En la madrugada de hoy el Congreso Nacional volvió a demostrar su naturaleza contraria a gobernar a favor de los pobres y trabajadores. Los mismos que votaron el robo a los jubilados y el pacto fiscal en diciembre, ayer votaron contra las mujeres, en particular contra las trabajadoras y pobres que somos las que morimos por abortos clandestinos.
Una vez más desoyeron la voluntad de los millones que ayer estuvimos en las calles, una vez más 38 decidieron por la vida de millones de mujeres. Macri, que se quiso hacer el democrático abriendo el debate, puso a todo su bloque a garantizar ese resultado.
En estos meses hicimos mucho para que se legalice el aborto, pero no se hizo todo lo necesario. No por falta voluntad de las miles que nos movilizamos, sino porque nuevamente las direcciones sindicales de la CGT, CTA y de los sindicatos que nuclean nos dejaron solas, no llamando a paro, no impulsando siquiera debate o actividades en los lugares de trabajo ¿ Hubiera sido lo mismo si además de estar millones en las calles hacíamos un Paro General, o al menos paro y movilización de algunos sindicatos importantes? Seguramente no, pero una vez más fueron más importantes los acuerdos por arriba ( con la Iglesia,con los partidos políticos patronales) que nuestros derechos.
En sentido similar, la dirección del movimiento por el aborto legal quiso mantener al margen esta pelea de la lucha de los trabajadores y puso todas las fichas en el Congreso, en lugar de ponerla en las medidas de lucha concretas y de unificarla con el conjunto de las peleas que se están dando contra el ajuste y la represión de Macri. Y ahora nos dice que «ya ganamos» y tenemos que esperar a las elecciones del 2019, como si las mujeres pobres que se someten a abortos inseguros pudiesen esperar.
Los pañuelos celestes festejaban triunfantes que continuarían las muertes por abortos clandestinos, pero eso no puede ocultar que sangran por la herida de saber que los verdaderos defensores de la vida somos mas, y que a las cientos de miles de jóvenes no hay nada que las haga volver atrás en la consciencia adquirida de sus derechos.
La pelea sigue, tenemos que seguir la pelea en las calles, en los lugares de trabajo y de estudio por el aborto legal,seguro y gratuito y todas nuestras reivindicaciones, tenemos que imponerle a las centrales sindicales y sindicatos que las tomen como propias, porque son derechos de las mujeres trabajadoras, que las incluya dentro de un pliego único de reclamos de todas las necesidades de los trabajadores y el pueblo.
Tenemos que exigir que ya mismo se deje de financiar a la Iglesia Católica y todas las iglesias, porque es con nuestra plata que se financió la campaña pro aborto clandestino.
Y también tenemos que sacar conclusiones: el Parlamento y en este caso particularmente el Senado es una cueva de bandidos,que cobran cientos de miles para gobernar contra nosotros, tenemos que exigir su disolución, que se vaya Macri y se vayan todos ellos Y empezar a construir organismos obreros verdaderamente democráticos en camino de un gobierno de los trabajadores y el pueblo.
¡Sigamos en las calles por el aborto legal, la pelea no terminó, ni tiene que esperar a que se vuelva a tratar en el Congreso, ni a las elecciones! ¡La pelea es ahora y podemos ganar!