LA BRONCA OBRERA Y POPULAR SE EXPRESÓ EN LAS URNAS

La derrota aplastante de Macri abrió una nueva coyuntura política, desatando una crisis que todavía está en curso. A través de las urnas, los trabajadores y el pueblo dijeron que Macri se tiene que ir, sin importarle demasiado que se trate de una elección primaria.

La bronca acumulada se expresó en millones de votos por las listas de Alberto Fernandez y el Frente de Todos, que fue la herramienta elegida para pegarle al gobierno, con mayor o menor expectativa. Algo previsible que no deja de ser un problema para  los trabajadores, que ya se empieza a ver en estos días con el rol que vienen cumpliendo llamando a sostener a Macri hasta diciembre mientras que la situación de los trabajadores no aguanta más.

Lavagna y el Consenso Federal ha quedado muy reducido luego de su boom inicial, quedando como tercera fuerza con algo más del 8% de los votos. También lograron superar las PASO con elecciones cercanas al 2% el Despertar de Espert (conu na elección muy menor a lo esperado) y el NOS de Gomez centurión, apoyado en las iglesias evangélicas que levantan la campaña anitderechos de los pañuelos  celestes que luchan para mantener el aborto en la clandestinidad.

El FIT UNIDAD quedó ubicado como cuarta fuerza a nivel nacional con una elección cercana al 3% de los votos, y será la única propuesta política que levanta la independencia de clase y la ruptura con el FMI en las elecciones de octubre.

CHAU MACRI

Los números fueron contundentes. Macri perdió en todo el país, solo logró imponerse en la provincia de Córdoba y Capital, pero reduciendo ostensiblemente la diferencia de votos. En los barrios obreros la diferencia fue abismal, con verdaderas palizas que superaron el 40% de diferencia en algunos casos. Y a su vez, perdió también en sectores medios, lo que lo dejó sin chances de remontar esto de cara a octubre.

Las encuestas pagas, la burda campaña de prensa de los medios masivos de comunicación y la presión de los mercados no le sirvieron de nada. Incluso arrastró a una derrota catastrófica a la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal, quien supuestamente era la figura con mejor imagen del macrismo, quien obtuvo algo más del 33% de los votos contra el 50% de Axel Kicillof.

Quedó demostrada la voluntad de los trabajadores y el pueblo de echar al gobierno, y la imposibilidad de que éste de seguir gobernando.

LOS FERNANDEZ Y LA CGT SALIERON AL RESCATE DE LA “TRANSICIÓN”

La devaluación y el ajuste programado para después de octubre se anticipó de manera abrupta y los mercados salieron a marcar la cancha para volcar la crisis sobre nuestras espaldas.

Ante esto, Fernandez ya dijo que le parece razonable que el dólar se vaya a 60 pesos. Y dijo que iba ser el principal defensor de que Macri llegara a diciembre. Algo similar dijo la CGT y fue vergosozo ver a los dirigentes llamando a no movilizar ante esta devaluación brutal de nuestros salarios y esta nueva estampida de los precios que arrancó esta semana.

La campaña del PSTU y del FIT Unidad alertando de que el Frente de Todos no era una salida favorable a los trabajadores ya se empieza a demostrar en los hechos.

No es algo nuevo, porque ha quedado claro que  Macri logró llegar hasta acá aplicando su ajuste por la complicidad de estas direcciones políticas y sindicales que en su gran mayoría responden al bando de los triunfadores en estas PASO.

Y luego del domingo, Macri sólo se sostiene porque Los Fernandez. Y el FMI quieren que se quede para que pueda hacer el trabajo sucio  y ajustar aún mas a los trabajadores antes de irse sin tener que empezar ellos mismos a mostrar su verdadera cara ajustadora y empezar a perder la base social que los votó con cierta expectativa.

Cada día que pase con Macri en el gobierno será un respiro para los ajustadores y mayores sufrimientos para la familia trabajadora. Como siempre, será nuestra lucha en las calles  la que logre derrotar esta maniobra antiobrera, y es en estos días que se juega este destino.

En contra de lo que opina el PJ y los traidores de los dirigentes sindicales, el movimiento obrero y popular debe ganar las calles para defender sus condiciones de vida y asi frenar este saqueo de los bancos y las patronales, echando al gobierno y al FMI. Solo así tendremos mejores condiciones para preparar la batalla que se viene y darle una salida obrera y popular a la crisis.