Las tomas en los colegios en Capital protagonizadas por los estudiantes contra la reforma que ataca el conocimiento y la formación artística son parte de una larga lucha que se inició contra la transferencia de las escuelas de Nación a las provincias en 1992, bajo el gobierno de Ménem y aún continúa. Desde entonces hubo importantes manifestaciones en contra de esta reforma neoliberal, pero con una gran traba, la burocracia sindical de la Celeste de Ctera, que nunca enfrentó a los gobiernos que la aplicaron y finalmente terminó apoyándolas. Así fue como las provincias debieron hacerse cargo de los colegios nacionales, las escuelas técnicas, de adultos e incluso privadas, que hasta ese momento eran sostenidas por la nación. Al ahogo económico se le sumó un modelo de “educación básica”, con el hacinamiento precario de las nuevas secundarias en los viejos edificios de las primarias y la desaparición de las especificidades de las distintas ramas de la enseñanza. Junto a estas medidas el gobierno fomentó el desarrollo de la educación privada, subvencionándola discrecionalmente y puso las universidades a merced de las empresas multinacionales, a través de la Ley de Educación Superior.
Las promesas educativas del Kirchnerismo se disiparon rápidamente; ya que no volvió atrás ninguna de las medidas del Menemismo a la vez que profundizó los beneficios a las escuelas privadas, reconociéndolas como públicas. Avanzó también en la transferencia de responsabilidades a las provincias y municipios, creando organismos de gestión distrital y convenios para la implementación de proyectos educativos con currículum diferenciados para la atención de los sectores más pobres, a cargo de docentes con contratos precarios. Planes dependientes de Desarrollo Social y políticas socioeducativas, que como en el caso del Plan Fines y los Jardines Comunitarios, van dejando una franja cada vez de mayor niños y jóvenes fuera del acceso a una educación centrada en el conocimiento. La inclusión que prometió el kirchnerismo se limita a la posibilidad de acceder a una institución educativa, en la que el cuidado se ha convertido en el principal objetivo.
Provincia de Buenos Aires, un espejo para mirar la política nacional
Con la profundización de la crisis económica, en el 2012, el gobierno de Cristina ordenó decretar la emergencia en las provincias. Desde entonces, en Provincia de Buenos Aires, miles de docentes no cobran su salario en tiempo y forma, ni se realizan las obras de infraestructura, ni se edifican los jardines para la “prometida” obligatoriedad del nivel.
La sub-ejecución del presupuesto impuesta desde entonces demuestra que no se trata de errores administrativos en el pago de los salarios, o demoras en los contratos, sino de una voluntad política de ajuste económico sobre la escuela pública estatal. Mientras se mantienen los subsidios a la educación privada y se incrementan los cargos fuera de planta de los programas de Nación y convenios para diversos proyectos.
Este ajuste no solo perjudica a los trabajadores de la educación, sino a las familias trabajadoras y sectores populares. La falta de suplentes que tomen los cargos, dada la irregularidad en el pago, los días sin clase por los justos reclamos de los trabajadores y los problemas de infraestructura, lleva a las familias que estén en condiciones económicas de hacerlo a pagar una cuota y mandar sus hijos a la privada. Esta brecha social y educativa se profundiza cada vez más, por eso la lucha contra el ajuste y por una educación que vuelva a poner el centro en el conocimiento no es solo un problema de los sindicatos docentes, sino que es un profundo problema político que debe ser tomado por las organizaciones del conjunto de los trabajadores.
La decisión del kirchnerismo de cerrar filas tras Scioli marca la continuidad de la política de ajuste y privatización educativa. El equipo de la fundación DAR, que lo acompañó como gobernador ya está en campaña, lo encabeza Sergio España, de larga trayectoria como Consultor del Banco Mundial y encargado de coordinar la transferencia educativa en argentina, en 1993, entre otras funciones. Se suma Néstor Ribet, funcionario de la Dirección de Educación Privada que ingresó como Secretario de Educación Provincial recomendado por Monseñor Aguer, el obispo de La Plata, y Nora de Lucía, la Ministra del “no cobro”. El Banco Mundial, la iglesia católica y el torniquete del ajuste de provincia, propuestos para el Gobierno Nacional. De esta política tampoco se diferenciará Macri, Massa, ni los radicales.
El camino sigue siendo la lucha
Tenemos una pelea por delante que puede fortalecerse si nos organizamos con el conjunto de los trabajadores, impulsando también la organización internacional través de la Red Internacional (ver nota en esta misma página). Una lucha, que en el marco de enfrentar el saqueo de nuestros recursos naturales y el pago de la deuda externa, se manifieste también contra el saqueo del conocimiento. Reclamo que sostendremos como parte del Programa Electoral del PSTU en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores
Una lucha que se proponga la renacionalización de la educación; la unificación del currículo para que todos tengan realmente acceso a los mismos contenidos.
“Muchas voces, una sola lucha”
Estas luchas son sistemáticamente reprimidas por los gobiernos, siendo el caso de Chile el más brutal. El “modelo educativo chileno” que se impuso durante la década del 70 bajo la dictadura de Pinochet, sigue aún en pie con el gobierno de Bachelet, quien no dudó en reprimir las movilizaciones de los estudiantes, dejando un saldo de dos muertos, heridos y decenas de detenidos.
Nos preguntamos, al ver estas marchas masivas que despiertan simpatía y solidaridad internacional: ¿Si nos unimos todos, podríamos ganar la pulseada y cambiar el modelo educativo, cada vez más excluyente?
La Red Sindical de Solidaridad y Lucha, una oportunidad para organizarnos
La reunión de la Red convocada en el mes de junio en Campinas, contó con la participación de docentes de Chile, Brasil, Costa Rica, Inglaterra, Italia y Argentina, que dieron cuenta en sus intervenciones de la magnitud del ataque que está sufriendo la educación pública. Ataque que, a distintos ritmos y mediado por la resistencia de los docentes, estudiantes y los sectores populares, avanza en todo el mundo, al calor de la crisis económica mundial.
Los profesores universitarios organizados en ANDES, integrante de Conlutas, señalaron que el marco general de la educación en Latinoamérica está estructurado a partir de los planes del Banco Mundial y el FMI, condicionados por el pago de la deuda externa, y que en Brasil avanza con medidas de municipalización, privatización y precarización laboral, quedando el acceso al conocimiento al alcance de pocos, porque dichos planes ponen el eje en la educación básica y la preparación para el trabajo. Los compañeros manifestaron que de 2.000.000 docentes, 800.000 son contratados de febrero a diciembre, quedando sin salario y sin protección. Denunciaron también que el “Plan Nacional de Educación” del gobierno de Dilma consiste en la transferencia de fondos para la educación privada. El avance en el proceso de mercantilización y transnacionalización, en todos los niveles educativos, abarca desde el material didáctico hasta el mismo conocimiento, que al convertirse en una mercancía, le pertenece a quien pueda pagarla. Así es como en la actualidad hay dos tipos de escuelas, una para el acceso al conocimiento y otra, dirigida a los sectores populares, para el trabajo. Este, con algunas variaciones es el plan del imperialismo para la educación en nuestros países, cada vez más dependientes. Por ese motivo es que está a la orden del día, en Latinoamérica y otros países semicoloniales, la lucha por el derecho al acceso al conocimiento.
Los compañeros de Inglaterra contaron, que al igual que en el resto de Europa la lucha por la educación gratuita es parte de la lucha contra los planes de austeridad que impone la Unión Europea. El gobierno no sólo aplica ajustes al nivel de vida de los sectores populares sino que convirtió a la educación en una empresa “multinacional” que crea Universidades en todo el mundo.
Volviendo a América, en Colombia desde el mes de marzo se lleva adelante una lucha contra la evaluación de competencias a los docentes. A la par del recorte presupuestario se aplican a los estudiantes las pruebas PISA y SABER, luego de 10 años de promoción automática en las escuelas públicas. La “enunciada calidad” no responde a otra cosa que mecanismos de control para avanzar en los planes de destrucción de la educación pública estatal. La compañera Quena, de Chile, cerró las intervenciones planteando que los planes que allí se denunciaban, en Chile ya se habían aplicado. “Chile es el modelo educativo que esclaviza” – denunció. Los alumnos de las escuelas técnicas hacen pasantías de 6 meses por 100 dólares, para locomoción o alimentación, como esclavos, mientras que los profesores que pertenecen a la educación municipal, son los más rezagados, ya que ésta ha sido vaciada, a favor de la particular o particular subvencionada.
“Nos aplican la evaluación, para categorizarnos y asegurarse el control, imponiendo el temor a perder el empleo. Bachelet, lejos de cambiar la política quiere imponer desde el mes de abril un nuevo proyecto de carrera docente, que no reconoce el título como habilitante, sino que exige la aprobación de un tutorial, con determinados niveles de competencias. Quien no lo cumpla debe irse. Por eso estamos de paro pero el gremio nos puede traicionar. Nuestra confianza son los estudiantes!”