LA TRAMPA DE LOS AUMENTOS EN CUOTAS

SINDICATOS Y PATRONALES ACUERDAN PARITARIAS MENORES A LA INFLACIÓN

La inflación proyectada en la Ley de  Presupuesto 2021 del 29% quedó “pulverizada”, cuando la oficial acumulada hasta junio ya es de 25,3%. La conducción burocrática de la CGT y CTA impulsaba a los gremios a  acordar aumentos paritarios en promedio de un 31%, alardeando que le ganarían a la inflación. La realidad y estudios económicos pronostican una anual mayor al 45%. Y en plena campaña electoral el Ministerio de Trabajo deja correr reajustes salariales paritarios y complementarios algo superiores al 40%, pero con una trampa que ya aplicaba: en varios “tramos” o cuotas, es decir, primero los trabajadores deben soportar con sus devaluados salarios la inflación mensual y después de meses les serán compensada supuestamente la pérdida de poder adquisitivo pero con inflación continua. Como venimos denunciando, una colosal transferencia de recursos del bolsillo de trabajadores/as y jubilados/as a las millonarias ganancias de los capitalistas, durante el gobierno anterior de Macri y del actual de los Fernández.

Como ejemplo, un trabajador/a que ganaba en mayo en promedio $45.000.- con el  aumento paritario del 15% en el primer semestre, pagaba el kilo de carne  a $600.-,  Ahora en julio a $750.-, el aumento del producto se incrementó un 25%. Pero recién el reajuste paritario complementario firmado entre patronales y sindicatos lo verá reflejado en Agosto o Septiembre según el gremio o la rama laboral, y con más aumentos de precios en los consumos esenciales. Mientras ese 25% en la carne lo debe soportar achicando aún más su consumo.

Así podemos mencionar innumerables ejemplos sufridos por los trabajadores/as y jubilados/as en los últimos años. Del 2018 al 2020  la caída del salario real fue del 20% en trabajos formales, siendo peor en los informales. Para el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) hasta junio 2021 en el sector privado registrado bajó el poder adquisitivo en un 16%, en el sector público un 20% y en los trabajos en “negro” un 26%.

En los últimos tres años se perdieron en promedio entre 3 y 7 salarios en los trabajos formales, y unos 6 salarios en los informales, bajando el consumo un 19%. Un salario mínimo de $30.000 debería tener una compensación en el tiempo de $204.000.- por consumo perdido y debería actualizarse ya a $40.486.- Particularmente en el Sector Público se perdieron casi 5 salarios con 13% menos consumo.

Aumentos salariales tramposos

Las conducciones de los sindicatos, como es su uso y costumbre a espalda de los trabajadores/as, en acuerdo con el Gobierno por el Pacto Social y para apoyarlo en plena campaña electoral a cambio de algunas concesiones como las limitaciones para cambiarse de obra social, vienen acordando aumentos mayores a la inflación  pronosticada del 29%. En el cuadro siguiente se detallan algunos de los aumentos ya firmados y reajustados:

Algunos  son superiores al 40%, pero la inflación acumulada “interanual” (de junio 2020 a junio 2021) ronda el 50%. Y por otra parte son incrementos que incluyen reajustes menores a la inflación hasta diciembre 2020, y otra parte menor a la transcurrida este año, por lo que no compensan nada de la pérdida del poder adquisitivo perdido en tres años del 20% mencionado.

Más ganancias patronales y menor déficit para el FMI

Para el marxismo científico los salarios están en estricta relación con la apropiación por parte de los capitalistas del valor generado en los bienes producidos por los trabajadores. Ante una crisis capitalista mundial, y en nuestro país anterior a la pandemia y profundizada por ésta, las ganancias por los capitales invertidos tiene que continuar ajustando esa variable: el salario del/a obrero/a y del/a empleado/a.

Por ello, decimos que la inflación es un mecanismo perverso de transferencia de recursos de los bolsillos de los trabajadores/as a los de los capitalistas y de sus gobiernos como los anteriores hasta Macri y el actual de los Fernández. Las patronales aumentan los precios con excusas como la devaluación y la inestabilidad, pero con salarios en continua baja, es decir menor costo de mano de obra y mayor ganancia. Para el Gobierno la inflación le permite mayor recaudación tributaria y bajar el déficit fiscal a pedido del FMI para destinar fondos al pago de Deudas eternas e intereses usureros.

Paradójicamente el diario ultra patronal La Nación (15-07-2021) aporta un dato. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), comparando marzo de 2020 con mayo de este año, según datos publicados por la publicación capitalista Forbes difundió que “Durante la pandemia de Covid-19 se disparó el gigantesco abismo que históricamente ha existido entre los más pobres y los dueños de grandes fortunas en Latinoamérica … En la región el número de personas más ricas creció 41% y el patrimonio del selecto club se disparó 69%”. Aumentaron su fortuna en plena pandemia de U$S 284.000 millones a U$S 480.000 millones, entre los que se encuentra el empresario argentino Eduardo Eurnekian, que controla los aeropuertos y proyectos de construcciones concedidos por el Gobierno. Un ejemplo claro adonde va lo que nos roban con la inflación y los aumentos menores acordados por los Fernández y la burocracia sindical.

Salarios igual a la Canasta Familiar

Los aumentos salariales deben ser acordados y efectivizados de una sola vez, nada de cuotas. Para recuperar lo perdido por inflación y previendo la que viene, con una pobreza que ronda el 45% de la población, el salario mínimo debe  ser similar a la Canasta Familiar reconocida por el el INDEC de $65.000.- a junio y que llegaría a los $70.000.- entre julio y agosto. El salario promedio a ser garantizado debe oscilar entre $75.000.- y $85.000.-

Hay que exigir a los capitalistas que distribuyan sus riquezas como el caso de los millonarios mencionados, pero para ello no podemos esperar nada de este Gobierno burgués peronista, cuya obsesión es satisfacer a los usureros internacionales como el FMI  y la inversión de capitalistas extranjeros entregando conquistas del movimiento obrero para garantizarles sus enormes ganancias, y con la complicidad de la nefasta burocracia sindical que privilegia sus privilegios personales. Solo los trabajadores organizados democráticamente y con el objetivo de una mejor distribución de la riqueza producida podrá frenar la inflación y salarios más justos. Un cambio hacia un sistema socialista es más que necesario.

FUENTES:

Diario La Nación – 15-07-2021

Puntoypunto.com – Negocios 02-06-2021

IARAF – Instituto Argentino de Análisis Fiscal

Diario El Cronista – 09-12-2020

Diario Ámbito Financiero – 25-06-2021