Con mucho esfuerzo, a “pulmón”, hicimos una fuerte campaña, llegando con nuestras propuestas a las luchas, las fábricas, minas, barrios, universidades y escuelas. Agitamos en estaciones ferroviarias y concentraciones urbanas.
La pelea por la Segunda Independencia y la ruptura con el imperialismo…
En esta campaña explicamos a miles de compañeros la necesidad de romper con el imperialismo y dejar de pagar ese cáncer que es la deuda externa; llevamos nuestro programa de defensa de los derechos de la mujer trabajadora, contra el machismo, la violencia y el aborto legal y seguro. Denunciamos que no había ninguna salida con las listas de Macri o con la de Fernández-Cristina porque todos ellos estaban comprometidos con la “voluntad de pagar” al FMI y cumplir sus exigencias y por eso llamábamos a no votarlos y apoyar las listas del FIT-U.
Y también contribuimos con nuestros candidatos obreros, mujeres y luchadores diciendo que los trabajadores no voten empresarios y corruptos, sino a obreros y luchadores para afirmar la necesidad de la independencia política de la clase obrera de toda variante patronal. Esto quiere decir que los trabajadores deben tomar en sus manos la solución de los problemas del país y no confiar en las instituciones de este repodrido régimen capitalista, con sus diputados y jueces corruptos al servicio de los empresarios imperialistas.
…Y la forma de cómo lograrlo
Nuestra batalla en cada lugar fue explicar que es imposible lograr soluciones duraderas si nuestro país continúa siendo pisoteado por el imperialismo y las multinacionales. Por eso necesitamos luchar por nuestra segunda independencia, lo que significa romper con el imperialismo y todas las ataduras políticas, económicas y militares que nos hacen casi una colonia yanqui. Que al igual que San Martín y Bolívar debemos luchar en todo el continente para que todos los pueblos se unan y liberen del mismo yugo.
La especulación financiera, el alza del dólar, la inflación de estos días muestran lo que quieren hacer del país las multinacionales y los empresarios para seguir saqueando al país, imponer sus reformas (laboral, jubilatoria y demás) y seguir rapiñando.
Por eso, para lograr la segunda y definitiva independencia hemos dicho claramente que es necesario organizar una revolución con la clase obrera y el pueblo pobre como el camino hacia la independencia del país. Que esa revolución e independencia no la vamos a lograr de la mano de los Fernández o los empresarios “nacionales”, sino de un gobierno propio de los trabajadores y con una democracia basada en las organizaciones de lucha del pueblo trabajador.
Con esas banderas, la libertad de Daniel Ruíz y el cese de la persecución a Sebastián Romero, por la libertad de todos los presos políticos por luchar, apoyando todas las luchas, continuaremos nuestra campaña electoral, incorporando como hasta ahora a todos los compañeros que solidariamente nos acompañen.