A Gabriel lo mató la policía hace nueve años, pero para los jueces las pruebas y testimonios parecen no alcanzar. Los tres policías implicados en la tortura y asesinato del joven matancero, fueron liberados en diciembre pasado y son totalmente amparados por una justicia sucia que no sólo negó el acceso de organizaciones de derechos humanos y sociales a presenciar el juicio, sino que además desestimó las evidencias que presentaron los abogados de la familia de Gabriel.
El viernes 1° de abril será la sentencia que determine el destino de los policías que asesinaron al joven, y pese a que el juicio está plagado de irregularidades y obstáculos, será fundamental la pelea que desde las organizaciones sociales y partidos de izquierda demos para presionar por juicio y castigo a los responsables.
Gabriel Blanco tenía 21 años, trabajaba en el armado de escenarios y estaba cumpliendo con un tratamiento de recuperación de adicciones. Vivía con su pareja y su pequeño hijo. Pero la Bonaerense de Matanza no dejaba de hostigarlo para que robara para ellos. El 1° de marzo de 2007 lo detuvieron en la Comisaría 2° de Isidro Casanova y horas después apareció ahorcado en su celda. Pese a que los tres oficiales Gómez, Suarez y Balbuena trataron de encubrir la muerte disfrazándola de suicidio, los rastros de tortura y testimonios demuestran que fue asesinado.
La lucha incansable de la familia y el acompañamiento constante de la Asociación Permanente por los Derechos Humanos (APDH) por el esclarecimiento de la muerte de Gabriel, no tardó en generar todo tipo de amenazas y aprietes por parte de la Bonaerense. A pesar de que el Gobierno, los jueces y la policía ponen todo tipo de trabas para alcanzar la justicia, la pelea de organismos de derechos humanos y partidos de izquierda independiente de cualquier poder político corrupto, es la que logró tener en el banquillo de los acusados a estos asesinos.
Ponen trabas porque el Gobierno, la justicia y la policía solo protegen a los ricos, a los empresarios y no a los trabajadores. Por eso en cada barrio los trabajadores, los jóvenes, los estudiantes, tenemos que generar nuestras propias organizaciones como las asambleas barriales para defendernos de los ataques de la policía y debatir de qué forma podemos resolver nuestras necesidades como el acceso a la educación y al trabajo.
Por todo esto, por Gabriel Blanco, por Luciano Arruga, por los miles de jóvenes que fueron víctimas de gatillo fácil a manos de la policía, y por los millones que son hostigados diariamente sin acceso a educación, vivienda y trabajo, es que hoy nos encontramos en las calles, como lo hicimos miles el 24 de Marzo en todo el país, dando la pelea en contra del ajuste brutal y la represión a manos del Gobierno macrista, contra Obama y contra este sistema podrido que solo trae sufrimiento y hambre para la juventud y los trabajadores.