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La patronal ganó de la mano de la dirigencia de la UOM

Eitar-Tecno Forja, donde se fabrican válvulas de seguridad de bronce, es la metalúrgica más grande de Quilmes con 320 trabajadores, siendo la mayoría mujeres. El conflicto comenzó a fines del año pasado cuando la patronal pagó en cuotas las vacaciones. Al regreso de las mismas, exigió una producción elevada, sin pagar el plus correspondiente. Ante el rechazo inicial, amenazó con quebrar. En asamblea, los compañeros, resolvieron producir para que no argumenten “falta de plata”. De todos modos, cobraron menos de la mitad de las quincenas correspondientes. Iniciaron ollas populares sin dejar de trabajar. Aún así, casi cien trabajadores fueron suspendidos por “desgano laboral que tiene como fin un boicot a la producción en general.” Esta medida fue aplicada incluso a quienes trabajaban en limpieza.

El 15/2 cortaron la Rotonda de Pasco (Quilmes Oeste) en repudio y mantuvieron asambleas permanentes. La patronal provocó 6 despidos, además de seguir pagando cuotas de $2.000 que nunca saldaban su deuda salarial. El 28/3 fueron reincorporados los 6 despedidos, luego de un festival realizado en la planta y de una marcha al Ministerio de Trabajo, en el centro de Quilmes. Pero la empresa presentó un “preventivo de crisis”, que es un fraude, pues viene de años de crecimiento y ganancias.

Vencida la conciliación, el 11/5, despidió a más de 90 compañeros, con el objetivo de sacarse de encima a los más luchadores y, de esa manera, aumentar la explotación de quienes quedan. En asamblea se decidió, entonces, ingresar a la planta y permanecer allí. La empresa no les pagaba a los despedidos y dejó de hacerlo con todos. Denunció penalmente a varios delegados, uno de ellos incluso con pedido de desafuero gremial y “medida cautelar” judicial.

Este conflicto testigo por las reincorporaciones de todos, el pago de los salarios y contra la criminalización obrera, en el marco del ataque general de las patronales, escudadas en el gobierno de Macri, requería que el Congreso de Delegados de UOM Quilmes sesionará en Eitar y organizara un paro seccional y un plan de lucha con medidas contundentes. Y exigir lo mismo de la UOM Nacional contra la política de aislamiento y desgaste de los conflictos que estallan en cientos de metalúrgicas. Medidas que incluyan un fondo de dinero, no sólo con alimentos, para sostener a los trabajadores hasta ganar esta pulseada. Negociar centralmente el monto de las indemnizaciones (el 100% en hasta 6 cuotas, en lugar del 50% inicial en 24 cuotas), condujo a la desesperación ante la falta de dinero en los hogares para pagar los servicios básicos y demás.

Por eso, desde el PSTU, planteamos la necesidad urgente de este fondo de lucha para mantener a la base unida, a financiarse con las cuotas sindicales y colectas de los delegados en sus fábricas (un día de trabajo por afiliado, por ejemplo), aportes de las dietas de los diputados que se pronunciaron “por la integridad de los puestos de trabajo”, alcancías y bonos para recolectar entre nuestros compañeros de trabajo o estudio…
Pues es cierto, la lucha es política contra el plan de Macri y los gobernadores. Así que “con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes “ debemos unir los reclamos de todos los trabajadores en marchas y más. Pero sin plata, se hace insostenible. Los directivos metalúrgicos dilataron estas decisiones, de modo que la posibilidad de “seguir aguantando” dependía de las condiciones particulares de cada compañero y sus familias. Abonando la división entre despedidos y no despedidos que la patronal aprovechaba para desmoralizar, mientras reclamaba por la “restitución” del establecimiento.

Luego de tres semanas, el 2/6, al día siguiente de una conferencia de prensa (que quedó por detrás de lo necesario para fortalecer la pelea), la asamblea resolvió aceptar los despidos, sin contar con los salarios adeudados, y no se sabe cuándo ni cómo serán saldados.
Analizar crítica y concluyentemente será muy importante para enfrentar las próximas batallas contra el aumento de la explotación y la persecución sindical. Desde el PSTU, nos ponemos a disposición de los compañeros de Eitar e invitamos a construir, junto a nosotros, una alternativa de lucha de y para los trabajadores.