Vos empezás a leer sobre el caso de Belén, y se te escapan las lágrimas de impotencia y bronca. Desde el día que ingresó en el hospital de Tucumán, con fuertes dolores abdominales, permanece presa de este sistema machista que nos criminaliza a las mujeres por decidir sobre nuestros propios cuerpos. Pero llorando no cambiamos nada. Así que sécate la cara y veamos que hacemos.
Primero, te cuento bien: Belén está privada de su libertad desde el 21/03/14, cuando fue a la guardia del Hospital Avellaneda con fuertes dolores abdominales. En esa madrugada la derivaron al Servicio de Ginecología ante la sospecha de que podría estar teniendo un aborto. El médico José Daniel Martín, que la atendió, le informó que estaba teniendo un aborto espontáneo. Belén afirma que no sabía que estaba embarazada. En uno de los baños encuentran un feto y automáticamente es nombrado por médicos, médicas, policías y operadores judiciales como “hijo” de Belén, sin que se haya realizado ningún estudio de ADN que lo corrobore. Le mostraron el feto y le decían que ese era su hijo, cuando se despertó del legrado agentes policiales la estaban revisando ginecológicamente.La causa se inició como “aborto”, y luego se re caratuló como “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía”. Ahora Belén sigue en prisión presa y condenada a 8 años.
Entonces, Belén está presa por abortar. Porque independientemente de que su defensa alegue que no hubo aborto, la justicia determina que quede presa porque supone que se atrevió a decidir sobre su propio cuerpo. Y ese es el problema. No si Belén abortó o no. Porque ese es otro problema. Eso es criminalización de la pobreza, que no le permite una defensa adecuada que defienda sus intereses porque no lo puede pagar. Es también la opresión machista actuando en concreto disfrazada de violencia institucional, porque no se le pregunta nunca, se asume que lo hizo, se la maltrata por ser mujer y pobre. Pero Belén está presa porque hay un sistema que condena la posibilidad de que una mujer tome una decisión sobre su cuerpo, su vida, porque supone que Belén tuvo la osadía de pretender decidir cuándo ser madre, de hecho decidir si quería serlo o no. Y sobre eso, todos creen tener algo que decir: la Iglesia, el Estado, los médicos…
Y cuando nos dicen que una mujer presidenta es un avance en derechos para todas las mujeres nosotras decimos que no, porque no se trata de a qué género pertenece el que gobierna, sino a qué intereses responde. Porque durante los 8 años que gobernó Cristina Fernández, se negó sistemáticamente a dar tratamiento en las cámaras al proyecto de ley para despenalizar el aborto.Y sabemos bien que las ricas abortan y las pobres nos morimos. Porque la ilegalidad del aborto, la condena y la muerte por abortos clandestinos, golpea a las familias pobres y trabajadoras y quienes más sufren el abandono por parte del Estado y la criminalización son las trabajadoras jóvenes, las desocupadas, las precarizadas, las jóvenes ni ni, las madres jefas de familia.
Por todas nosotras, por Belén, por todas las mujeres que creemos que tenemos algo que decir sobre nuestros cuerpos, y por todas las que aún no lo saben y lo tienen que escuchar, por todas apoyemos la campaña por la liberación de Belén y por el aborto seguro, legal y gratuito en hospitales públicos. Desde Lucha Mujer y PSTU llevaremos la campaña y la convocatoria por #NIUNAMENOS a todos los centros de estudiantes y sindicatos en los que estamos! Súmate!!
-Libertad para Belén. Inmediata excarcelación y nulidad de la condena.
-El gobierno Nacional de Macri (PRO) y el Provincial de Manzur (FPV) son responsables!
-Aborto legal, seguro, gratuito y en el hospital!
-No hay ni una menos sin aborto legal!