other

La lucha de ayer continúa hoy

Hoy el kirchnerismo se plantea como  continuador de las peleas y los sueños  de los trabajadores y luchadores de  los ’70, como el Gobierno que concretó los ideales de toda una generación que dio su  vida por un mundo mejor. Veamos si es así.

La situación de los trabajadores

Actualmente, en Argentina hay casi 12 millones de pobres y 3 millones de indigentes. En el Noroeste las personas pobres llegan a  casi 60% y los indigentes a 20%.(1) 6 millones de chicos, de 0 a 17 años, viven en condiciones de pobreza y poco más de 1 millón y medio se encuentra en la indigencia.

Entre los trabajadores, hay un 47% que  está empleado informalmente (2)y solo en 2014 se perdieron 500.000 puestos de trabajo, la desocupación según el mismo INDEC del Gobierno, llega a 7,5%(3) La situación de los jubilados no es distinta, 7 de cada 10 cobran 3.707 pesos de bolsillo, contra una Canasta Básica del Adulto Mayor, que en noviembre  2014 ascendía a 6.720 pesos.

Los números de la realidad hablan por sí mismos, el Gobierno K no es el gobierno de los trabajadores ni mucho menos, sino el gobierno de las multinacionales a las que entregan todos nuestros recursos como el  petróleo, el gas, los minerales y las tierras, y  del imperialismo al que le paga la fraudulenta deuda externa.

Y los derechos humanos

El Gobierno se plantea como defensor de los derechos humanos pero hay una lista interminable de hechos que lo contradicen. La  muerte de Nisman puso al descubierto aún  más cómo el kichnerismo, al igual que todos  los gobiernos anteriores, mantienen en los  servicios de inteligencia a personajes nefastos como Stiusso y los usan para perseguir a los  trabajadores con mecanismos como el Proyecto X y la Ley Antiterrorista.

Ahora, el Gobierno crea la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) presentándola como una  fuerza renovada pero no dice públicamente que la totalidad del personal, bienes, activos y patrimonio de la SIDE serán transferidos a la nueva AFI. Los archivos y bases de datos secretos seguirán siendo secretos, y las informaciones y documentos recopilados que sean “clasificados” no podrán tomar estado público al menos por 25 años.
Mientras tanto sigue Milani al frente de las Fuerzas Armadas, implicado en delitos de lesa humanidad. Berni como Secretario de Seguridad sigue reprimiendo salvajemente a los trabajadores que reclaman por sus puestos de trabajo, sigue estando desaparecido Julio López, hay 7000 procesados por luchar, los petroleros de Las Heras fueron condenados a cadena perpetua y todavía hay dentro de las fuerzas de seguridad 9000 efectivos que participaron de la Dictadura Militar. Desde el 2008 hay 1808 mujeres asesinadas, 277 en 2014 que dejaron a 330 hijos sin madre (4) y ya son 4300 los chicos asesinados en democracia por las fuerzas de seguridad y 216 los desaparecidos, más de la mitad durante el Gobierno de los “derechos humanos”.
Por todo esto, este 24 de marzo lo tenemos que convertir en un llamado a la lucha
contra el ajuste que quiere imponer el Gobierno y toda la oposición patronal de Massa, Macri y compañía. Ninguno de los desaparecidos luchó por este sistema de hambre e injusticia, por eso desde el PSTU te invitamos a marchar con nosotros y continuar la pelea contra el ajuste y la criminalización de la protesta social.

as 84 Critina y Milani

Notas:

1)Datos de la Comisión Técnica de ATE-INDEC del primer semestre de 2014.
2)Datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
3)http://www.lanacion.com.ar/1720094-admitio-elindec-una-suba-de-la desocupacion-y-una-fuertecaida-de-la-tasa-de-empleo
4)Datos de la ONG La Casa del Encuentro


Malvinas: una lucha antiimperialista.

Hacia el final de la dictadura militar comenzó en el país una profunda crisis económica producto de la política ejercida por Videla y Martínez de Hoz. Esto provocó que la lucha del pueblo contra el régimen militar fuera aumentando. La clase media, que hasta entonces se mantenía pasiva ante el genocidio, comenzó a manifestarse junto a los trabajadores. Las Madres de Plaza de Mayo y los reclamos por los desaparecidos cada vez eran más visibles. En 1981 la CGT (Brasil) convocó a una huelga general y el 31 de marzo se da una importante marcha convocada por esta central, que es fuertemente reprimida.

Ante esta situación la Junta Militar, con Galtieri al mando, inició la guerra por la recuperación de Malvinas, (montándose en el sentimiento antiimperialista de nuestro pueblo), con el objetivo de pasar la crisis y detener la bronca de la población. Los militares creían que el imperialismo estadounidense los apoyaría y que no habría un enfrentamiento bélico contra los ingleses.

Pero Estados Unidos no apoyó, y la invasión a Malvinas no provocó simpatía de la población a la dictadura sino un gran movimiento unificado de los trabajadores contra el imperialismo y a su vez contra la Junta Militar, por haber enviado a los chicos a la muerte. Al grito de “los pibes murieron, los jefes los vendieron” la población se movilizó a Plaza de Mayo.

Nuestra corriente en ese momento, el PST (Partido Socialista de los Trabajadores), que venía enfrentando a la dictadura, puso como eje la lucha antiimperialista y propuso un programa obrero para ganar la guerra expropiación de todas las empresas inglesas, ni un peso más para la deuda, armamento para el pueblo, solidaridad latinoamericana y ayuda militar de los estados obreros. Ese programa que empalmaba con el sentimiento de los miles en las calles que exigían el triunfo antiimperialista, no se hizo efectivo. Galtieri ni bien invadió ya estaba avisando al gobierno inglés que respetaría todos los tratados con Inglaterra.

Lamentablemente otros partidos como el Partido Obrero o el peronismo fueron parte de la marcha por la paz convocada por el Papa. Una paz que solo sirvió para acrecentar la dominación imperialista en nuestro país. En un país sometido al hambre, a la pobreza, a los bajos salarios, por la explotación y el saqueo del imperialismo norteamericano, no se puede hablar de paz, por eso hoy sigue vigente la lucha por la segunda y definitiva independencia, por el no pago de la deuda externa y por echar a las empresas extranjeras de nuestro país.


La masacre de Pacheco, la Triple A y el peronismo

30.000 compañeros desaparecidos ¡Presente! ¡Ahora y siempre!

El Partido Socialista de los Trabajadores (PST) era el nombre de nuestra corriente en los años `70, estaba integrada por aproximadamente 2 mil militantes, insertos en cientos de fábricas con delegados y comisiones internas antiburocráticas y combativas. E impulsaban una lucha a muerte por el socialismo, por un mundo sin explotadores ni explotados.

Dieciséis de aquellos valiosos compañeros fueron asesinados antes del Golpe de Estado. El imperialismo y el Gobierno argentino querían imponer un ajuste a la población pero la clase trabajadora organizada se lo impedía con movilizaciones masivas. Por eso ya en 1974, la burguesía y el peronismo, empezaron a perseguir y asesinar a los luchadores con la Triple A, la Alianza Anticomunista Argentina, (banda paramilitar de extrema derecha con cuadros formados por la CIA). Porque veían que la lucha de los trabajadores era indoblegable y que la política revolucionaria tenía cada vez más fuerza entre los obreros.

Perón había echado a los Montoneros de la Plaza el 1° de mayo, había amenazado con que todavía no había tronado el escarmiento y mantenía a López Rega, quien dirigía y fi nanciaba a la Triple A desde el Ministerio de Bienestar Social. Y es en este marco que el 29 de mayo de 1974, en el local del PST de Pacheco ingresó una patota de la Triple A y secuestró a Oscar “Hijitus” Meza, obrero de Astarsa, Antonio “Toni” Moses, obrero de Wobron y Mario “Tano” Zida, dirigente estudiantil de la Técnica 1 de Tigre. Sus cuerpos aparecieron acribillados a balazos en un descampado de Pilar al día siguiente. Esa masacre había sido precedida por el asesinato, en el mismo mes, del “Indio” Fernández, delegado metalúrgico. Y se continuó con la masacre de La Plata al año siguiente, en la que cayeron 8 de nuestros militantes, y con el asesinato de otros cuatro camaradas entre los que estaba Cesar Robles, de la dirección nacional de nuestro partido.

Hoy recordamos a los 16 compañeros asesinados bajo el gobierno peronista de Isabel Perón, a los más de 200, presos, muertos y desaparecidos  del PST bajo la dictadura, y a todas las víctimas del Terrorismo de Estado, continuando su lucha, que nada tiene que ver con el capitalismo versión K, de injusticia social ni con el peronismo que mandó a matar a miles de obreros y jóvenes peronistas y a nuestros compañeros del PST. Ellos eran revolucionarios, luchaban por el socialismo y es en las calles, este 24 de Marzo y encada lucha de la clase trabajadora, que los recordaremos gritando bien fuerte:

¡hasta el socialismo siempre! 


El Golpe de Estado del ‘76:

Cuando el capitalismo estuvo en peligro

Corría el año 1975, miles de obreros entre los que había peronistas, marxistas y clasistas independientes, protagonizaban grandes huelgas, tomas de fábricas, la recuperación de centenares de comisiones internas y cuerpos de delegados. Incluso en algunas industrias los obreros debatían sobre el control de la producción y se organizaban en coordinadoras interfabriles.

Todo este grado de organización obrera nunca visto en nuestro país fue parte de una acumulación de experiencias políticas y luchas. El Cordobazo, el Rosariazo, las revueltas estudiantiles en Corrientes, y diversas formas de lucha callejera que la clase obrera y los estudiantes, ligados a la izquierda peronista o al marxismo, dieron contra la dictadura de Onganía en 1969, mostraron el quiebre de una parte importante de la clase obrera con las viejas conducciones de la burocracia sindical peronista.

Perón fue el elegido para aniquilar el proceso social que cuestionaba al capitalismo.

La continuidad del capitalismo y las ganancias imperialistas estaban en juego.Por ejemplo, los trabajadores argentinos, producto de sus luchas lograron quedarse con el 50% del PBI (1).Esta era la participación más alta del PBI por parte de los trabajadores en todo el mundo capitalista de la época.

Este gran ascenso de la izquierda en las organizaciones obreras y populares fue lo que hizo que la dictadura de Lanus se negociara la vuelta de Perón, como el único capaz de frenar y liquidar un movimiento obrero cada vez más combativo, clasista y de ideas socialistas.

Perón llega al gobierno a través de un golpe “institucional” contra Cámpora, el presidente peronista que se había elegido en las elecciones de 1973. En un primer momento logra su objetivo de lograr una breve “paz social”. Pero comienza un proceso de resistencia a su plan de austeridad. Para controlar eso Perón expulsa a los montoneros de la plaza en el acto del 1º de mayo de 1974. El proceso de resistencia se agudiza con su muerte y bajo el gobierno de Isabel Perón también.

El imperialismo norteamericano tomó nota de lo que pasaba y junto a las Fuerzas Armadas conformaron grupos parapoliciales integrados por cuadros militares, policiales, sindicales y civiles, entrenados para la tortura, los interrogatorios y la desaparición de personas en lo que se llamó el Plan Cóndor. Este plan no solo formó a los militares argentinos sino también a los de otros países latinoamericanos que también sufrieron golpes de estado. En Argentina se formó la Triple A, Alianza Anticomunista Argentina, conducida por López Rega, ministro de Bienestar Social, y en febrero del ´75, Isabel firmó el decreto de aniquilamiento, dándole poder total al ejército para la represión interna.

En junio del ‘75 llegó el rodrigazo (2), un plan de ajuste salarial con una inflación que superaba el 120%. Las bases obreras desbordaron a la conducción de la CGT del burócrata Lorenzo Miguel y con tomas de fábricas y movilizaciones obligaron a la central obrera a concretar el primer paro general contra un gobierno peronista. El plan de ajuste fue derrotado en las calles.

El Golpe fue contra la clase trabajadora y el pueblo

Ante esta situación, viendo que el gobierno de Isabel Perón ya no servía para contener a las masas en ascenso, el imperialismo decidió, conjuntamente con la mayor parte de la burguesía argentina, incluida la cúpula radical, un sector de la dirigencia peronista y el apoyo de la Iglesia, dar el golpe más sangriento de nuestra historia. El problema ya no eran sólo los focos guerrilleros, sino lo que Ricardo Balbín, el dirigente de la UCR, denominó como “guerrilla fabril”. Es decir un movimiento obrero clasista, que desbordaba el control de la burocracia sindical y con sus luchas y tomas de fábricas cuestionaban directamente la propiedad privada y el control de los medios de producción.

En estos 32 años de democracia burguesa, el PJ, la UCR y los medios de comunicación intentaron borrar de la memoria histórica el grado de organización, conciencia, solidaridad de clase y las ideas socialistas que tuvo la clase trabajadora en los años previos al golpe.

Hoy la clase trabajadora de nuestro país y del mundo estamos en medio de una nueva crisis capitalista, los grandes capitales destruyen fuentes de trabajo, los gobiernos burgueses recortan en educación y salud, otra vez los topes salariales. La soga de la lucha de clases comienza a tensarse nuevamente en diversas partes del mundo.Está en nosotros, los trabajadores, construir nuestras propias organizaciones con independencia de clase, recuperar las comisiones internas en manos de la burocracia peronista. El PSTU en el Frente de Izquierda, te propone construir un partido sin patrones ni políticos burgueses como lo es el PJ, un partido que luche incansablemente por el socialismo en todo el mundo.

cordobazo

Notas:
1) PBI, es todo lo que produce en bienes y servicios un país.
2) Celestino Rodrigo, era el Ministro de Economía y la movilización que provocó su renuncia pasó a ser conocida con este nombre.


El golpe del 76, la deuda externa y la entrega de Cristina.

La deuda externa en el capitalismo fue y es hoy más que nunca, una forma de dominación que impone el imperialismo norteamericano y europeo sobre países oprimidos como el nuestro. Las potencias extranjeras, usan la deuda externa para chantajearnos, para imponer los planes económicos que ellos desean. Por ejemplo, los países imperialistas exigen que se bajen los salarios en las fábricas multinacionales que están en Argentina para tener más ganancias.

En 1976 la deuda era de 8000 millones de dólares, terminada la dictadura en el `83 alcanzó a 45.000 millones. Nunca antes el país había llegado a esos niveles de deuda. Los militares “patriotas” estatizaron las deudas privadas, como por ejemplo la de los Bancos de Londres, Español, Francés y el Banco Río, de multinacionales como BMW, Fiat, Mercedes Benz, Esso, y de burgueses nacionales como Macri, Techint, Fortabat, entre otros. Además hubo préstamos que directamente no llegaron y los miles de dólares que sí llegaron, se usaron para comprar entre otras cosas, armas, ¡si!, armas para el exterminio de nuestro propio pueblo.

“Honrar la deuda” ¿de los milicos?

Cristina dijo hasta el cansancio que los argentinos tenemos que honrar las deudas y así fue. Los gobiernos K pagaron en 12 años más deuda externa que ningún gobierno en la historia argentina. Al asumir Néstor, la deuda era de 178 mil millones de dólares. Entre Néstor y Cristina pagaron 140 mil millones, pero el resultado es que la deuda pública hoy trepó a más de 300 mil millones.

A pesar de pagar, pagar y pagar, el Kirchnerismo intenta aún hoy mostrarse como un Gobierno antiimperialista, montándose en la bronca obrera y popular que existe contra el FMI y EEUU luego del estallido del 2001, y tienen la hipocresía de decir que estamos desendeudados. Los trabajadores debemos encabezar la lucha contra el pago de la deuda externa, que es ilegal porque fue contraída por un gobierno que nadie voto, la dictadura, y exigir que ese dinero se destine a la salud, la educación, obras públicas y viviendas, que generen puestos de trabajo.