Los sindicatos nacieron como organizaciones en las cuales los trabajadores se organizaron para conseguir victorias inmensas en lo que respecta a la calidad de vida y las condiciones de trabajo. Pero los tiempos cambian y los empresarios, de la mano de sus gobiernos y partidos patronales, se la idearon para ir colando sus influencias dentro de estos. Es así que hoy, cualquiera que identifique a la gran mayoría de los dirigentes sindicales con traidores, no está muy alejado de la realidad. Incluso, gran parte de ellos son directamente mafiosos.
La flamante CGT unificada es un ejemplo claro de esto. Desde principios de año viene haciendo discursos por todos lados, que si se meten con los trabajadores, ellos van a responder con medidas de fuerza. Y llegamos a este momento, con los capos de la central dándole una tregua al Gobierno y levantando el paro general con el que habían amenazado por un bono miserable de $2.000, opcional y encima, posiblemente, en cuotas
Las CTAs no se quedan atrás. Si bien tienen un discurso más “combativo” y han llamado a acciones importantes como la Marcha Federal del 2 de septiembre, las utilizaron hacer discursos de reivindicación del kichrnerismo y para subir al palco a funcionarios del gobierno anterior y se niegan a preparar desde abajo el Paro Nacional y Plan de Lucha que necesitamos.
Para poder pelear a fondo por defender nuestras condiciones de vida, necesitamos sacarnos de encima a los dirigentes sindicales vendidos y construir una nueva dirección de la clase trabajadora, que no puede contentarse con “ganar” sindicatos, sino que, debe imponer cambios de fondo en las organizaciones existentes, para que, como mínimo, nos permitan defendernos del ataque de Macri y las patronales.
Notas Complementarias: