En el marco de su visita a Cuba, para asistir a la misa que allí brindo el Papa Francisco (ver página 9), la presidenta declaró: “Fue muy shockeante todo junto. Estar ahí, en esa Plaza de la Revolución, para colmo era como que el “Che” nos estaba mirando a todos” decía poco antes de emprender la vuelta en el Tango 01. Si realmente el “Che” hubiera estado observando a quienes entregaron las conquistas de la revolución, volviendo a Cuba nuevamente capitalista, rezando junto a los representantes de gobiernos patronales y de la iglesia católica, sería él quien se encontraría realmente shockeado.
La visita de Cristina tenía como objetivo una nueva entrevista privada con el Papa, con el fin de aprovechar electoralmente la imagen positiva de éste en nuestro país. Sin embargo el encuentro no pasó de un breve cruce protocolar de pocos segundos, y luego el mismo Francisco explicaría que había “rechazado un pedido de audiencia de un jefe de Estado” en clara alusión a Cristina.
La presencia de Cristina en La Habana era coincidente con el resto de los asistentes. La presidenta que habla de los Derechos Humanos y tiene desaparecidos y luchadores perseguidos bajo su gobierno, la que habla contra los buitres mientras entrega nuestros recursos a las multinacionales, la que se presenta como “nacional y popular” mientras descarga la crisis sobre los trabajadores; no estaba para nada fuera de lugar. Allí donde los que hablan de socialismo y revolución son los mismos que se encargaron de liquidar esas conquistas y restaurar la dominación capitalista como los Castro. Allí donde se celebraba una misa de un Papa que en acuerdo con Obama quiere terminar el “bloqueo”…. A las inversiones capitalistas para colonizar la isla.
La lucha de los trabajadores y el pueblo, en la misma Cuba y en todo el mundo, hará que más temprano que tarde esa plaza vuelva a ser la de la revolución. Allí estos personajes solo podrán desfilar para rendir cuentas de sus acciones.