Desde el PSTU queremos llevar la solidaridad a la resistencia ucraniana contra la ocupación Rusa. Como sección argentina de la Liga Internacional de los Trabajadores adherimos al comunicado que hemos trabajado conjuntamente con jóvenes de la resistencia y otras organizaciones internacionales para fortalecer la solidaridad de la juventud con la lucha del pueblo ucraniano. De este trabajo nace Youth4UkrainianResistance (Juventud por la Resistencia Ucraniana) y este manifiesto que exponemos más adelante.
Llamamos a todos los jóvenes, organizaciones, estudiantes, trabajadores, a adherir al manifiesto y difundirlo, para que la heroica fortaleza de los trabajadores ucranianos supere el silencio de radio que recorre los medios internacionales.
¡La juventud trabajadora siempre al frente!
La juventud que viene de la clase trabajadora y familias empobrecidas está a la cabeza de las luchas a nivel internacional contra la opresión política, social y económica, jugando un rol central en la lucha por las libertades democráticas y la defensa contra todos los ataques de la clase dominante a nuestro modo de vida (empeorando la calidad de nuestra educación, vivienda o condiciones de trabajo).
La juventud ucraniana no está en una posición envidiable. Su lucha interna contra el autoritarismo a favor de la democracia aún permanece: la indecisión y la sensación de inseguridad sobre su futuro ha permanecido en sus mentes durante más de 30 años. Sus empleos son raramente bien pagados y su educación se encuentra lejos de sus campus y sus aspiraciones se ven frenadas todo el tiempo por la Rusia imperialista.
Actualmente, la juventud en Ucrania está viendo como sus vidas y ciudades son destruidas y su pueblo está siendo bombardeado y masacrado por las tropas rusas, obligándolos a abandonar sus estudios y proyectos de vida. La juventud ucraniana se está enlistando a los regimientos de defensa territorial, junto con el resto de la clase trabajadora que está luchando al frente, en la misma línea que las fuerzas armadas de Ucrania, a pesar de que el gobierno de Zelensky ha aprobado recientemente dos leyes (5371 y 5161) que permite el empeoramiento de las condiciones de trabajo, claramente aprovechándose de la guerra para evitar encontrar oposición. Finalmente, el gobierno ucraniano está debilitando la resistencia contra la invasión rusa, que está compuesta mayoritariamente por el pueblo trabajador.
A pesar de las traiciones de su propio gobierno, trabajadoras/es y jóvenes desposeídos están yendo a la guerra a defender su país y su modo de vida y, finalmente, a defender su derecho a la autodeterminación política contra la dominación rusa. La juventud del mundo debe preguntarse cuál es su posición sobre la guerra de Ucrania.
¿Cuál debería ser la posición de la juventud mundial respecto a la guerra en Ucrania?
La guerra en Ucrania es consecuencia de la invasión perpetrada por la segunda potencia militar en el mundo, la armada rusa, liderada por el gobierno de Putin, contra un país mucho más débil e históricamente oprimido por Rusia. Inicialmente oprimida por el zarismo ruso (imperialismo ruso), con figuras como Iván el Terrible o Caterina I, más tarde por Iosif Stalin y el régimen burocrático y autoritario de la URSS, que actuó contra el derecho a la autodeterminación por el que las/os ucranianos/as lucharon durante la Revolución Ucraniana (1917-1921). Ahora, vive esta opresión por parte de Putin, quien reprime ferozmente a minorías étnicas desde los tártaros de Crimea, hasta ucranianos/as y chechenos/as, desde Yakuts hasta Mari. Rusia está jugando un papel reaccionario en el este de Europa y otras regiones. Su política interna llama a atomizar y despolitizar la sociedad, purgando la oposición, incluso las organizaciones de izquierda, con apoyo a las organizaciones con una retórica descaradamente de ultraderecha y retórica fascista. Y eso es solo la agresiva propaganda contra el colectivo LGBTI en los canales estatales y la persecución del mismo.
Al mismo tiempo, en política extranjera, el país apoya entusiastamente o participa abiertamente en la represión a las protestas populares y de la clase trabajadora, como hemos visto repetidamente en Belarús, Kazajistán, Chechenia, etc. El hecho de que Rusia se oponga a Estados Unidos no lo hace un régimen democrático ni progresista.
La primera línea de defensa contra Rusia es y siempre ha sido el movimiento estudiantil. La lucha por la independencia de Ucrania, que culminó en la revuelta estudiantil “Revoliutsiia na hraniti” (“Revolución en Granito”), en 1990, la Revolución Naranja (2004-2005), que permitió la transición a la democracia para empezar propiamente la Revolución de la Dignidad (2013-2014), también conocida como Maidán, que se solidificó con la separación política y económica respecto Rusia, pero, tristemente, eso tuvo un precio. Rusia lo vió como la gota que colmó el vaso, y decidió anexionar Crimea y empezar una guerra en el Donbass, pero luego en 2022 no estaba satisfecha con el status-quo, así que empezó una invasión a escala completa en Ucrania para imponer sus intereses políticos y económicos en el pueblo ucraniano, pero la voluntad de los y las ucranianas es firme y la resistencia es fuerte. Todo el mundo debería tener derecho a su defensa contra la opresión, a defender su cultura y su lengua, derecho a la autodeterminación política y a la soberanía nacional. No se trata de Ucrania atacando a Rusia, se trata de Rusia destruyendo un país, como hizo con Siria.
A causa de esto, la juventud de todo el mundo debe apoyar a la resistencia ucraniana en la defensa contra las tropas rusas. No podemos caer en la propaganda de Putin sobre la “desnazificación” de Ucrania: el famoso batallón Azov está formado, como mucho, por 2500 personas (los números más bajos indican solo 900), mientras que hoy hay más de 70.000 personas enlistadas en la resistencia ucraniana. Hombres y mujeres jóvenes, estudiantes y trabajadores/as conforman una parte considerable de las fuerzas armadas de Ucrania, particularmente en la defensa territorial. Aunque el estado exime a los/as estudiantes universitarias/os del servicio militar obligatorio, muchas/os estudiantes participan voluntariamente en la resistencia armada. La lucha hoy es contra el ejército ruso y la lucha histórica es la resistencia en contra de la opresión rusa.
¿Cómo apoyar a los y las luchadores ucranianos?
La estrategia actual de Rusia es el uso masivo de artillería pesada, y el pueblo ucraniano quiere luchar, pero no disponen del armamento necesario para destruir esta artillería y sus aviones, así que es una cuestión de vida o muerte conseguir armas para la resistencia ucraniana.
Por eso mismo, el apoyo más importante a la resistencia ucraniana es la demanda incondicional de envío de armamento a Ucrania. Esa es la única manera que Ucrania puede ganar la guerra. Las otras posiciones, como el pacifismo o el apoyo abstracto, en el campo de la guerra significa negar el derecho a la autodefensa, y contribuye a la victoria rusa. El pueblo ucraniano ya ha tomado la tarea de defenderse y la guerra continúa, pero para ganar esta guerra necesitan material y armamento pesado.
Defender a la resistencia ucraniana no es apoyar a la OTAN ni el gobierno de Zelensky
Los imperialismos americano y europeo, a pesar de prometer armamento, no han enviado el necesario, y toman la oportunidad para justificar su propio rearmamento. Al mismo tiempo, las manos de la UE están manchadas con la sangre ucraniana, pues financian la campaña militar de Putin comprando gas y petróleo a Rusia, y continúa apropiándose de la riqueza de Ucrania mediante la deuda externa. La OTAN y la UE no quieren la victoria total de la resistencia ucraniana, pero presionan a Zelensky a aceptar la división del país y compartirlo con Rusia, de acuerdo con la distribución imperialista del territorio entre ellos y Rusia.
La negativa de la OTAN de mandar el armamento necesario para la resistencia ucraniana para echar a las tropas rusas de su país deja a Ucrania en peligro. Si los gobiernos europeos han apoyado (superficialmente) el conflicto es porque las masas ucranianas han resistido desde el inicio, y las masas internacionales se manifestaron en contra de la agresión rusa.
Al mismo tiempo, Zelensky se aprovechó de la guerra para atacar los derechos de los/as trabajadores/as y la juventud, especialmente de aquellos y aquellas que se encontraban en primera línea. Ha aprobado dos leyes que, por un lado, crea una nueva forma de contrato laboral que desregula la limitación de horas laborales y, por el otro lado, permite a los capitalistas omitir los derechos de las/os trabajadores/as en empresas de más de 250 empleados/as. Es más, los capitalistas están autorizados a despedir a los/as trabajadores/as que se han ido al frente a defender el país.
La situación para los y las estudiantes no es mucho mejor: el estado obliga a las/os estudiantes a seguir pagando por su educación, a pesar de que ésta no siempre está funcionando y siempre con un nivel muy menor del de antes de la guerra. Cada vez con más frecuencia, las/os estudiantes al frente reciben cartas de instituciones educativas comunicándoles que no pueden continuar sus estudios debido a problemas con la burocracia en muchas universidades. Mientras tanto, las/os diputados/as se aumentan el salario, demostrando que el pueblo ucraniano no puede confiar en el gobierno de Zelensky ni en el Parlamento.
La necesidad de llevar a cabo una campaña de juventud internacional en apoyo a la resistencia ucraniana y la autoorganización
La juventud es la generación que va a vivir más en el mundo, pero hemos nacido en un mundo en el que las cosas funcionan de manera que ya no podemos decidir. Además de luchar por nuestros derechos democráticos, tenemos la misión de construir un nuevo mundo diferente del que tenemos ahora. Un mundo de liberación para la juventud, los/as estudiantes y la clase trabajadora.
Para construir este nuevo mundo, tenemos que ser claros con que ni la OTAN, ni Rusia, ni ningún gobierno burgués nos va a garantizar nuestros derechos, ni las vidas de la juventud y los/as trabajadores/as si va en contra de sus intereses político económicos. Al contrario, los van a atacar, como vemos día tras día. Solo tomando la lucha en nuestras propias manos, como lo han hecho la juventud estudiantil y los y las trabajadoras ucranianas, avanzando en la autoorganización con independencia política, podemos garantizar nuestros derechos.
Hoy, la primera tarea para la juventud ucraniana para ejercer el derecho a la autodeterminación política (como tantos otros derechos más), es defenderse de la invasión rusa. Por eso tenemos que llevar a cabo una campaña internacional de solidaridad, uniendo a jóvenes de todo el mundo que quiera apoyar la resistencia ucraniana en la defensa contra las tropas rusas, por el envío incondicional de armamento y la anulación de la deuda externa.
¡En solidaridad con la juventud y la clase obrera ucraniana, exigimos el envío incondicional de armamento pesado a Ucrania!