El 20 de diciembre, el gobierno nacional de Javier Milei, presentó un DNU donde se lleva puesto, derechos, conquistas laborales, libertades democráticas, que tanto nos costó conseguir a la clase trabajadora y sectores populares.
Con ellos, la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció un protocolo anti piquetes para sacar de las calles a quienes nos atrevemos a protestar contra sus medidas reaccionarias y anti obreras. Bullrich hoy quiere cumplir con una tarea que preocupa hace tiempo al conjunto de la patronal y los diferentes gobiernos.
Recordemos el pasado
No nos podemos olvidar que en su momento Cristina Kirchner reclamó que había que normalizar el país y que no se podía cortar una calle con tres personas. Bajo su mandato se intento reprimir la lucha de los trabajadores de Cerro Dragón en Chubut, se condenó a perpetua a los petroleros de Las Heras y se implementó el Proyecto X y la ley anti terrorista.
¿Que quiere el ministerio de seguridad?
El protocolo anti piquetes prohíbe los cortes de calle pisoteando el legítimo derecho a la protesta. Le da la libertad a las fuerzas de seguridad de llevar adelante requisas y desalojos sin necesitar orden de un juez. Nos criminaliza por las caras tapadas y los palos, que son un legítimo método para que los manifestantes podamos defendernos y resguardar nuestra identidad y evitar represalias o cacerías de brujas luego de cada movilización, no es invento sino una conclusión de tantas represiones y perseguidos en gobiernos democráticos o militares.
Una lucha por el control de la calle y las rutas
Esto abrió un momento de tensión y reflexión entre los que estamos dispuestos a enfrentar el ajuste, pues el Gobierno sabe muy bien que en las calles se definirá si sus medidas son o no derrotadas, lo dijeron durante la campaña electoral. Patricia Bulrich sabe de eso ya que la clase obrera le aplicó una derrota a ella y a su gobierno en la jornada del 18 de diciembre de 2017, haciéndolos retroceder en la Reforma Laboral. Por eso se blindan poniendo algunos límites.
Avanzar en derrotar el protocolo
Hasta ahora el protocolo se encontraba muy por detrás de las bravuconadas de la ministra y de Milei. El mismo 20 de diciembre no pudieron evitar que las calles se corten. aunque no se movilizó desde Congreso. Y a la noche con el anuncio de decreto hubo cortes de calle en distintos puntos de la CABA y en el Congreso, pero hubo presos que serán judicializados. En la movilización convocada por la CGT al palacio de Justicia y la del paro del 24E la masividad pudo contener el dispositivo.
Comenzó una nueva pelea, las fuerzas de la clase obrera y de la burguesía se están midiendo como dos boxeadores que se estudian en un primer round, los dos sectores pusieron un límite al otro, pero todavía no han chocado de forma contundente. Esta situación no durará para siempre, no se trata de una ley en el Congreso para prohibir el protocolo o dar menos pretextos a la represión. Ahora con la represión las últimas movilizaciones en Congreso, el protocolo se anota un round a favor
Es una necesidad del Gobierno sacarnos de las calles, como es una necesidad nuestra de ganarlas para derrotar el DNU. Si el Gobierno sostiene esta avanzada represiva sin respuesta, es probable que el protocolo se fortalezca y sea mucho más difícil ganar las calles.
Una verdadera organización contra el protocolo
Por eso debemos estar preparados para lo que se viene, organizar los comités de autodefensa en las asambleas barriales, establecimientos y lugares de trabajo que sean votadas en asambleas, que sean incorporadas en cada estatuto para su aplicación, sólo así con adiestramiento permanente de nuestras organizaciones podremos no solo defendernos de la represión sino pasar a la ofensiva para que sea las fuerzas de seguridad las que terminen con el rabo entre las patas.
Para ello debemos salir con nuestras herramientas de trabajo, no nos olvidemos que sabemos manejar camiones, máquinas, auto elevadores y camionetas 4×4,
Así con la verdadera fuerza obrera vamos a poder sacarlos de las calles a las fuerzas represivas, tenemos memoria, así como en el 2001 derrotamos el Estado de Sitio de De la Rúa, única forma de tirar abajo el protocolo de forma contundente. La movilización del paro del 24E demostró que hay fuerzas para hacerlo, debemos organizarnos y quererlo.
No subestimar el poder del Estado No podemos confiarnos en las instituciones como la Justicia, que son usados como instrumentos para la persecución y cárcel, debemos mejorar la atención de cada preso por luchar, pero también en los heridos. Los hospitales también son usados para fichar y después detener compañeros o compañeras lastimados por la represión o las patotas sindicales por ello parte de la autodefensa debe centrarse en tener salas médicas paralelas para la atención de nuestros heridos, los médicos, enfermeros y estudiantes de medicina que abracen la causa obrera podrán cumplir una enorme tarea ayudando en esa tarea. Desde el PSTU sabemos que para derrotar el protocolo y la violencia represiva del Estado se necesita mucha convicción y organización, no dejar nada al descuido, confiamos en la única clase que hace todo colectivamente, la clase trabajadora, por eso tarde o temprano los derrotaremos y ajustaremos las cuentas de una vez.