Muchas veces ninguneada, despreciada y hasta descartada como factor fundamental para destruir al capitalismo sin embargo su poder es letal contra todo este sistema de explotación y opresión a escala nacional y mundial.
Por Daniel Ruiz
No es ninguna novedad que las políticas de las grandes corporaciones extranjeras, sus organismos financieros como el fondo monetario internacional, banco mundial, políticos de la ONU, la OEA, Mercosur o militares como la OTAN sirvan como poderosos mecanismos de sumisión a nuestros países, sumado a las políticas lacayas que llevan adelante los diferentes gobiernos, diputados, jueces que son serviles y atacan constantemente al pueblo trabajador.
La miseria creciente, la desocupación y precarización
En las últimas décadas el aumento de la carestía de vida, el aumento de desempleo y la precarización laboral ha sido constante, podemos ver como cotidiano y normal trabajadoras y trabajadores en relación de dependencia con salarios de hambre, millones con trabajo un precarizado o informal.
Este cambio no es casual y tiene una lógica para los grandes empresarios, ya que la crisis económica mundial abierta en 2008, las disputas por la poca tasa de ganancia entre potencias como Estados Unidos y China, hace que no exista ningún margen para revertir dicha crisis que no sea con mayor ajuste, saqueo de recursos, explotación y opresión.
Por ello Milei les dice a los poderosos del mundo que ese camino debe ser consecuente y les alerta que no puede quedar ningún vestigio de ideas socialistas en pie, uno se puede preguntar ¿porque afirma eso?
La clase obrera sobre todo la industrial es la única generadora de riquezas, pero a su vez la forma de realizar sus tareas en yacimientos o fabricas produce un efecto colectivo a la hora de luchar por sus reivindicaciones y donde prima la solidaridad por encima del individualismo que intentan constantemente imponer por todas las vías posibles.
Los empresarios y gobernantes saben de sobra de su poder por ello necesitan al estado para condicionar a la clase y necesitan de fieles custodios del capital que se traducen en las burocracias sindicales por un lado o las fuerzas policiales y la justicia por otro, sin olvidar que los reformistas han ayudado de sobra evitando cada revolución obrera.
Terminar con la lucha colectiva y el poder obrero para Milei es ordenador por eso recurre a armas antiguas como la confusión ideológica llamando a toda oposición como “socialista” para que su ideología anarco liberal sea la única que se impregne en la conciencia de la clase trabajadora.
Karl Marx dijo hace muchos años que los burgueses con sus políticas estarán cavando su propia tumba porque la clase obrera justamente al resistir puede pasar a la ofensiva y serán ellos los sepultureros de los empresarios y los opresores, claro primero se necesitará una revolución social triunfante, con más razón ahora con esta guerra declarada del gobierno nacional y el FMI.
Una poderosa clase obrera que acaudille a todos los oprimidos y el pueblo pobre
La distribución mundial del trabajo ubicó a nuestro país como un gran aportador de materias primas por eso la principales palancas de la economía están en el agro y sectores como petróleo, oro, plata, litio, pesca y energía eléctrica.
Esta situación ha desarrollado poderosos batallones como en vaca muerta, la cuenca del golfo San Jorge, Santa Cruz, San Juan, Catamarca, Jujuy, Mar del plata o Rawson, sin embargo hay extensas zonas fabriles ligadas a la industria automotriz, a la metalúrgica entre zona norte de Buenos Aires hasta Santa fe donde podemos incluir a Córdoba, la actividad de los puertos en Rosario y Buenos Aires es uno de los más grande donde se van millones de dólares en mercancías cada hora por sus instalaciones.
Esta distribución nos da un panorama importante desde donde podemos avanzar en concretar el comienzo de un verdadero plan de acción que nos libere del yugo capitalista.
Unir a nuestra clase sea ocupada, desocupada, precarizada o jubilada
Algunas de las conclusiones de estos últimos años es que sino se logra la unidad de nuestra clase de forma integral en la lucha común difícil será obtener victorias parciales y más difíciles serán defender las que fueron conquistadas anteriormente.
La desocupación y precarización tiene un efecto entre los ocupados para desmoralizar y a su vez como método de presión, sin embargo además de bajos salarios en amplios sectores formales existe una sobre carga laboral con jornadas extensas en algunos casos obligatorias como petróleo y minería o porque sin horas extras no se llega a fin de mes.
Ese punto es crucial y debe ser la distribución de horas de trabajo para que ingresen millones de trabajadoras y trabajadores, pero a la par de ello es fundamental unir el reclamo por el aumento general de salarios y jubilaciones con un básico equivalente a la canasta familiar, que debe ser actualizado automáticamente según la inflación.
Pero ese no es la única forma los grandes empresarios deben hacerse cargo de los desocupados que provocaron por ello hay que avanzar en medidas de acción directa contra ellos, las bolsas de trabajo se deben implementar en todas las ramas de la industria, en los barrios donde se elijan democráticamente sus representantes y sea transparente su accionar.
Un plan de obras públicas puede ser un puente entre las necesidades concretas por ejemplo planes de viviendas en diferentes pueblos y ciudades, rutas y puentes, acueductos, hospitales de alta complejidad, escuelas y universidades todas bajo una planificación y control.
Pero también se puede empezar a unir con luchas concretas en donde los trabajadores ocupados y desocupados fluyen casi naturalmente principalmente en zonas como los ingenios azucareros de Jujuy o Tucumán, los yerbateros de misiones, cosechadores y esquiladores en los campos, las obras civiles o en la descarga de los puertos, esos procesos deben ser primordiales en su desarrollo de la lucha ya que pueden ayudar al espíritu de combate de nuestra clase que debe ser seguido con atención de quienes nos reivindicamos como revolucionarios.
En defensa del medio ambiente y nuestros pueblos
No podemos permitir el avance de la contaminación y desidia capitalista, principalmente porque los obreros y obreras son los principales contaminados con mercurio, cianuro, químicos etc.
Pero también cada proyecto capitalista acelera el saqueo para irse lo más rápido posible a otro lugar donde seguir con su explotación, por ello la defensa del medio ambiente debe ser bandera de la clase obrera industrial que pueda unirse con sus hermanos de clase de los pueblos y sectores oprimidos para revertir eso, con el control obrero de la industria no sólo se podrá poner freno a la contaminación sino también discutir la calidad de vida de trabajadores y los pueblos, que se abran los libros contables, se termine ele secreto bancario para determinar qué se necesita realmente y no la especulación empresarial que nos dicen.
A su vez las empresas deben hacer un plan de remediación ambiental donde ingresen millones de puestos para jóvenes, mujeres, desocupados y familiares de los trabajadores del sector.
La expropiación sin pago, la estatización bajo control obrero deberá ser el horizonte de la clase obrera y popular.
Los principales obstáculos y el rol del estado
El principal problema no esta en la disposición a luchar sino en la ideología de sectores dirigentes de nuestra clase que por un lado apuestan constantemente a la conciliación de clases, en las mesas de negociación en donde utilizan las movilizaciones solo para conseguir dichas reuniones.
En lugar de desarrollar las movilizaciones y la acción directa como el verdadero método de lograr conquistas, las mesas de negociación deberían darnos tiempo para organizar una acción superadora y no para que los dirigentes traten de “lograr el mejor acuerdo” por eso las asambleas deben ser resolutivas y ellas deben votar quienes ingresan a esas reuniones y además si aceptan o no las propuestas de empresarios o funcionarios del gobierno.
La reglamentación del estado que actúa en todas las organizaciones sindicales y del movimiento piquetero hace que sean “los dirigentes” de las personerías quienes puedan negociar o firmar un acuerdo, pero el estado y las empresas son agentes de recaudar la cuota sindical que por esa vía los termina condicionando, el arbitraje de los ministerios laborales hacen su tarea en ese sentido.
Para defender ese “privilegio” es que las burocracias recurran a matones o instrumentos para impedir la verdadera democracia sindical y evitará que las organizaciones salgan de la estatización, luchar por ambas cuestiones es vital.
El uso de la violencia estatal
La principal fuerza de sostén del estado y los gobiernos son las fuerzas represivas, sin embargo para aplicarla deben ser bajo sus instituciones como el congreso que vota leyes y código penal al servicio de los ricos, a su vez la justicia con sus fiscales, jueces, cárceles y el servicio penitenciario aplican el castigo a quienes salen a luchar.
Es por ello que no se puede salir sin tener esto en cuenta, no significa resignarse sino preparación a conciencia por lo que se necesita es la conformación de comités de defensa obrera que sean votados e incorporados en los estatutos sindicales para su aplicación.
Ni siquiera podemos confiar en los hospitales públicos o privados, debemos tener salas médicas independientes.
Eso también aplica a los medios de comunicación que son agentes del gobierno y empresarios, por lo que desarrollar nuestra propia prensa y difusión es fundamental, la verdad obrera debe prevalecer.
Una revolución social triunfante
Como podemos ver, no se puede reformar este sistema, la crisis mundial hace que el yugo imperialista sea cada vez más de ahogo a nuestra clase, ello significa que sacarnos de encima al imperialismo de nuestro país es tarea de primer orden empezando por no pagar la deuda externa, sacar a las multinacionales y recuperar las Islas Malvinas.
La clase obrera debe ser caudillo de todas las luchas y reclamos desde la libertad de los presos políticos, el cuidado del medio ambiente, terminar con las opresiones a nuestros pueblos originarios, apoyar los reclamos de nuestras juventud, las mujeres trabajadoras y el colectivo LGTB.
Decidir todo democráticamente, hacer de la acción directa una forma de imponer la voluntad obrera y popular, defendernos de la represión y la coordinación de todos los sectores en lucha para lograr la revolución social y lograr un gobierno de los trabajadores en camino al socialismo.
Solo así con un partido revolucionario que no le tiemble el pulso para lograr ese objetivo podremos revertir la crisis económica nacional y mundial de la única manera posible, pero sin la unidad latinoamericana e internacional difícil será derrotar al imperialismo.
Milei: A diferencia tuya los obreros no se olvidan de quienes les enseñaron a trabajar y luchar, por eso defenderemos a nuestros jubilados como en 2017, sabemos que la juventud son nuestros hijos, sobrinos o vecinos por ellos lucharemos y si te queda alguna duda tenemos sangre originaria, muchos somos Mapuches, Tehuelches, Qom, Kollas, Guaraníes y estaremos con ellos como hermanos.
¡El socialismo no morirá, la clase obrera será quien entierre al capitalismo imperialista!