A tan sólo algunos días de la jornada del 19 de octubre, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, impidió que en la provincia que gobierna se pueda adherir al protocolo de aborto no punible recomendado por la Corte Suprema en 2012.
Hace ya cuatro años, las mujeres trabajadoras luego de una gran lucha consiguieron un triunfo importante a través del fallo de la Corte Suprema de Justicia Nacional, se establece un protocolo de aplicación para realizar abortos en los hospitales públicos para las mujeres cuyo embarazo ponga en riesgo su vida o si han sido violadas, según lo que dice el Código Civil desde 1921.
Este elemental, aunque aún limitado, derecho que evitaría que muchas mujeres trabajadoras y pobres pierdan la vida en un aborto clandestino, ha sido cercenado por la gobernadora. Mientras el PRO se jactaba de ser parte de quienes votaron la “paridad de género” en el Congreso posando de defensor de los derechos femeninos, Vidal respondiendo a los pedidos de la Iglesia Católica condenó a la muerte a miles de mujeres que no podrán exigir el cumplimiento del protocolo y caerán en manos de falsos médicos, de condiciones de higiene deplorables o ante la falta de dinero se practicarán un aborto casero.
Ante los debates de las corrientes feministas que plantean que sólo las mujeres pueden pelear por nuestros derechos, Vidal nos demuestra lo contrario. A pesar de su condición de mujer, no se conmovió ante el padecimiento de las más pobres, de las adolescentes violadas o las trabajadoras que no acceden a las clínicas privadas. Su ligazón con la Iglesia y su mandato en favor de los empresarios es lo que prima. Mantiene las ganancias de la salud privada que lucra con este negocio, mientras impide a las laburantes que puedan defender su vida.
Gritar ¡Ni una menos! ¡Vivas nos queremos! es luchar por el aborto libre, gratuito y seguro. Es exigir que se cumpla el protocolo de aborto no punible en todo el país. Es enfrentar los femicidios “invisibles” que representan las muertes por abortos clandestinos. Las trabajadoras tenemos derecho a elegir el momento de nuestra maternidad, de evitar un embarazo si nuestra vida está en peligro y de interrumpirlo si fuimos violadas.
Nada vendrá de un gobierno patronal y ajustador como el de Vidal y Macri, así como tampoco podremos avanzar si las mujeres peleamos solas. El Paro Nacional que tanto necesitamos en nuestro país debe ser llamado también para exigir nuestro derecho al aborto legal. Exijamos a las centrales obreras que se pongan a la cabeza de este reclamo y del conjunto de derechos que nos son negados a las trabajadoras.
¡Por los derechos de las trabajadoras, de las jóvenes y de la familia obrera!
12 propuestas de Lucha Mujer
-#NiUnaMenos. ¡Justicia para Lucía y para todas!¡Basta de violencia y femicidios! Presupuesto de emergencia
-Plata para combatir la violencia machista y no para las multinacionales y los buitres de la deuda externa
-Abajo el Plan de Macri. Salarios y jubilaciones iguales a la canasta familiar. Igual trabajo igual salario. Basta de despidos y de trabajo precario. Doble aguinaldo para todos o bono equivalente a la canasta básica.
Derecho a elegir cuando ser madres. Protección de la madre trabajadora. Guarderías y jardines maternales gratuitos en los lugares de estudio y trabajo.
-No más cárcel, no más muertes. Aborto legal, seguro y gratuito, ya.
-¡Anulación de la condena de Belén! ¡Libertad para Yamila!
-Separación de la Iglesia y el Estado
-Basta de represión y persecución a los que luchan
-Unidad de la clase obrera y democracia sindical: que las organizaciones obreras y estudiantiles asuman el combate al machismo y a la violencia machista para lograrlo
-Que los sindicatos y centros de estudiantes eduquen en la autodefensa y garanticen ese derecho para la supervivencia de las compañeras
-Que la marcha de la CGT del 18 de noviembre incluya estas reivindicaciones en la Emergencia Social que propone
-Asambleas para imponer a la CGT y a las CTA un Paro Nacional y Plan de Lucha que derroten el Plan Macri y que tomen las banderas femeninas en su pliego de reclamos