El pasado jueves 30, el diputado justicialista Oscar Romero, ex dirigente de SMATA, presentó el proyecto de ley del sindicato de los mecánicos que dirige Pignanelli. El mismo exige que las multinacionales automotrices incluyan un 30% de autopartes nacionales. Esta presentación en diputados, fue acompañada de una concentración en Congreso del sindicato en Buenos Aires, y otras en el resto del país.
Los puntos centrales de la ley
Se exige el porcentaje mencionado, con el argumento de que actualmente el mismo sería de un 22 %, y que ese 8 % que se agregará, ayudaría a cuidar los puestos de trabajo. Las empresas multinacionales (Renault, FIAT, GM, VW, etc.) radicadas en nuestro país, que se comprometieran con esta ley, deben presentar una declaración jurada ante la Secretaría de Industria y Servicios dependiente del Ministerio de Producción de la nación. A cambio de ello, éstas empresas y las autopartistas, recibirían un “bono electrónico” transferible y que además sirve para pagar los impuestos nacionales, para decirlo más claramente, un subsidio, que lo vamos a pagar todos los trabajadores del país con los tarifazos que estamos sufriendo hoy.
Las empresas- cuyos trabajadores tienen convenio de SMATA- entregarían dicha declaración jurada (sobre el origen de las autopartes) y se “comprometerían” a no despedir más.
Una ley a pedido de las automotrices multinacionales
Cabe preguntarse ¿por qué Macri vetó la Ley llamada “antidespidos” y por qué promovió esta?
Si nos ponemos a pensar, las dos comparten la supuesta preocupación por preservar los puestos de trabajo, sin embargo ya van 180 mil despidos, contando el sector público y privado, y estas leyes no plantean devolver el empleo a los nuevos desocupados. De hecho, la presentada por el SMATA, y aprobada por casi la mayoría de los bloques de Diputados, gozó del apoyo de los CEO’s de las multinacionales que vienen despidiendo desde hace años.
Pero la fuga de capitales, y la extranjerización de la economía continúan, porque las multinacionales siguen girando la plata a sus casas matrices, lo cual demuestra que dicho proyecto de ley no defiende a la industria local ni a representa a las necesidades de nuestro país.
Organicémonos para frenar los despidos y las suspensiones
El SMATA con Pignaneli y Romero a la cabeza, se movilizaron supuestamente para garantizar que la ley se vote a favor. Entonces ¿por qué no se moviliza y organiza un plan de lucha para conseguir no solo esta ley sino para resolver todos los problemas que tenemos los trabajadores?, ¿Se olvida de que estamos sufriendo suspensiones, despidos, retiros “voluntarios”, lesiones en las principales empresas del país? Los trabajadores nucleados en el SMATA tenemos que exigirles a nuestros dirigentes que hagan asambleas en cada fábrica, para garantizar la defensa de los puestos de trabajo, para garantizar mejoras salariales que cubran el ya 40% de inflación que estamos sufriendo en este momento, y que mejoren nuestros convenios colectivos de trabajo.