cinta adhesiva.
– Las máscaras que usan oxígeno comprimido no se pudieron usar porque el tubo de oxígeno hacía 5 meses que estaba vacío.
– La evacuación fue caótica pues algunos jerárquicos de la empresa no querían dejar salir a la gente.
– También recordemos que los dos únicos simulacros de incendio en 103 años de la empresa se hicieron por denuncias de esta Comisión Interna.
En el momento de la evacuación, Marta Fort declaró a los medios: “¿Por qué está la gente en la calle y no trabajando? La fábrica es mía y se hace lo que yo quiero”. Mientras tanto Eduardo Fort en el interior hostigaba y amenazaba a los delegados para que no hablaran con los inspectores.
Estos empresarios negreros, se preocupan solo por su ganancia y sus bienes. Si nos prendemos fuego es lo de menos; exigen que dejemos la vida trabajando, como lo hacen cada día con los ritmos que imponen para aumentar sus ganancias.
La Comisión Interna además de denunciar la negligencia patronal, exige que se forme una Comisión Obrera Independiente de Seguridad e Higiene, elegida por los compañeros para que el control y la seguridad esté en nuestras manos.
Los Fort se preocupan de otro tipo de control. Dos días después del incendio, cuando todavía no podían reintegrarse al trabajo, 15 de los 25 trabajadores afectados, en lugar de gastar en máscaras y tubos de oxígeno, colocaron cámaras de seguridad en el comedor, lugar de descanso.
Este hecho indignante se suma a la lista de reclamos por los que los delegados siguen peleando: actualización del ítem “a cuenta de futuros aumentos y reajuste por paritarias” (no se reajusta desde el 2011), retrotraer todas las modificaciones unilateralmente impuestas por la empresa, reincorporación de despedidos, días pagos por enfermedad de familiar directo.
La única forma de pararle la mano a la avaricia patronal es la unidad y organización de los trabajadores