Hace algunas semanas vimos el caso de Brian, el joven de 14 años asesinado en el barrio de Flores cuando recibio un disparo en medio de un robo. El principal acusado es otro pibe, menor, de 15 años. Tal hecho derivo en una verdadera “barriada”, que llevó a los vecinos a tomar la comisaría y exigir la renuncia del comisario. Esto hizo que el Gobierno se lance en un nuevo ataque hacia la juventud en nuestro país, impulsando la baja en la edad de la imputabilidad de los 16 (actualmente) a los 14 años.
Pero ojo, esta medida, no es solo impulsada por el PRO y Cambiemos. Daniel Scioli, ex candidato presidencial por el FPV ya había insistido con esto desde que era gobernador de la provincia allá por el 2008. De la misma forma Sergio Massa, coloco esta “necesidad” entre sus principales promesas de campaña en las elecciones legislativas de 2013 y ahora pide que se trate cuanto antes en el Congreso. Incluso la ex presidenta, Cristina Kirchner, que planteó que “bajar la edad de la imputabilidad es adecuarse a los tiempos que corren”.
Parece increíble como todos estos personajes, que la juegan de gobierno y oposición en uno y otro momento, con peleas para la tribuna y mucho show mediático, terminan coincidiendo plenamente cuando hay que darle palos a los trabajadores y jóvenes, cuando hay que criminalizar a la juventud, a los inmigrantes, por la situación de vulnerabilidad a la que ellos nos empujan, y que ahora encima nos señalan con el dedo como los culpables de este sistema capitalista cada vez más rancio.
“Juventud: ¿divino, tesoro?”
Para nosotros, la realidad es un poco distinta. Si somos asaltados también, nos apuntan con un arma o nos amenazan con un cuchillo, a nuestras compañeras las violan y las matan y cada vez se pone peor. Pero a su vez vemos como más de un millón de jóvenes no estudian ni trabajan, como muchos ni siquiera pueden terminar la primaria, como pibes de 8, 10 o 12 años conocen la “bolsita” y no la dejan hasta que terminan en un cajón.
Algunos de nosotros, que quizás podemos zafar de esa miseria absoluta y tener una realidad un poquito mejor, tenemos que hacer magia para conseguir un trabajo, que no sea en negro, donde el sueldo sea real, donde podamos estudiar a la vez, donde los que tienen hijos no tengan que resignar toda su vida por ello o que nos permita hacer algo de lo que nos gusta. Además, en los barrios, la policía nos persigue si no le gusta nuestra cara, mientras los narcos accionan tranquilamente con el amparo de esa misma policía, los jueces, políticos, etc.
Como si esto fuera poco, a nuestras compañeras se les complica todo el doble, cobran todavía menos que nosotros por el mismo trabajo, son acosadas constantemente y se siguen muriendo por abortos clandestinos, y si no, son llevadas presas por abortar, por una justicia que nada hace para evitar que sigan los femicidios y la violencia hacia la mujer.
En mayor o menor medida, ésta es la verdadera realidad de los jóvenes hoy por hoy, la que todos los políticos patronales conocen muy bien pero hacen la vista gorda. Este gobierno de Macri, con la complicidad de cada una de las variantes de oposición patronal, es el que viene descargando ataques durísimos contra las condiciones de vida de la clase trabajadora, de la juventud, en beneficio de la ganancia de las grandes multinacionales y patronales agrarias, generando cada vez más miseria y desocupación y poniéndonos ante un futuro cada vez más negro, para poder seguir usándonos como material descartable y de paso de solución para los problemas que ellos no quieren ni pueden resolver.
Por eso rechazamos absolutamente esta ofensiva de criminalizar a la juventud, porque entendemos la bronca e indignación que significa que te roben o perder un ser amado. Nada de lo humano nos es ajeno, pero sabemos muy bien como los jóvenes somos empujados a una realidad cada día más cruda y sin salida, y que lleva a cientos de pibes a robar para poder comer, sin noción de nada, empujados por la droga y la marginalidad. Y de todo esto los responsables son el Estado, cada uno de los gobiernos y todo este sistema capitalista en el que vivimos y no los propios pibes, como nos quiere hacer creer este gobierno de ricos y empresarios.
Tenemos que construir una salida ya
Por eso es que desde la juventud de nuestro partido, vemos cada día más necesario y urgente construir una salida alternativa a la que nos proponen los Macri, Massa, Scioli o Cristina. Tenemos que organizarnos, en nuestras universidades, escuelas, lugares de trabajo, en nuestros barrios para discutir cual es esa salida que necesitamos, enfrentando los ataques del Gobierno, movilizándonos con el resto de la clase trabajadora y plantando bandera por nuestros derechos, impulsando la más amplia unidad y coordinando las acciones que sean necesarias.
Tenemos que pelear por trabajo digno y educación gratuita y de calidad para todos. El Estado debe garantizar Centros de Rehabilitación contra las adicciones y espacios de juegos y deportes en todos los barrios. Para que ningún pibe caiga en las manos del negocio del narcotráfico y el delito. Tenemos que exigirle a las organizaciones obreras y estudiantiles que tomen este problema y salgan a luchar por ello.
Para todo esto, ponemos nuestra herramienta principal, nuestro partido, al servicio de esta tarea y te invitamos a que te sumes en cada una de las peleas que tenemos por delante para que las demos juntos.