Hace poco más de dos meses que los trabajadores despedidos de PepsiCo están llevando adelante una lucha fuertísima para lograr su reincorporación a la planta Florida. Hoy, luego de varias acciones rodeadas de la enorme solidaridad obrera y popular, es momento de encarar el debate que ronda por la cabeza de cada uno de estos trabajadores y trabajadoras: ¿cómo se sigue la lucha y con qué objetivos?
Hace aproximadamente un mes, la legisladora del PTS Natalia Seligra presentó un proyecto de ley para lograr la expropiación y puesta a producir de la planta (hoy inactiva) con la forma de una cooperativa. La mayoría de los compañeros que están sosteniendo la permanencia en la carpa y las acciones de lucha no sabían de antemano de tal proyecto, pero mucho menos conocían lo que implica montar una cooperativa.
¿Qué es una cooperativa?
Es por eso que creemos imprescindible encarar este debate de la manera más honesta y directa que podamos. Poner a producir con el formato de cooperativa puede ser una salida inmediata para combatir el hambre y la falta de trabajo. Pero de fondo, al convertir a los obreros en sus propios patrones, les impone hacerse cargo de las pérdidas y de competir en un mercado dominado por enormes empresas multinacionales que utilizan mano de obra flexibilizada y a menor costo que cualquier cooperativa (Pepsico hoy sigue produciendo en su planta de Mar del Plata, a menores costos que los que afrontaba en Florida y sobreexplotando a los trabajadores de allí, o importando productos desde Chile para cubrir las necesidades de un mercado interno que siguen dominando).
Las desventajas que afronta cualquier cooperativa desde su nacimiento ante estos pulpos son enormes e implica que los trabajadores devenidos en sus propios patrones se endeuden (si alguien les diera un préstamo) más y más. El gobierno de Macri ha sido cómplice absoluto del cierre de la planta Florida y no ha intervenido nunca a favor de los trabajadores desde el Ministerio de Trabajo de Triaca, por lo cual tampoco podemos confiar en que tome en sus manos la tarea de colocar los productos de la cooperativa para competir en el mercado, lo cual se convierte en una tarea titánica.
Luchar entonces por la aprobación de este proyecto solamente lleva a meter a los trabajadores en la rosca y los “favores” parlamentarios dentro de un terreno que no es el nuestro. El Congreso está lleno de políticos que representan a las patronales ajustadoras y por eso no tenemos ninguna confianza en que este sea el camino para que los trabajadores recuperen su trabajo. El Estado es el único responsable por los miles de despidos, ya que le permite a los patrones dejarnos en la calle y por eso, debemos exigirle que asegure nuestro trabajo y el sustento de nuestras familias.
Seguir movilizados
Es necesario seguir movilizados exigiéndole al gobierno de Macri que estatice Pepsico, haciéndose cargo de sostenerla económicamente frente a la competencia patronal e invirtiendo el presupuesto necesario para su funcionamiento, pero poniéndola a producir bajo control de sus trabajadores, ya que son los que de verdad saben como hacerlo y los únicos interesados en conservar la fuente de ingresos para sus familias. Si el Estado toma posesión de cada planta que cierre o despida trabajadores y las pone a producir bajo el control de sus propios laburantes, de verdad la producción de todo el país podrá estar al servicio de las necesidades de cada familia y no de seguir aumentando las ganancias de unos pocos patrones. Solo así podremos empezar a combatir el desempleo y la pobreza, poniendo en marcha un plan económico al servicio de los trabajadores y el pueblo y no de las multinacionales.